Canelones rellenos de pollo asado con ciruelas y pasas

Hoy viene casi toda mi familia a comer. Quiero homenajearles con una comida digna de ellos así que llevo ya días elaborando el menú. El segundo estará constituido por unos canelones con bechamel rellenos de pollo asado con ciruelas. 
Hoy tendré menos trabajo del que suelen dar los canelones porque en parte el relleno lo tengo hecho. Resulta que hace ya días hice un pollo asado con ciruelas que resultó exquisito. Ya tenía entonces en mente hacer los canelones así que cuando preparé el asado puse muchísima más cantidad de la que precisaba precisamente con la idea de que me sobrara suficiente como para hacer el relleno de estos canelones que he preparado hoy.
Os aconsejo que estos canelones los preparéis así, con la cantidad de sobra que pongáis demás el día que preparéis un asado. Con un mismo momento de horneado tendréis lista la comida del día que degustéis el asado y buena parte del relleno de los canelones que podéis guardar en el congelador hasta que se os presente el momento de hacerlos.
Partimos pues de un asado que sobró. Si vuestro caso es el de tener que hacer el asado de pollo previamente podéis consultar el enlace correspondiente.
Estos serán los ingredientes que precisaréis para hacer este pollo asado con ciruelas si no lo tenéis reservado de otro día y que nos servirá de relleno.
  • 1 Pollo grandecito cortado en trozos grandes 
  • 1 puerro
  • 2 cebollas moradas (blancas también valen)
  • 3 dientes de ajo
  • 1 manzana
  • 250 gramos de ciruelas pasas deshuesadas
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Vinagre de sidra o de manzana
  • Una copa de vino blanco seco
  • Sal
  • Azúcar moreno
  • Una cucharadita de hierbas provenzales
  • Un poco de pimienta en grano
  • 2 hojas de laurel
Pongo a cocer la pasta indico en la receta de los canelones a la catalana. 

Reservo las placas de pasta cocida bien tapadas con un trapo de cocina perfectamente limpio para que no se resequen.

No os preocupéis si alguna placa se os parte por la mitad, no es preciso tirarla, tan solo solapar un poquito ambas partes y al enrollarla con el relleno en su interior tened un poquito más de cuidado, una vez la bechamel lo cubra no se notará en absoluto.


Preparación del relleno de los canelones:
No pretendo un relleno todo triturado como es lo habitual. Deseo que me quede una mezcla  que no sea del todo homogénea si no con cierta textura dónde se pueda apreciar un poco el pollo asado y más claramente aún los trocitos pequeños de ciruela.
Así pues separo las ciruelas que durante su permanencia en le horno quedaron muy tiernas y las reservo. 
Limpio bien de la cebolla y salsa adheridas las tajadas de pollo y también reservo.
Retiro la piel y huesos a las tajadas de pollo apartando la carne limpia.
En un recipiente amplio agrego la carne de pollo ya desprovista de piel y huesos y la salsa y restos de puerros y cebolla del asado y con la batidora de brazo trituro pero sin llegar formar una pasta fina. 
Agrego ahora las ciruelas troceadas a cuchillo en trocitos que sea se perciban a tomar los canelones.
Mezclo bien todos los ingredientes y pruebo de sal.
La textura que ha quedado una vez triturado el relleno es idónea. No muy espesa para que no resulten pesados ni tan clara que no permita rellenarlos.
En el último momento he pensado que habían quedado pocas ciruelas y es que gustan tanto que cuando se sirve el pollo asado la gente quiere que le pongas en el plato muchas ciruelas así que creo que un puñadito de pasas rubias sin pepitas le irán bien. Las uvas pasas rubias tienen una piel más fina de las oscuras y rápidamente tomarán parte de la humedad del relleno y se hincharán. Con el tiempo de horneado ya dentro de los canelones se ablandarán más que suficiente.
Relleno las placas de pasta que tenía reservadas ya cocidas y tapadas enrollándolas alrededor del relleno.

No me gusta preparar la bechamel con demasiada antelación porque encuentro que se va espesando demasiado al enfriarse. Prefiero usarla sin duda en caliente, es más fácil de manejar. Esta vez voy a hacer la salsa bechamel en la Thermomix. Como os dije podéis consultar la receta en la entrada correspondiente. 
Mientras relleno los canelones voy cocinando la bechamel en la Thermomix y así la tendré lista para usarla en unos minutos. Podéis ver todo el proceso pinchando en el enlace.
Para los canelones que voy a servir hoy (36) preciso 1,5 litros de bechamel más o menos. Para que tengáis una idea aproximada y la adaptéis a la cantidad que necesitéis aquí están los ingredientes por cada litro de leche.


INGREDIENTES (para un litro de bechamel de cobertura)

  • 80 gramos de mantequilla (por litro de leche)
  • 80 gramos de harina (por litro de leche)
  • sal
  • Media cucharadita de nuez moscada en polvo
  • una pizca de pimienta blanca
  • 1 litro de leche entera.
  • Una cebolla bien picada (opcional)

Una vez preparada la bechamel, seguiríamos con el montaje de la bandeja de horneado: extiendo una capa  sobre la bandeja que voy a usar en el horneado y coloco sobre ella los canelones. A continuación cubro bien con una capa abundante de bechamel.
Espolvoreo toda la superficie con queso rallado y por último pongo unos pequeños pegotitos de mantequilla para que el dorado del plato quede bonito.
Horneo a temperatura media, calor por arriba y por abajo durante tres cuartos de hora aproximadamente, vigilando de vez en cuando como va dorándose para que no se queme la superficie.
Siento no poder ofrecer más fotografías del plato terminado, hoy ha venido toda la familia a comer y no era momento de andar con mucha cámara fotográfica en la cocina con las encimeras rebosando de cacharros y platos listos para llevar a la mesa entre trufas, bandejas con jamón y embutidos, foie, tartas de piña y ollas con consomé y con más visitantes en mi cocina que suele haber habitualmente, cualquiera les pedía que te dejaran espacio para tirar una foto!! Había que estar pendiente de "defender" de la bandeja de trufas de los "robos" a hurtadillas ajajjaja y ser capaz de llevar alguna a la mesa en la bandeja antes de que las devoraran!!

Trufas de chocolate

Las trufas de chocolate creo que son uno de los bocados más deliciosos de la repostería. Yo voy a prepararlas hoy para terminar una comida festiva familiar. Serán el último bocado y estoy segura que por muchos platos que les hayan precedido en la mesa (y van a ser muchos!! jejeje y ricos!!) nadie va a poder sufrir la tentación de tomarlas. También pueden ser un detalle precioso para regalar si os gusta obsequiar con algún detallito cuando vais invitados a casa de alguien y no queréis llegar con la típica bandeja de saladitos o las tartas heladas que muchas veces se llevan, además siempre os hará quedar mucho mejor por el hecho de haberlas hecho vosotros mismos.
El menú previsto para hoy va a ser un tanto copioso y buscaba una preparación de chocolate con la que finalizar la comida pero como no hacía mucho que había preparado otro bocado parecido ( bolitas de chocolate con coco, licor y nueces) hoy quería hacer algo diferente para no repetirme. Estas trufas de hoy son algo más ligeras y se me ha ocurrido hacerlas al ver la receta en el maravillosoel blog de la tienda online de utensilios e ingredientes de repostería María Lunarillos. Desde aquí nuestro agradecimiento por tan maravillosa página.
Lo cierto es que han quedado de lo más suaves, melosas.. Se deshacían en la boca!! 
Con estas cantidades me han salido unas cuarenta más o menos porque los "visitadores" de la cocina han ido picando alguna así que al final o sé con exactitud, pero más o menos esa cantidad.
Los ingredientes que vamos a usar son
  • 400 gramos de chocolate de cobertura
  • 100 cc de nata líquida (con nata de cocinar)
  • Un poquito de azúcar
  • 35 gramos de mantequilla
  • 4 Cucharadas de buen coñac
  • Chocolate o cacao en polvo para rebozar
Cuando cocino me gusta tener todos los ingredientes y utensilios que se van a precisar, a mano, colocados en la encimera o bien localizados para cuando los precise,  porque creo que facilita mucho las cosas el no tener que estar buscando ingredientes o utensilios en medio de las preparaciones. Pero cuando trabajo con chocolate pienso que es más necesario aún. El chocolate es un producto delicado y que necesita toda nuestra atención cuando lo manipulamos de modo si no queremos estropear su textura y su delicado sabor de modo que os digo lo que vamos a precisar:
Un recipiente sobre el que quepa holgadamente el chocolate con el resto de ingredientes y en el que podamos manipularlos sin verter.
  • Una cazuela sobre la que quepa el recipiente anterior pero que no llegue a tocar el agua que calentemos en su interior.
  • Unas varillas para remover
  • Una picadora o nuestra Thermomix para picar el chocolate que servirá de rebozado. Si es cacao en polvo no la precisaréis.
  • Una espátula de goma
  • Un cacito para calentar la nata líquida
  • Un recipiente dónde volquemos la mezcla de chocolate y la dejemos enfriar. Debería ser de un tamaño adecuado para que una vez echada la mezcla ésta alcance unos 2 cm (o algo menos) de grosor.
Bueno pues con todo preparado esta mañana vamos a chocolatear un poco!! Ummm ya sólo el aroma que inundará nuestra cocina cuando manipulemos el chocolate es todo un presagio de placer... ;). Por cierto, os habéis fijado lo bonito que es el chocolante fundido? El brillo que tiene...su textura!! :)
Sin más dilación:
1.- Podemos rebozar las trufas en cacao en polvo, en chocolate en polvo comprado ya listo para rebozar e incluso podemos triturar nosotros nuestro propio rebozado. En mi caso he usado una tableta de chocolate de cobertura que he pulverizado con la thermomix pero podéis hacerlo también con una picadora.
2.- Troceamos el chocolate de cobertura en trocitos para que luego sea más fácil de fundir y lo dejamos en un bol amplio.
3.- Ponemos suficiente agua en la cazuela como para que pueda calentar el recipiente dónde está el chocolate sin que éste llegue a tocar el agua y lo ponemos al fuego para que hierva (solo la cazuela)
4.- En un cazo pequeño ponemos la nata líquida, el azúcar y la mantequilla y lo removemos bien para mezclarlos tres ingredientes. Cuando esté caliente la nata apartamos unos segundos del fuego mientras removemos y mezclamos para que no se nos requeme la nata, el calor poco a poco fundirá la mantequilla.
Volvemos a poner sobre el fuego y terminamos de mezclar bien y dejamos que hierva, Apartamos del fuego y lo volcamos sobre el chocolate troceado en el bol.
5.- Con las varillas removemos despacito para ir fundiendo los trozos de chocolate en nata líquida caliente trabajando bien el conjunto mientras comprobamos que los trocitos de chocolate van desapareciendo.
Si viéramos que la mezcla se nos está enfriando y que aún quedan trocitos de chocolate sin derretir ponemos el bol sobre la olla que tenemos preparada con agua hirviendo de manera que enseguida veremos que termina de derretirse todo el chocolate y que la mezcla presenta ya un aspecto totalmente homogéneo.
6.- Trabajaremos el chocolate con las varillas hasta que esté fino y sin grumo alguno.
7.- Ahora podemos ir agregando de cucharada en cucharada el coñac, no de golpe. Una cucharada y removemos, otra y removemos y así hasta terminar con todo el licor.
Ya tenemos la mezcla de chocolate para nuestras trufas perfectamente derretida y homogénea.
8.- Volcamos la mezcla en un recipiente dónde la dejaremos enfriar formando una capa de unos 2 cm. Si os resulta difícil de calcular la medida adecuada de este recipiente es mejor que tengáis otro más chiquito a mano por si os sobra mezcla poder echarla y así que la capa no sea más gruesa que de estos dos centímetros para que las trufas no nos salga demasiado grandes.
Al estar ahora en invierno el chocolate se enfriará no tardando mucho tiempo y estará en condiciones de comenzar a formar nuestras trufas. No es preciso meter la mezcla en el frigorífico para que no se endurezca en exceso y podamos manipular bien el chocolate.
9.- Una vez fría la mezcla de chocolate con un cuchillo bien afilado trazaremos "cortes" horizontales y verticales sobre su superficie formando cuadraditos de unos dos centímetros de lado. De este modo el tamaño de las trufas nos resultará más parejo.

10.- A continuación iremos tomando cada "cubito" y entre nuestras palmas de las manos iremos modelándolo en forma de pequeña esfera que depositaremos en cuánto esté bien formada sobre un plato con chocolate o cacao en polvo.
Si vemos que el chocolate se nos derrite entre las palmas de las manos sin lograr transformar el "cubo" en una esfera os aconsejo que añadáis un "paso intermedio": Valiéndonos de un vaciador de bolas y apoyando un cubo de chocolate en su interior es más fácil mediante la presión de los dedos de la otra mano ir eliminando las aristas. Una vez ligeramente redondeada la porción de chocolate será más fácil terminar de darle forma esférica entre las palmas de las manos. Al estar solo en contacto las yemas de los dedos generaremos menos calor sobre el chocolate que si las redondeamos entre las palmas desde el inicio.


Intentaremos trabajar un poco ligero para que el calor de nuestras manos no funda el chocolate y se nos pegue en exceso a las manos. Frotarnos las manos con una ligerísima capa de aceite nos facilitará mucho las cosas. Deberá ser apenas perceptible para no aportar sabor a la mezcla.
11.- Por último las rebozamos bien en el chocolate en polvo.
Podemos presentar las trufas así, tal cual, rebozadas en el chocolate en polvo sobre una bandeja bonita o meterlas en cápsulas de papel de las típicas de bombones. 
Como veis no son excesivamente difíciles de hacer estas trufas y quedan estupendas!! Pero sobretodo, son un verdadero regalo para el paladar!! 



Empanada gallega de atún y pimientos. Receta y elaboración paso a paso

Hace una semana elaboramos una empanada gallega de bacalao, cebolla y pasas. Hoy vamos a preparar una de atún con pimientos.
Ingredientes y la elaboración a mano de la masa así como el montaje de la empanada es común en ambas recetas, de modo que quien quiera elaborar la masa en casa puede consultar todo el proceso de manera pormenorizada como siempre acompañado de muchísimas fotografías pinchando en el enlace.


Cazuela de romanesco al vapor con beicon y cebolla frita

Habéis comprado alguna vez algún alimento exclusivamente por su belleza? Yo sí!! :)
Hace unos días, sobre una mesa junto a otras hortalizas estaban perfectamente colocados una buena cantidad de romanescos. Esa especie de coliflor verde de formas triangulares que se reproducen infinitamente son un híbrido de brécol y coliflor, bonitas hortalizas también, pero ésta mucho más originales y de formas piramidales mucho más extrañas. Me parecieron tan bonitos que no me pude resistir!! El precio que tenían eran tan insignificante que bien hubiera valido la pena pagar un euro tan solo por disfrutar de su belleza unos días sobre una de las bandejas del frutero junto a los limones y manzanas.

Todas las hortalizas de la familia de las brasicáceas me parecen preciosas!! Y es que comemos también con los ojos, no es cierto? Hablando de brasicáceas...os muestro mi pequeño huerto dónde podéis ver antes de cosecharse algunos de mis repollos y coliflores. Qué bonitas, verdad? Este año creo que cultivaré también romanesco... son tan bonitas sus inflorescencias que solo por su belleza merece la pena tenerlos en el huerto.




De todos modos el romanesco no es solo una hortaliza de gran belleza que podemos encontrar ahora a la venta en le mercado, tiene también un delicado sabor y es rica en fibra y vitamina C.

Como la coliflor y el brécol hay que llevar cuidado con su cocción y que esta no se prolongue en exceso ya que se ablanda demasiado a poco que nos descuidemos. A mí me gusta este plato con la verdura un puntito crujiente.
La lástima es que anoche yo iba con prisas en la cocina porque se nos había hecho tarde y tenía que haber refrescado el romanesco bajo el grifo con agua fría para que no perdiera su precioso color antes de introducirlo en el refrito. Otro día será!!
Recordad que la verdura no debería hervirse en exceso si deseamos que pierda buena parte de su sabor y vitaminas. Además, deberíamos acostumbrarnos a tomarla algo menos pasada de cocción de lo que lo solemos tomar en nuestro país. Es mi opinión...
Esta noche he decidido hacerla al vapor para que conservara todo su sabor y he hecho una preparación de los más sencilla que no había probado nunca pero que me ha sorprendido por lo sabroso del resultado y lo fácil de la elaboración.

INGREDIENTES

  • Un romanesco
  • Aceite de Oliva virgen extra
  • 1 cebolla picada finita
  • 2 Dientes de ajo laminados
  • 1 guindilla
  • 2 hojitas de laurel
  • Un poquito de pimienta blanca molida
  • 1 guindilla si os gusta el picante
  • 200 gramos de beicon ahumado.


Os explico los sencillos pasos que he seguido.
He lavado bien el romanesco y le he ido separando los pequeños cogollos que parecen diminutos árboles :) y los he ido colocando en una cazuela con el asiento agujereado especial para cocinar al vapor. La parte blanda de los tronquitos hacia abajo para que les diera el vapor  más directamente desde abajo y se ablandara antes que la parte verde que es mucho más tierna.

En la olla inferior he puesto abundante agua a hervir y la he aderezado con una ramita de tomillo fresca y un puñado generoso de sal.
Cuando estaba el agua bien caliente he puesto la olla del valor sobre la olla con agua y he tapado para que se fuera haciendo. Os aconsejo que de vez en cuando comprobéis con un tenedor si la verdura está lista y a poco que los tronquitos estén crujientes apartad la olla y refrescar la verdura bajo el grifo. Escurridla y seguid con la preparación.

Mientra simplemente he dorado en un poco de aceite un par de dietes de ajo laminados.
He agregado luego una cebolla mediana cortada chiquita y he esperado primero a que poche para luego subir un poco el fuego y que llegara a dorarse un poco.
A continuación he añadido al sofrito el beicon cortado en trocitos no demasiado pequeños, la pimienta blanca, un par de hojas de laurel y una guindilla y he esperado a que el beicon se dorara un poco. Al tratarse de beicon ahumado no necesitaba demasiada cocción así que he trabajado con el fuego bastante alto.
Tiernos ya los cogollos de romanesco solo restaba agregarlos escurridos al sofrito y darles unas vueltas para que todo el guiso se impregnara de los sabores y sobretodo el aroma del beicon.


Y nada más!! Así de sencillo y rápido.