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Empanada gallega de atún y pimientos. Receta y elaboración paso a paso

Hace una semana elaboramos una empanada gallega de bacalao, cebolla y pasas. Hoy vamos a preparar una de atún con pimientos.
Ingredientes y la elaboración a mano de la masa así como el montaje de la empanada es común en ambas recetas, de modo que quien quiera elaborar la masa en casa puede consultar todo el proceso de manera pormenorizada como siempre acompañado de muchísimas fotografías pinchando en el enlace.


Sardinas marinadas con aroma de naranja. Simplemente deliciosas!!

En la entrada anterior os ofrecía un marinado de sardinas con un poquito de picante. En esta os propongo una forma menos convencional. Más fácil incluso y aunque la mezcla de los ingredientes del aliño son poco convencionales os aconsejaría que os animárais a prepararla porque está sencillamente exquisita!! 
Me gustan mucho también como resultan las sardinas marinadas de la otra forma pero con esta preparación casi, casi que me gustan más aún.
INGREDIENTES


  • 3/4 kg de sardinas absolutamente frescas
  • Agua bien fría, si es preciso con cubitos de hielo
  • 100 gramos de sal gorda o algo más
  • Vinagre de manzana 
  • El zumo de una naranja
  • Aceite de oliva virgen extra
Podéis ver el proceso de limpieza y curado en la otra entrada. Hasta el momento de sacarlas del vinagre los pasos son exactamente los mismos y al igual que para la otra preparación precisamos que las sardinas sean muy, muy frescas y de muy buena calidad.





De hecho hice las dos preparaciones ayer como aperitivo, la mitad de sardinas de un modo y la mitad del otro.
De acuerdo, tenemos las sardinas ya curadas un rato en el vinagre como os comentaba ahora simplemente nos resta exprimir el zumo de una naranja y ponerlo en un recipiente dónde quepa el brazo de la batidora, añadimos aproximadamente la misma cantidad de aceite de oliva virgen y batimos hasta emulsionar. Así de fácil!! Es un tanto extraña la combinación de aceite y zumo de naranja pero de verdad que resulta deliciosa.

Sacamos los lomos del vinagre y los colocamos en una bandeja o plato rociándolos por encima la mezcla de zumo y aceite y no hay más misterio. A la mesa a tomarlas con una buena cervecita fresquita o un buen vino. Que aproveche!!


Sardinas marinadas picantes. Una receta sabrosa y fresca!!

Casi saltaban sobre los trozos de hielo. Qué sardinas tan bonitas tenían ayer en la pescadería!! Se me ocurrió hacerlas marinadas y mientras estaban en la salmuera decidí hacer la mitad de ellas de un modo distinto que os explico en la siguiente entrada.
Me gusta mucho preparar el pescado marinado, no solo las sardinas, el salmón y el bacalao también queda delicioso preparado de esta  manera. El resultado de estas preparaciones me parece que aporta al pescado delicadeza y suavidad y aunque en estas dos formas de hacerlo se usa salmuera y vinagre, no se trata del sabor fuerte y contundente típico de los boquerones en vinagre porque los tiempos son mucho más cortos. El pescado resulta curado pero ni con la textura ni con el sabor de los encurtidos.
Vamos si os parece con el primero, el más clásico y que si os gusta el picante usaremos guindilla y en caso contrario pimiento rojo dulce y dejamos para la siguiente entrada un marinado al aroma de naranja. Las sardinas que preparé en total, con los dos aliños, fue de más o menos tres cuartos de kilo. Podéis preparar la mitad de un modo y la mitad de otro o hacerlas todas de una sola forma. Al gusto!!

La condición para que estas sardinas queden magníficas es que sean absolutamente frescas además conviene tener unas pinzas de cocina que sean buenas y un cuchillo de pescado perfectamente afilado

Unas pinzas son imprescindible si se desea que al tomarlas sean agradables de comer y no nos encontremos ninguna espinas que son tan desagradables.

INGREDIENTES
  • 3/4 kg de sardinas absolutamente frescas
  • Agua bien fría, si es preciso con cubitos de hielo
  • 100 gramos de sal gorda o algo más
  • Vinagre de manzana 
  • Una cebolleta tierna
  • Una guindilla o pimiento rojo dulce si no os gusta el picante
  • Aceite de oliva virgen extra

Con el pescado fresco no hay que esperar. Tan pronto llegué a casa las evisceré y las puse en un colador dentro de un bol bien amplio lleno de agua muy fría para que fueran desangrándose.

Hay dos formas de sacar los lomos. una vez quitadas las cabezas y evisceradas. La primera es abrir la sardina hasta el final, hasta la cola con los mismos dedos o con un cuchillo. A continuación colocan las sardinas sobre una tabla de corte. Pasando un cuchillo que corte muy, muy bien se pasa la hoja de éste horizontalmente sobre la espina recorriéndola con el cuchillo desde la cola hacia arriba hasta sacar el primer lomo. A continuación se le da la vuelta y se hace lo mismo del otro lado para sacar el segundo lomo. Esta forma de hacerlo requiere tener un buen cuchillo de pescado que esté perfectamente afilado.

Si lo preferimos podemos hacerlo con los dedos. Simplemente abriendo la hendidura del vientre hasta la cola y despegar un poco el final de la espina central pellizcándola entre el índice y el pulgar y con los mismos dedos, metiéndolos entre la espina y la carne hacer el recorrido hasta el final hasta retirar completamente la espina procurando no llevarnos pegada a ella mucha carne y que nos queden los dos lomos unidos por la parte central.

Lo próximo es el trabajo más minucioso pero no hay otro remedio, debemos limpiar los lomos meticulosante y con unas pinzas de cocina ir retirando las espinas del vientre tirando con cuidado de ellas con unas pinzas de cocina.

Mientras las limpio, en todo momento dejo las sardinas en agua bien fría. Las voy sacando de un bol para limpiarlas una a una y una vez bien limpios los lomos los vuelvo a introducir en el colador metido dentro de otro bol lleno de agua bajo el grifo abierto con un chorrito de agua muy fino para que el agua vaya renovándose durante un ratito. Veréis que las sardinas comienzan a "blanquear" enseguida por efecto del agua fría del grifo mientras van perdiendo la sangre.

Cuando veamos que llevan un ratito ya y que apenas si tienen sangre, si acaso una pizquita que suele quedarse en el vientre preparamos una salmuera con bastante agua (que cubra del todo las sardinas) y un par de puñados generosos de sal gorda. Removemos bien tratando de que la sal se disuelva en el agua y dejamos los lomos en esta salmuera durante un ratito, con media hora es suficiente.

El paso siguiente es sacarlos de la salmuera, secarlos bien con papel de cocina y ponerlos en un recipiente dónde quepan extendidos para cubrirlos totalmente de vinagre de manzana. Permanecerán en el vinagre un rato. El tiempo dependerá de lo "curado" que nos guste el pescado y del grosor de las sardinas. A mí personalmente me gusta poco hecho de ahí que las deje no más de media hora o a lo sumo una pero si queréis podéis dejarlas algo más. Nunca varias horas porque estamos hablando de lomos delgaditos en los que el vinagre tarda poco en penetrar y no queremos una carne de pescado totalmente curada.
Cortamos en rodajitas sumamente finas la cebolleta y en cuadraditos bien chicos la guindilla si nos gusta o el pimiento rojo si preferimos que no piquen. Si no encontráis en el mercado guindilla fresca de este tipo podéis usar pimiento dulce y echar unas gotitas de tabasco por encima o incluso guindilla en polvo.

Ponemos los lomos de sardina sobre un plato y los cubrimos con las hortalizas cortadas echando sobre el conjunto un chorrito de aceite de oliva virgen y servimos.


Me encantan como quedan estas sardinas marinadas. Constituyen un tentador aperitivo delicioso para tomar con una buena cervecita fría. Al usar vinagre de manzana no quedan con un sabor fuerte y avinagrado como los boquerones en vinagre. Resultan suaves y delicadas al paladar y como hemos hecho un trabajo meticuloso de retirar cualquier espina son muy agradables de comer.
En el siguiente artículo os propongo una forma distinta de marinar estas sardinas. Aunque el resultado es muy distinto en realidad el proceso de preparación es el mismo, lo que difiere es el aliño con el que se sirven. Si tuviera que elegir, si acaso me gustan aún más tomarlas como os explico en la próxima receta.

Empanada gallega III/III (Montaje de la empanada y horneado)

Ayer preparamos un riquísimo relleno de bacalao y pasas que tenemos frío ya y que al haber pasado un día ya los sabores se han integrado perfectamente y está hoy más sabroso aún que recién cocinado. Hace unas horas que preparamos nuestra masa a mano o en thermomix, le hemos dado el tiempo de reposo  para que la levadura actúe y la masa leve y ahora ya la tenemos lista para montar una empanada que tras su horneado quedará de auténtico lujo!!

Empanada gallega II/ III (Receta y preparación de la masa a mano o en Thermomix)

Ayer hicimos el relleno de esta empanada gallega cuya masa nos disponemos a hacer ahora mismo. Esta mañana haremos la masa y a la tarde, antes de cenar, montaremos la empanada y la hornearemos. Pinchad en cada uno de los vínculos para ir viendo los tres pasos.
Parece que cuando uno le dedica tres entradas a una sola preparación debe ser algo realmente difícil y no lo es en absoluto. De hecho quienes de vosotros hayáis hecho alguna vez empanada pensaréis que incluso muchas de las explicaciones son innecesarias. Puede ser para quienes tengan ya alguna práctica pero he preferido redactar estas tres entradas para que alguién que jamás hizo una empanada pueda hacerla sin dificultad alguna y no se quede en algún paso preguntándose y ahora qué? así es suficiente? y si me pasa esto qué hago?

Besugo al horno con patatas panaderas, un lujo!!

Sé que a muchos les da cierta pereza enfrentarse a los asados pero de verdad que no hay razón para ello. El horneado es una técnica que cocina los alimentos de forma sumamente cómoda y que se puede hacer cantidades para bastantes comensales sin apenas trabajo. 
Con un asado es difícil que quedéis mal. Un asado tiene una preparación y un aroma que invita necesariamente a degustarlo y si los ingredientes son de calidad y usamos simplemente un poco de lógica no es necesario ni grandes destrezas ni gran experiencia frente a los fogones para que nos quede una preparación de lujo.
En estas Fiestas Navideñas es de lo que se trata, que nos cunda el tiempo y podamos atender además de la cocina los mil detalles que debemos preparar cuando nos vienen las visitas de familiares y amigos a casa estos días. Además, pensad que los tiempos de horneados los podemos aprovechar para ir preparando otras cosas e incluso otros platos. El horno solo precisa que no se nos olvide pero no necesita que estemos pendiente constantemente de él.
Voy a preparar este besuguito de unos seiscientos gramos y pico para dos pero la preparación sería exactamente la misma modificando tiempos y cantidades si vais a cocinar al horno un besugo de mayor tamaño para más comensales. Esta preparación estoy segura que os resultará exquisita y además es muy cómoda y fácil de preparar. 
Os especifico los que precisaremos:

INGREDIENTES 

  • 2 patatas medianas
  • 1/2 cebolla
  • 1 diente de ajo
  • 2 hojas de laurel
  • 1 limón
  • Una pizca de pimienta negra molida
  • Un poco de agua
  • Una copita de vino blanco
  • Un chorreón de aceite de oliva virgen extra (Disculpadme, no salió en la foto)
  • Un besugo fresco

Antes de comenzar:
A propósito de las patatasHay que tener en cuenta que las patatas tardan bastante más en ablandarse en el horno que el pescado. De modo que debemos prepararlas con tiempo suficiente para que con el tiempo que esté el besugo en el horno, finalmente, queden blanditas y apeteciblemente doradas.
Otro tema importantísimo para que las patatas queden en su punto es que deben cocinarse con "humedad". Unas rodajas de patatas metidas en el horno solo con aceite quedan resecas y se queman antes de ablandarse. 
Por eso vamos a poner las patatas tapadas con papel de aluminio para que no se doren ni se evapore el líquido si no que permanezca en la bandeja y contribuya al ablandado de las patatas. Luego sí, una vez casi blandas debemos retirar la protección de aluminio para que a la vez que siguen cocinándose el líquido (agua, vino, zumo de limón...) vaya evaporándose y vaya quedando en la bandeja solo el aceite que ayudará a que la patata se dore poco a poco.
Los tiempos en cocina siempre son aproximados, los productos, los materiales, los electrodomésticos...todo ello influye en que puedan variar ligeramente. 
La calidad incluso de las patatas puede hacer que precisemos algo más de horneado o menos. En todo caso yo siempre me aseguro pinchando con un tenedor de que las patatas estén blandas antes de introducir el besugo. No se trata de que estén deshechas pero sí de que al pincharlas con un tenedor no ofrezcan demasiada resistencia. El tiempo de horneado con el besugo servirá para terminar de ablandarlas y de dorarlas pero si están muy duras a los cuarenta cinco minutos primeros deberemos alargar unos minutos más este tiempo de horneado.
Sobre el pescado y los tiempos de horneados 
El tiempo de horneado del pescado en general es algo variable en función de su forma, es decir, de su grosor, de si son o no planos o tienen partes con más grosor que otras y de su tamaño total. Pero en general son algo así como unos 30/35 minutos por kilo de pescado. Menos si son muy planos y unos minutos más si son altos. 
De todos modos, como siempre os comento, cada horno tiene "sus caprichos" y nosotros debemos conocerlos. Pero vamos, con estos tiempos el pescado estará hecho pero sobretodo, cosa absolutamente importante!! No se os pasará de tiempo!! No hay cosa peor que un pescado pasado de tiempo. Se reseca y pierde toda la gracia. Si hay algo delicioso es esa carne blanquita, que conserva su jugo...un bocado al que nadie puede resistirse si está en su punto justo!!
Al comprar el besugo pedidle al pescadero que os lo prepara para hacer al horno. Lo eviscerará y eliminará las escamas. No obstante, os aconsejo que cuando lo vayáis a preparar lo paséis rápidamente por debajo del grifo con agua fría, rápidamente!! No es bueno lavar y lavar el pescado, pierde sabor! El hacer esto es para eliminar cualquier escama que se haya podido quedar pegada al limpiar el pescado.

Tendremos el horno precalentado a 180/190º con calor por arriba y por abajo. Ahora sí, vamos a preparar este besugo:
1.- Preparamos las patatas en la bandeja. Las pelamos y las cortamos en rodajas de aproximadamente medio centímetro de gruesas. A mí me gustan que tengan forma de "cuña" es decir, de un lado este grosor que os digo y ninguno en el otro, pero esto ya son manías de las cuales en la cocina reconozco que tengo bastantes!! :)
Incorporamos la media cebolla cortadita en juliana. Salpimentamos el conjunto.
Exprimimos medio limón y lo agregamos a la bandeja de las patatas junto con medio vaso de agua y un chorreón no demasiado generoso de aceite de oliva virgen extra

Agregamos las dos hojas de laurel y una ramita de tomillo (si disponéis de él y si no de cualquier otra hierba aromática, a poder ser fresca porque tienen un aroma incomparablemente mejor que las secas que vienen en bote). Cubriremos la bandeja con papel de aluminio en su totalidad y dejaremos que horneen 45 minutos.
2.- A los tres cuartos de hora abrimos el horno y retiramos el papel de aluminio de las patatas y tras incorporarle la copita de vino blanco dejamos que se vayan horneando otros quince minutos.
3.- Mientras se hornean las patatas vamos a preparar el besugo. Simplemente lo salpimentamos por dentro y por fuera, introducimos unas rodajitas de limón en los cortes que el tienen practicados en el limo y por dentro metemos en para aromatizar. 
De momento no vamos a poner el pan rallado. Lo haremos en el último instante, justo al meterlo en el horno porque no queremos que le pan vaya empapándose con la humedad del pescado. Queremos que se dore.
4.- Trascurridos estos últimos quince minutos que habíamos dado para que las patatas terminaran de ablandarse y con el horno a la misma temperatura con calor por arriba y por abajo como hasta ahora, metemos el pescado ya con el pan rallado espolvoreado por toda su superficie en forma de capa finita. No se trata de hacer una masa encimad él si no una ligera y apetitosa capita crujiente y fina.
Tendremos el besugo sobre las patatas horneándose durante unos quince minutos. 
5.- Mientras se va haciendo el besugo vamos a  preparar el aliño con el que bañaremos la costra.
Machacamos un poco (no demasiado, que quede textura) un diente de ajo en un mortero y en un poco de aceite lo sofreímos hasta que el ajo dore, con cuidado de que no se nos queme porque llegaría a amargar desagradablemente.
Exprimiremos la otra mitad de limón que todavía no hemos utilizado y echaremos el refrito de ajo inmediatamente en una salsera para poder distribuirlo mejor dentro del horno.

Han pasado los quince primeros minutos de horneado del besugo, ahora, sin esperara que el aceite se enfríe, bañaremos con el zumo de la otra mitad de limón y con el aceite bien caliente en le que hemos refrito el ajo
Cuidado!! No volcar de golpe el aceite sobre el pan, provocaréis que éste resbale sobre la piel del pescado y caiga sobre las patatas. Por el contrario hacedlo con cuidado, incluso ayudándoos de una cuchara sopera para ir mojando toda la capa de pan. Os sobrará un poco, echadlo sobre las patatas, les dará un gusto bien rico.
6.- Dejamos que hornee los últimos diez minutos restantes y servimos bien caliente!! El pescado no puede esperar! A la mesa, a degustar este estupendo besugo con estas deliciosas patatas.
Estoy segura de que si cocináis un besugo de esta forma para cualquier comida de estas Fiestas quedaréis sin demasiado esfuerzo como un rey/reina y vuestros invitados os lo agradecerán!! ;)



Tartar de salmón noruego fresco

No sé por qué no hago con más frecuenta este plato. Es saludable, fácil de realizar, no excesivamente caro y además es nutritivo y poco calórico. Quién da más!


INGREDIENTES
  • 250 Gramos de salmón noruego fresco
  • 1/2 cebolla morada
  • 2 rodajas de pepinillos en vinagre agridulces
  • El zumo de medio limón
  • 1 cucharadita colmada de alcaparras
  • 1 cucharaditae rasa de pimienta verde
  • Unas gotas de tabasco
  • Un chorrito de salsa Lea & perrins
  • Un chorrito de aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Tenía  comprada una bandeja de solomillo de salmón noruego fresco sin espinas. Estaba de oferta y me ha resultado comodísimo realizar este plato porque no he tenido que quitarle espinas ninguna porque venía limpio. Si usáis salmón de otras partes tened cuidado a la hora de eliminar las espinas. Ayudaos de unas pinzas de cocina con las que os resultará muy fácil extraerlas.
Otro tema es que el pescado deberá estar previamente congelado para evitar el problema del Anisakis. Una vez sacado del congelador dejadlo en el frigorífico que se descongele despacito, sin forzarlo, el pescado ganará en calidad, en sabor y en textura si no forzamos el descongelado.

Comenzamos? :)
Picamos bien, bien, finita la cebolla morada. Con cebolla blanca también sale bien pero esta morada es mas dulce y pica menos.
Cortamos un poco, no demasiado, las alcaparras. Picamos las rodajas de pepinillos en vinagre agridulces. Por cierto, no me gustan nada los pepinillos que no son agridulces, me parecen demasiado fuertes. Dan un sabor demasiado potente a las preparaciones. Estos son del Lidl y me encantan!!
Vamos incorporando todos estos ingredientes al bol dónde estemos preparando el tartar.

Por último picamos con cuchillo bien afilado el salmón. El tamaño de los trocitos depende del gusto. Yo prefiero que sean de un tamaño mediano. Demasiado picados acaba por deshacerse el pescado y ofrece un aspecto que me desagrada. 

Ahora prepararemos el aliño. Tan fácil como machacar un poco en un mortero una cucharadita colmada de pimienta verde y agregarle las gotas de tabasco, el zumo de limón, el chorrito de aceite de oliva virgen extra, la sal y el par de cucharaditas de salsa Lea & Perrins. Removemos con conjunto y lo incorporamos al bol mezclando bien todos los ingredientes.


Es preferible dejar media hora de reposo para que el pescado se macere. Sé que algunos de vosotros pensaréis que este plato es de pescado "crudo" Pero no es del todo cierto, no está crudo. Está marinado, curado...El zumo de limón, la salsa Lea & Perrins, el vinagre de los pepinillos, el aceite...todos son ingredientes que en esa media hora de reposo "cocinan" el pescado hasta un punto que hace desaparecer la textura y sabor a pescado crudo. Hacedme caso, no tendréis la sensación de tomar pescado sin cocinar. Está simplemente delicado y delicioso!!
Una vez pasado el tiempo de reposo meter la mezcla en un aro de emplatar. Presionar un poco sobre la superficie para que no queden bolsas de aire. Con cuidado retirar el aro hacia arriba.

Podéis servirlo con otro acompañamiento cualquiera. Esta noche nosotros lo hemos tomado con unos berros y tomatitos cherry aderezados con una reducción de Pedro Ximenez. 



Lubina a la sal con patatas "a lo pobre". Rico, rico!!

Me encanta el pescado!! Mucho más que la carne... pero sobretodo me gusta el pescado con elaboraciones sencillas, hervido simplemente con un poquito de mahonesa o frito en un aromático aceite virgen de oliva extra envuelto en una fina capa de harina...ummm me encanta!!
Los pescados a la sal conservan todo su sabor y su jugo. Son sencillos de preparar y el tiempo que se utiliza en hacerlo no es mucho.

Hoy me apetecía acompañar estas dos lubinas con patatas a lo pobre y una pizca de alioli. He vivido muchos años en Málaga y allí hay costumbre de que en muchos restaurantes te sirvan el alioli cuando se toma esta preparación. Pienso que esta salsa, si no se abusa de la cantidad, combina a la perfección.

Conviene que cuando nos preparan las lubinas en la pescadería pidamos al dependiente que nos la limpie para esta preparación. Así no abrirá del todo el pescado y extraerá la tripa por la parte inferior de la cabeza practicándole un pequeño corte en esa zona. De esta manera la sal no penetrará dentro del pescado.

De todos modos si se os olvida hacerlo y os ponen el pescado abierto de la manera habitual tampoco hay mucho problema. Tened la precaución de, al colocar el pescado sobre la sal, cerrar bien la tripa para que no entre la sal y asunto arreglado.
Como en esta ocasión las voy a acompañar de patatas a lo pobre comienzo esta preparación un ratito antes que el pescado porque el pescado, una vez caliente el horno no tarda demasiado. Así cuando tengo llevan un rato todos los ingredientes de las patatas a lo pobre en la sartén precaliento el horno y a continuación horneo las lubinas.
No voy a explicar aquí la preparación de las patatas a lo pobre. Si queréis ver la receta completa pinchad en el vínculo.

Igualmente colgué en su día una entrada explicando cómo se hace el allioli si os decidís a acompañar estas lubinas con esta salsa, ya sabéis, podéis consultar la receta aquí también. Se trata de mahonesa casera pero la única diferencia es que en esta ocasión agregaremos a los ingredientes un diente de ajo y así aromatizaremos esta salsa.

La preparación de las lubinas (o doradas u otro pescado..) no tiene ciencia alguna. 
1.- Precalentaremos el horno a unos 220º (calor por arriba y por abajo).
2.- Tomaremos una bandeja de dimensiones suficientes para que las lubinas quepan de forma holgada en ella teniendo en cuenta que irán cubiertas con mucha sal y por tanto necesitarán más espacio del que ocupan ellas solas. 
Pondremos en el fondo de la bandeja una buena capa de sal. Gordita, de unos dos centímetros de alta. Ello impedirá que el pescado toque el fondo de la bandeja llegando a pegarse a él o incluso quemarse. Echaremos un poco de agua sobre esta sal. Con dos o tres veces que nos mojemos las dos manos bajo el grifo y salpiquemos con ellas la sal, será suficiente. Mezclamos un poco para humedecer un poquito la sal por igual y nos cercioramos de que no quede hueco alguno en este lecho por el que se puedan escapar los líquidos de la cocción.
3.- Sobre este lecho de sal colocaremos las lubinas teniendo cuidado de que no toque la una con la otra para facilitar la limpieza del pescado cuando esté hecho. Si las ponemos pegadas será muy fácil que al meter los instrumentos de cocina con los que estemos sacando la carne del pescado las rompamos.

4.- Cubriremos la parte superior de las lubinas con otra capa de sal también de buen grosor. Aplastaremos bien con las manos para que la sal se adhiera perfectamente al pescado. Haremos igual que en la capa inferior: evitar cualquier hueco en la sal que permita la evaporación del jugo del pescado que es el que permitirá su cocción.

5.- Meteremos la bandeja en el horno precalentado a 220ª y hornearemos unos 40/50 minutos. El tiempo dependerá de dos factores: del funcionamiento de vuestro horno y del tamaño de las lubinas. Si hacemos una lubina muy grande será preciso agregar algo más de tiempo, claro. Yo he tenido estas 45 minutos y han salido en su punto, con la carne hecha pero jugosa, nada reseca.

Cuando saquemos la bandeja del horno observaremos que la sal se ha compactado totalmente formando una costra muy dura. Tan dura que os va a costar romperla.

Ahora sacaremos las lubinas de esta sal. Poned la bandeja en un lugar dónde trabajéis amplios y cómodos. Cuántas menos cosas tengamos alrededor del espacio de trabajo, mejor!!
El pescado se enfría con gran facilidad así que deberemos trabajar un poquito ligero para emplatar lo más pronto posible y poder comer el pescado calentito, para ello lo mejor será tener a mano todo lo que vayamos a precisar.
Vamos a precisar una manopla para agarrar firmemente la bandeja. Cuidado con no quemaros!! En este momento tanto la sal como la bandeja están que arden!! Necesitaremos también un cuchillo de punta redondeada que sea fuerte y nos valga para golpear con él la capa de sal y para ir levantándola. Una espátula nos vendrá muy bien tenerla a mano porque nos ayudará a ir retirando los lomos del pescado.

Cómo sabemos que las lubinas están en su punto? Si la carne está blanca, jugosa, sin sangre ni zonas crudas; si la espina se despega de la carne limpiamente y entera, sin ejercer demasiada presión...si la carne se desprende con facilidad de la piel...está en su punto!!

Estas lubinas a la sal acompañadas de patatas a lo pobre. estarán deliciosa!! 
Preparad un poquito de alioli y servirlo en una salsera aparte para que cada comensal se sirva un poquito si lo desea. Probadlo!! En Málaga, como comentaba arriba, sirven en muchos restaurantes el pescado a la sal así y está delicioso!!