Besugo al horno con patatas panaderas, un lujo!!

Sé que a muchos les da cierta pereza enfrentarse a los asados pero de verdad que no hay razón para ello. El horneado es una técnica que cocina los alimentos de forma sumamente cómoda y que se puede hacer cantidades para bastantes comensales sin apenas trabajo. 
Con un asado es difícil que quedéis mal. Un asado tiene una preparación y un aroma que invita necesariamente a degustarlo y si los ingredientes son de calidad y usamos simplemente un poco de lógica no es necesario ni grandes destrezas ni gran experiencia frente a los fogones para que nos quede una preparación de lujo.
En estas Fiestas Navideñas es de lo que se trata, que nos cunda el tiempo y podamos atender además de la cocina los mil detalles que debemos preparar cuando nos vienen las visitas de familiares y amigos a casa estos días. Además, pensad que los tiempos de horneados los podemos aprovechar para ir preparando otras cosas e incluso otros platos. El horno solo precisa que no se nos olvide pero no necesita que estemos pendiente constantemente de él.
Voy a preparar este besuguito de unos seiscientos gramos y pico para dos pero la preparación sería exactamente la misma modificando tiempos y cantidades si vais a cocinar al horno un besugo de mayor tamaño para más comensales. Esta preparación estoy segura que os resultará exquisita y además es muy cómoda y fácil de preparar. 
Os especifico los que precisaremos:

INGREDIENTES 

  • 2 patatas medianas
  • 1/2 cebolla
  • 1 diente de ajo
  • 2 hojas de laurel
  • 1 limón
  • Una pizca de pimienta negra molida
  • Un poco de agua
  • Una copita de vino blanco
  • Un chorreón de aceite de oliva virgen extra (Disculpadme, no salió en la foto)
  • Un besugo fresco

Antes de comenzar:
A propósito de las patatasHay que tener en cuenta que las patatas tardan bastante más en ablandarse en el horno que el pescado. De modo que debemos prepararlas con tiempo suficiente para que con el tiempo que esté el besugo en el horno, finalmente, queden blanditas y apeteciblemente doradas.
Otro tema importantísimo para que las patatas queden en su punto es que deben cocinarse con "humedad". Unas rodajas de patatas metidas en el horno solo con aceite quedan resecas y se queman antes de ablandarse. 
Por eso vamos a poner las patatas tapadas con papel de aluminio para que no se doren ni se evapore el líquido si no que permanezca en la bandeja y contribuya al ablandado de las patatas. Luego sí, una vez casi blandas debemos retirar la protección de aluminio para que a la vez que siguen cocinándose el líquido (agua, vino, zumo de limón...) vaya evaporándose y vaya quedando en la bandeja solo el aceite que ayudará a que la patata se dore poco a poco.
Los tiempos en cocina siempre son aproximados, los productos, los materiales, los electrodomésticos...todo ello influye en que puedan variar ligeramente. 
La calidad incluso de las patatas puede hacer que precisemos algo más de horneado o menos. En todo caso yo siempre me aseguro pinchando con un tenedor de que las patatas estén blandas antes de introducir el besugo. No se trata de que estén deshechas pero sí de que al pincharlas con un tenedor no ofrezcan demasiada resistencia. El tiempo de horneado con el besugo servirá para terminar de ablandarlas y de dorarlas pero si están muy duras a los cuarenta cinco minutos primeros deberemos alargar unos minutos más este tiempo de horneado.
Sobre el pescado y los tiempos de horneados 
El tiempo de horneado del pescado en general es algo variable en función de su forma, es decir, de su grosor, de si son o no planos o tienen partes con más grosor que otras y de su tamaño total. Pero en general son algo así como unos 30/35 minutos por kilo de pescado. Menos si son muy planos y unos minutos más si son altos. 
De todos modos, como siempre os comento, cada horno tiene "sus caprichos" y nosotros debemos conocerlos. Pero vamos, con estos tiempos el pescado estará hecho pero sobretodo, cosa absolutamente importante!! No se os pasará de tiempo!! No hay cosa peor que un pescado pasado de tiempo. Se reseca y pierde toda la gracia. Si hay algo delicioso es esa carne blanquita, que conserva su jugo...un bocado al que nadie puede resistirse si está en su punto justo!!
Al comprar el besugo pedidle al pescadero que os lo prepara para hacer al horno. Lo eviscerará y eliminará las escamas. No obstante, os aconsejo que cuando lo vayáis a preparar lo paséis rápidamente por debajo del grifo con agua fría, rápidamente!! No es bueno lavar y lavar el pescado, pierde sabor! El hacer esto es para eliminar cualquier escama que se haya podido quedar pegada al limpiar el pescado.

Tendremos el horno precalentado a 180/190º con calor por arriba y por abajo. Ahora sí, vamos a preparar este besugo:
1.- Preparamos las patatas en la bandeja. Las pelamos y las cortamos en rodajas de aproximadamente medio centímetro de gruesas. A mí me gustan que tengan forma de "cuña" es decir, de un lado este grosor que os digo y ninguno en el otro, pero esto ya son manías de las cuales en la cocina reconozco que tengo bastantes!! :)
Incorporamos la media cebolla cortadita en juliana. Salpimentamos el conjunto.
Exprimimos medio limón y lo agregamos a la bandeja de las patatas junto con medio vaso de agua y un chorreón no demasiado generoso de aceite de oliva virgen extra

Agregamos las dos hojas de laurel y una ramita de tomillo (si disponéis de él y si no de cualquier otra hierba aromática, a poder ser fresca porque tienen un aroma incomparablemente mejor que las secas que vienen en bote). Cubriremos la bandeja con papel de aluminio en su totalidad y dejaremos que horneen 45 minutos.
2.- A los tres cuartos de hora abrimos el horno y retiramos el papel de aluminio de las patatas y tras incorporarle la copita de vino blanco dejamos que se vayan horneando otros quince minutos.
3.- Mientras se hornean las patatas vamos a preparar el besugo. Simplemente lo salpimentamos por dentro y por fuera, introducimos unas rodajitas de limón en los cortes que el tienen practicados en el limo y por dentro metemos en para aromatizar. 
De momento no vamos a poner el pan rallado. Lo haremos en el último instante, justo al meterlo en el horno porque no queremos que le pan vaya empapándose con la humedad del pescado. Queremos que se dore.
4.- Trascurridos estos últimos quince minutos que habíamos dado para que las patatas terminaran de ablandarse y con el horno a la misma temperatura con calor por arriba y por abajo como hasta ahora, metemos el pescado ya con el pan rallado espolvoreado por toda su superficie en forma de capa finita. No se trata de hacer una masa encimad él si no una ligera y apetitosa capita crujiente y fina.
Tendremos el besugo sobre las patatas horneándose durante unos quince minutos. 
5.- Mientras se va haciendo el besugo vamos a  preparar el aliño con el que bañaremos la costra.
Machacamos un poco (no demasiado, que quede textura) un diente de ajo en un mortero y en un poco de aceite lo sofreímos hasta que el ajo dore, con cuidado de que no se nos queme porque llegaría a amargar desagradablemente.
Exprimiremos la otra mitad de limón que todavía no hemos utilizado y echaremos el refrito de ajo inmediatamente en una salsera para poder distribuirlo mejor dentro del horno.

Han pasado los quince primeros minutos de horneado del besugo, ahora, sin esperara que el aceite se enfríe, bañaremos con el zumo de la otra mitad de limón y con el aceite bien caliente en le que hemos refrito el ajo
Cuidado!! No volcar de golpe el aceite sobre el pan, provocaréis que éste resbale sobre la piel del pescado y caiga sobre las patatas. Por el contrario hacedlo con cuidado, incluso ayudándoos de una cuchara sopera para ir mojando toda la capa de pan. Os sobrará un poco, echadlo sobre las patatas, les dará un gusto bien rico.
6.- Dejamos que hornee los últimos diez minutos restantes y servimos bien caliente!! El pescado no puede esperar! A la mesa, a degustar este estupendo besugo con estas deliciosas patatas.
Estoy segura de que si cocináis un besugo de esta forma para cualquier comida de estas Fiestas quedaréis sin demasiado esfuerzo como un rey/reina y vuestros invitados os lo agradecerán!! ;)



Tartar de salmón noruego fresco

No sé por qué no hago con más frecuenta este plato. Es saludable, fácil de realizar, no excesivamente caro y además es nutritivo y poco calórico. Quién da más!


INGREDIENTES
  • 250 Gramos de salmón noruego fresco
  • 1/2 cebolla morada
  • 2 rodajas de pepinillos en vinagre agridulces
  • El zumo de medio limón
  • 1 cucharadita colmada de alcaparras
  • 1 cucharaditae rasa de pimienta verde
  • Unas gotas de tabasco
  • Un chorrito de salsa Lea & perrins
  • Un chorrito de aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Tenía  comprada una bandeja de solomillo de salmón noruego fresco sin espinas. Estaba de oferta y me ha resultado comodísimo realizar este plato porque no he tenido que quitarle espinas ninguna porque venía limpio. Si usáis salmón de otras partes tened cuidado a la hora de eliminar las espinas. Ayudaos de unas pinzas de cocina con las que os resultará muy fácil extraerlas.
Otro tema es que el pescado deberá estar previamente congelado para evitar el problema del Anisakis. Una vez sacado del congelador dejadlo en el frigorífico que se descongele despacito, sin forzarlo, el pescado ganará en calidad, en sabor y en textura si no forzamos el descongelado.

Comenzamos? :)
Picamos bien, bien, finita la cebolla morada. Con cebolla blanca también sale bien pero esta morada es mas dulce y pica menos.
Cortamos un poco, no demasiado, las alcaparras. Picamos las rodajas de pepinillos en vinagre agridulces. Por cierto, no me gustan nada los pepinillos que no son agridulces, me parecen demasiado fuertes. Dan un sabor demasiado potente a las preparaciones. Estos son del Lidl y me encantan!!
Vamos incorporando todos estos ingredientes al bol dónde estemos preparando el tartar.

Por último picamos con cuchillo bien afilado el salmón. El tamaño de los trocitos depende del gusto. Yo prefiero que sean de un tamaño mediano. Demasiado picados acaba por deshacerse el pescado y ofrece un aspecto que me desagrada. 

Ahora prepararemos el aliño. Tan fácil como machacar un poco en un mortero una cucharadita colmada de pimienta verde y agregarle las gotas de tabasco, el zumo de limón, el chorrito de aceite de oliva virgen extra, la sal y el par de cucharaditas de salsa Lea & Perrins. Removemos con conjunto y lo incorporamos al bol mezclando bien todos los ingredientes.


Es preferible dejar media hora de reposo para que el pescado se macere. Sé que algunos de vosotros pensaréis que este plato es de pescado "crudo" Pero no es del todo cierto, no está crudo. Está marinado, curado...El zumo de limón, la salsa Lea & Perrins, el vinagre de los pepinillos, el aceite...todos son ingredientes que en esa media hora de reposo "cocinan" el pescado hasta un punto que hace desaparecer la textura y sabor a pescado crudo. Hacedme caso, no tendréis la sensación de tomar pescado sin cocinar. Está simplemente delicado y delicioso!!
Una vez pasado el tiempo de reposo meter la mezcla en un aro de emplatar. Presionar un poco sobre la superficie para que no queden bolsas de aire. Con cuidado retirar el aro hacia arriba.

Podéis servirlo con otro acompañamiento cualquiera. Esta noche nosotros lo hemos tomado con unos berros y tomatitos cherry aderezados con una reducción de Pedro Ximenez.