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Mi receta de zarzuela de pescados y mariscos. Un plato marinero de lujo.

La zarzuela de pescado y marisco tubo una cuna humilde. En su origen se realizaba con los productos del mar que los pescadores no podían aprovechar para la venta. El tiempo se encargó de ir sustituyendo pescado y marisco de escaso valor por otros de más categoría. Nació en la zona costera de la Comunidad Valenciana, Cataluña y las Islas Baleares. Hoy tenían varias razones de mucho peso para hacer una gran celebración familiar y quería agasajar a mis invitados con una comida de esas de chuparse los dedos. Nada mejor que una deliciosa zarzuela. Elaborada con mimo, con cariño, sin prisas...como se merece mi familia :)

Cómo se hace el auténtico allioli solo con ajo y aceite (Sin huevo ni yemas)

No seré yo quien sustraiga halagos a la gastronomía catalana. Muy al contrario, mi cocina está cuajada de platos catalanes que elaboro con cariño y cierta nostalgia. Ahora bien, de ahí a decir que el allioli (o ajoaceite) es de origen no ya de la antigua Corona de Aragón, si no en concreto de Cataluña va un trecho y muy largo. Primero porque no hay prueba histórica alguna que lo demuestre. Segundo porque el uso y mezcla de elementos tan humildes de la cocina como el aceite y los ajos, forma parte de casi todas las cocinas de nuestro país y de todas las del Mediterráneo. Que se lo digan a los valencianos que llevan toda la vida acompañando su paella con el exquisito allioli.

Pimientos del piquillo rellenos de brandada de bacalao

He hecho muchas veces pimientos con bacalao. Pero una cosa es rellenarlos con la típica mezcla que muchas veces se hace como una bechamel con base de cebolla frita a la que luego se agrega el bacalao y bastante leche y otra cosa es rellenarlos con una brandada de esta categoría. La hice siguiendo la receta que figura en el libro de Joan Roca "Las mejores recetas de mi madre" y de verdad que estos pimientos ya son "otro nivel". No exagero. Ni siquiera les hace falta una salsa demasiado elaborada y trabajosa, llevan en el "corazón" un tesoro tan exquisito que aplicaría aquí también lo de "menos, es más".

Receta de brandada de bacalao (de "Las mejores recetas de mi madre" de Joan Roca)

Nos vamos a ceñir hoy a la receta que de la brandada de bacalao contiene el libro del chef Joan Roca  de El Celler de Can Roca, "Las mejores recetas de mi madre" que es una selección de recetas de la cocina tradicional catalana que su madre (Dª Montserrat Fontané) ofrece en el restaurante Can Roca de Gerona. 

Canelones de rustido - Un plato tradicional de la cocina catalana

Esta es la tercera receta de canelones que comparto en este blog. Y es que los canelones creo que son el plato que más me gusta de la cocina catalana (Aunque el origen es italiano, en Cataluña son muy tradicionales desde el siglo XIX). Primero fueron unos preparados de un modo de lo más clásico:  Canelones a la catalana o "Canelones de San Esteban" (Sant Esteve); luego hice unos aprovechando carne de pollo asada con ciruelas que había sobrado, Canelones rellenos de pollo asado con ciruelas y pasas y hoy traigo los canelones que yo he hecho de toda la vida (Bueno, casi).



Pa de Pessic de Vic (O pan de "pellizco") Un bizcocho suave y esponjoso catalán

Yo no diría que el pa de pessic es un bizcocho genovés pero se le parece en su esponjosidad y ligereza. Y digo que no me parece una genovesa porque tiene levadura y una mezcla de maizena y harina y el verdadero genovés solo tiene huevos, harina y azúcar. Sin grasas (que no sean las que tienen los huevos) ni levaduras.
Los pasteles rellenos deben tener un bizcocho suave, sin que su base domine el sabor y tiene que tener una textura muy esponjosa. No valen los bizcochos pesados y contundente, pensemos que si le agregamos nata, mermeladas, chocolates, al final resultarían muy pesados de comer.
En todo caso, vale igual que el genovés, como base de pasteles rellenos. Es suave de sabor y esponjoso de textura y por ello, si lo cortamos en capas podemos rellenarlo con cremas, chocolates, etc y resultará un pastel ligerito y delicioso.
¿Por qué se llama Pan de "pellizco"? No podría asegurar el origen de este tipo de bizcocho catalán porque he leído distintas versiones. Parece ser que se hacía durante el tiempo de procesiones y que se daba a la gente y esta, al no poder comerla sobre platos por ir andando, iban "pellizcando" trozos del bizcocho y lo comían in situ.
Os anticipo que aunque la entrada parece larga (y lo es) es más por mi sentido previsor de hacer todo tipo de advertencias al que se acerca a la cocina sin mucha experiencia a sus espaldas que por lo complicado que sea la realización de este suave, suavísimo, bizcocho catalán.
Como siempre, os animo a leer toda la entrada antes de poneros manos a la masa (y nunca mejor dicho!). Leer todo el artículo puede que os ayude a anticipar algunas cosas antes de poneros a su elaboración y evitar errores.

Vamos a preparar el molde. Yo prefiero los típicos de aluminio cuyas paredes se abren y pueden retirarse de la base pero también los de silicona pueden valer.
Ponemos una hoja de papel sobre la base del molde, ponemos encima el aro que constituye sus paredes, cerramos bien y recortamos alrededor de la base el papel que sobra.
Recortamos a continuación una franja de papel de unos centímetros más de altura de los que tiene nuestro molde y con ella cubrimos las paredes interiores. Un truquillo que va muy bien es untar ligeramente con mantequilla algunos puntos de las paredes, así se no tendréis problemas de adherencia del papel al molde.

Bien, ahora ya podemos comenzar a precalentar el horno a 160º centígrados. Es un calor suave para que el bizcocho se cueza despacito. Calor por arriba y por abajo y sin la opción "aire" si vuestro horno la tiene.

Unas palabras a cerca de la batidora. Veamos, tendremos que levantar claras a punto de nieve. Indudablemente podremos lograrlo con una batidora de brazo con su accesorio de varillas, con unas varillas de mano también llegaremos a levantarlas pero nos costará mucho más esfuerzo y tiempo. 


Yo personalmente uso siempre una batidora eléctrica de varillas. Es cómoda, rápida y muy eficaz. Pero si no tenéis en casa, ya os digo, con unas varillas y mucha paciencia, no habrá problema. Eso sí, el dolor de brazo que os dejará...ni es cuento!

Dispongamos todos los ingredientes y utensilios que vayamos a precisar. Es importante preparar una buena mise en place. Tener todo a mano, pesado, medido... facilita mucho las cosas y evita interrupciones innecesarias.
Veamos, qué necesitaremos para preparar este delicioso bizcocho

INGREDIENTES
* 4 Huevos de tamaño mediano
* 125 gramos de azúcar
* 75 gramos de harina de maiz (Maizena)
* 25 gramos de harina común
* 1 cucharadita de levadura química tipo Royal
* La ralladura de la piel de un limón
* Un pellizco de sal
* Una pizca de mantequilla para pegar el papel al molde
ARTÍCULOS Y UTENSILIOS
* Espátula de silicona
* Preferiblemente batidora eléctrica de varillas pero vale también varillas de mano o la batidora de brazo con el accesorio de las varillas (con las cuchillas no podríamos levantar las claras ni batir bien las yemas)
* Papel de hornear
* Un molde. El que yo he usado en esta preparación es de 20 cm de diámetro por 9 de alto.

Es la hora de empezar a hacer nuestro bizcocho...Vamos a separar las claras de las yemas. Cada una de ellas las pondremos en un bol distinto. El de las yemas debe ser muy amplio para que pueda acoger todos los ingredientes que habrán aumentado de volumen cuando los manipulemos.
Con la batidora de varillas levantaremos las claras a punto de nieve. Tardaremos en el proceso unos 2/3 minutos. Dependerá de la potencia de vuestra batidora.
Comenzaremos a batir y cuando empiecen a hacer espuma añadiremos un pellizco de sal. Esto ayudará a que suban pero además dará un punto necesario de sabor en el bizcocho.
Seguiremos batiendo hasta que tengan una consistencia bien espesa de manera que cuando levantemos la varilla y dejemos caer las claras estas se mantengan firmes y no se caigan. Las reservaremos para más adelante.
Continuamos después por batir bien las yemas de huevos mezcladas con la ralladura de limón y el azúcar. En este proceso tardaremos algo más. Unos 10/12, dependerá igualmente de la potencia de la batidora. No solamente deberán cambiando de color del amarillo intenso a un blanco cremoso, si no que tendrán que triplicar su volumen.
Pero la textura a la que tendremos que llegar también importa. Fijaos, estas yemas están batidas, se han aclarado algo de color pero están muy líquidas. Necesitan más batido.
Con unos minutos más las yemas se han aclarado mucho de color y han espesado pero todavía la marca que dejan en el bol al caer desaparece rápidamente. Más batido!
Unos minutos más y habremos llegado al punto. Os explico: Cuando dejamos caer la mezcla desde las varillas al recipiente, la marca que dejan no desaparece enseguida. Un truquillo: si podemos contar hasta 5/6 después de que caiga la mezcla y aún vemos la marca sobre la superficie de las yemas es que están en su punto.
Ahora mezclaremos los elementos secos: harina, maizena y la cucharadita de levadura.
A partir de aquí iremos incorporando a las yemas batidas, alternativamente un poco de claras a punto de nieve y un poco de harina mezclando suavemente, con movimientos envolventes con las varillas de mano.
Cuando veamos que las claras que hemos incorporado a las yemas se han homogeneizado bien, añadiremos la harina tamizada con un colador y mezclaremos igualmente con las varillas haciendo movimientos muy suaves de abajo hacia arriba hasta incorporarla totalmente a la mezcla.
Se trata de ir incorporando un poco de claras y un poco de harina mezclando suavemente. Sin tener prisa. Pensemos un cosa, este bizcocho resulta esponjoso y suave precisamente por el aire que incorporamos a la mezcla a levantar las claras a punto de nieve y batir como hemos comentado las yemas.
Si batimos con brusquedad o con una batidora normal de mano con cuchillas, ese aire desaparecerá así que tened paciencia. Mezclar con mucha suavidad y lentamente.
Una vez incorporada toda la harina y claras llega el momento de llenar el molde.
Y ahora ya podemos meterlo en el horno que estará a estas alturas a la temperatura que precisamos. Si vuestro horno tiene calor por arriba y por abajo deberíais poner la bandeja en el nivel inferior pero si solamente tiene calor por abajo sería preferible subir un poco el nivel de la bandeja.
El tiempo de cocción es flexible. Resulta imposible decir con exactitud los minutos que tardará en cocerse vuestro bizcocho. Cada horno tiene sus peculiares características. Debéis conocer vuestro horno. En principio, a partir de los 30/35 minutos podría estar hecho pero hay que comprobarlo.
Mirad desde fuera a través del cristal de la puerta. Si el bizcocho ya ha subido la puerta puede abrirse. Eso sí, hacedlo despacio, sin brusquedad. Un golpe de aire frío de repente puede hacer bajar el bizcocho así que ojo!
Abriremos nuestra puerta y con un palito de brocheta de madera pincharemos en su centro. Si el palillo sale totalmente limpio, podemos sacarlo ya del horno. De lo contrario dejaremos que se hornee unos 5/10 minutos más. 
En mi horno ha tardado casi una hora. No ha llegado pero casi. Es importante que lo vigiléis, una vez hecho no hay ninguna razón para que el bizcocho siga horneándose. Lo único que se logra es que se reseque. 
Dejadlo reposar unos minutos para que se atempere y podáis manipularlo. Una vez podáis tocar el molde si quemaros, se puede proceder a desmoldar el bizcocho. Retirad el papel de hornear y dejarlo enfriar sobre una rejilla (yo no tengo así que lo he puesto en un plato). 
La rejilla viene bien porque permite que el aire fluya también bajo la base del bizcocho. Pero ya digo, yo no dispongo de ninguna.
Esperad unos minutos hasta que se enfríe y una vez esté frío se puede meter el bizcocho sobre el plato dentro de una bolsa de plástico con asas. Atando éstas impediremos que el bizcocho se reseque y endurezca.
Es normal que al enfriarse el bizcocho merme y baje un poco. Incluso que su superficie se arrugue un poquito.
Aquí lo tenemos. Ligero, suave, esponjoso y de un sabor delicado y delicioso!
Podemos rellenarlo y hacer con él una magnífica tarta o simplemente, si nos gusta, espolvorearlo con un poco de azúcar impalpable (azúcar glas) y que nos sirva como merienda o para acompañar el desayuno.


Fijaos en la miga... es como una esponja suave!! Creedme, ha quedado delicioso!

Por cierto, si no vais a usarlo para consumirlo en el momento y no sois muchos de familia podéis congelarlo sin problema. Esperáis a que esté totalmente frío. Lo cortáis en porciones y las envolvéis en papel de plata o film plástico de cocina y al congelador. El día que queráis comerlo no hay más que sacarlo con tiempo del congelador y dejarlo envuelto hasta el momento de consumirlo. 
No notaréis que ha sido congelado en absoluto!
Eso sí, no forcéis la congelación en un microondas, esperad a que adquiera la temperatura ambiente de manera natural antes de comerlo.


Canelones rellenos de pollo asado con ciruelas y pasas

Hoy viene casi toda mi familia a comer. Quiero homenajearles con una comida digna de ellos así que llevo ya días elaborando el menú. El segundo estará constituido por unos canelones con bechamel rellenos de pollo asado con ciruelas. 
Hoy tendré menos trabajo del que suelen dar los canelones porque en parte el relleno lo tengo hecho. Resulta que hace ya días hice un pollo asado con ciruelas que resultó exquisito. Ya tenía entonces en mente hacer los canelones así que cuando preparé el asado puse muchísima más cantidad de la que precisaba precisamente con la idea de que me sobrara suficiente como para hacer el relleno de estos canelones que he preparado hoy.
Os aconsejo que estos canelones los preparéis así, con la cantidad de sobra que pongáis demás el día que preparéis un asado. Con un mismo momento de horneado tendréis lista la comida del día que degustéis el asado y buena parte del relleno de los canelones que podéis guardar en el congelador hasta que se os presente el momento de hacerlos.
Partimos pues de un asado que sobró. Si vuestro caso es el de tener que hacer el asado de pollo previamente podéis consultar el enlace correspondiente.
Estos serán los ingredientes que precisaréis para hacer este pollo asado con ciruelas si no lo tenéis reservado de otro día y que nos servirá de relleno.
  • 1 Pollo grandecito cortado en trozos grandes 
  • 1 puerro
  • 2 cebollas moradas (blancas también valen)
  • 3 dientes de ajo
  • 1 manzana
  • 250 gramos de ciruelas pasas deshuesadas
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Vinagre de sidra o de manzana
  • Una copa de vino blanco seco
  • Sal
  • Azúcar moreno
  • Una cucharadita de hierbas provenzales
  • Un poco de pimienta en grano
  • 2 hojas de laurel
Pongo a cocer la pasta indico en la receta de los canelones a la catalana. 

Reservo las placas de pasta cocida bien tapadas con un trapo de cocina perfectamente limpio para que no se resequen.

No os preocupéis si alguna placa se os parte por la mitad, no es preciso tirarla, tan solo solapar un poquito ambas partes y al enrollarla con el relleno en su interior tened un poquito más de cuidado, una vez la bechamel lo cubra no se notará en absoluto.


Preparación del relleno de los canelones:
No pretendo un relleno todo triturado como es lo habitual. Deseo que me quede una mezcla  que no sea del todo homogénea si no con cierta textura dónde se pueda apreciar un poco el pollo asado y más claramente aún los trocitos pequeños de ciruela.
Así pues separo las ciruelas que durante su permanencia en le horno quedaron muy tiernas y las reservo. 
Limpio bien de la cebolla y salsa adheridas las tajadas de pollo y también reservo.
Retiro la piel y huesos a las tajadas de pollo apartando la carne limpia.
En un recipiente amplio agrego la carne de pollo ya desprovista de piel y huesos y la salsa y restos de puerros y cebolla del asado y con la batidora de brazo trituro pero sin llegar formar una pasta fina. 
Agrego ahora las ciruelas troceadas a cuchillo en trocitos que sea se perciban a tomar los canelones.
Mezclo bien todos los ingredientes y pruebo de sal.
La textura que ha quedado una vez triturado el relleno es idónea. No muy espesa para que no resulten pesados ni tan clara que no permita rellenarlos.
En el último momento he pensado que habían quedado pocas ciruelas y es que gustan tanto que cuando se sirve el pollo asado la gente quiere que le pongas en el plato muchas ciruelas así que creo que un puñadito de pasas rubias sin pepitas le irán bien. Las uvas pasas rubias tienen una piel más fina de las oscuras y rápidamente tomarán parte de la humedad del relleno y se hincharán. Con el tiempo de horneado ya dentro de los canelones se ablandarán más que suficiente.
Relleno las placas de pasta que tenía reservadas ya cocidas y tapadas enrollándolas alrededor del relleno.

No me gusta preparar la bechamel con demasiada antelación porque encuentro que se va espesando demasiado al enfriarse. Prefiero usarla sin duda en caliente, es más fácil de manejar. Esta vez voy a hacer la salsa bechamel en la Thermomix. Como os dije podéis consultar la receta en la entrada correspondiente. 
Mientras relleno los canelones voy cocinando la bechamel en la Thermomix y así la tendré lista para usarla en unos minutos. Podéis ver todo el proceso pinchando en el enlace.
Para los canelones que voy a servir hoy (36) preciso 1,5 litros de bechamel más o menos. Para que tengáis una idea aproximada y la adaptéis a la cantidad que necesitéis aquí están los ingredientes por cada litro de leche.


INGREDIENTES (para un litro de bechamel de cobertura)

  • 80 gramos de mantequilla (por litro de leche)
  • 80 gramos de harina (por litro de leche)
  • sal
  • Media cucharadita de nuez moscada en polvo
  • una pizca de pimienta blanca
  • 1 litro de leche entera.
  • Una cebolla bien picada (opcional)

Una vez preparada la bechamel, seguiríamos con el montaje de la bandeja de horneado: extiendo una capa  sobre la bandeja que voy a usar en el horneado y coloco sobre ella los canelones. A continuación cubro bien con una capa abundante de bechamel.
Espolvoreo toda la superficie con queso rallado y por último pongo unos pequeños pegotitos de mantequilla para que el dorado del plato quede bonito.
Horneo a temperatura media, calor por arriba y por abajo durante tres cuartos de hora aproximadamente, vigilando de vez en cuando como va dorándose para que no se queme la superficie.
Siento no poder ofrecer más fotografías del plato terminado, hoy ha venido toda la familia a comer y no era momento de andar con mucha cámara fotográfica en la cocina con las encimeras rebosando de cacharros y platos listos para llevar a la mesa entre trufas, bandejas con jamón y embutidos, foie, tartas de piña y ollas con consomé y con más visitantes en mi cocina que suele haber habitualmente, cualquiera les pedía que te dejaran espacio para tirar una foto!! Había que estar pendiente de "defender" de la bandeja de trufas de los "robos" a hurtadillas ajajjaja y ser capaz de llevar alguna a la mesa en la bandeja antes de que las devoraran!!