De lujo. Así es este plato. Os aconsejo que probéis a hacerlo un día en el que dispongáis de tiempo y ganas. No es que sea excesivamente laborioso pero sí, lleva su tiempito hacerlo. Aprovechando el tiempo que nos ofrecen las mañanas de los domingos me he puesto hoy con este lujazo de plato, hoy que no ando tan atareada como suelo estarlo. Meteos en la cocina, poneos el delantal y disfrutad con su elaboración!! Relajados, sin prisas.. es como se disfruta entre fogones. Si programáis los tiempos y aprovecháis la confección de uno de los elementos mientras se va cocinando otro.. no será tanto el tiempo que os lleve su preparación. Vuestros invitados no se decepcionarán con este plato y nosotros, los cocineros, tampoco ajajja
Venga, os dejo esta receta que es del grupo de las de "para quedar como un rey" Porque de verdad que es así, la presentación; el tipo de ingredientes que lleva; la preparación de los distintos elementos que componen el plato..simple pero cuya combinación da por resultado un plato de altura. A ver si os gusta..
INGREDIENTES (Para dos raciones)- 6 Láminas de canelones de sémola de trigo duro (tipo "El Pavo")
- Sal
- AOVE
- 10 Gambones o langostinos
- 1 calabacín pequeño
- Agua para las cocciones
- 10 gambones o langostinos de buen tamaño
- 1 "Burrata "(opcional) Queso cremoso italiano de una textura deliciosa
- Unas láminas de sal maldon si usamos burrata
- Un puñado de albahaca fresca (solamente las hojas, sin tallos)
- 90 gramos de AOVE
- Un puñado de piñones (unos 45 gramos aproximadamente)
- 1 pellizquito de sal
- 1 Diente de ajo pequeño
- 25 gramos de queso parmesano rallado
- 50 gramos de harina
- 50 gramos de mantequilla
- 1/2 litro de leche
- Sal
- Pimienta negra recién molida
- Nuez moscada
ELABORACIÓN:
El broche de "suntuosidad" lo aporta a este plato la utilización de un ingrediente que no es fácil de encontrar en España: "Burrata " (del italiano "burro", es decir, mantequilla y es que este queso es muy cremoso y mantecoso)
Se trata de un queso típicamente italiano y que de momento no es fácil adquirir aquí en España. Yo encontré el otro día en Carrefour en un expositor de productos italiano, así que rápidamente me vino a la cabeza la posibilidad de hacer completa esta receta con la que estamos hoy y aunque ya tenía previsto el menú de algunos días por delante, como se conserva bastante tiempo en el frigorífico dentro de la caja en la que viene pues me traje una pensando en esta preparación.
Es un queso que a mí me parece precioso!! Es también original porque tiene dos texturas, la externa más sólida y bastante gruesecita y un interior cremoso. Como os decía la burrata es un saquito de mozzarella relleno de crema de leche y mozzarella deshilachada. Se comercializa dentro de cajitas de plástico en las que va la burrata con suero en el que debe conservarse hasta su utilización. A la hora de su utilización, se corta la cuerdecita que la ata por arriba y se parte por la mitad. Al abrirse revela su delicioso interior. Ummm...qué corazón tan bonito, tan cremoso..
La burrata puede consumirse como acompañamiento o como protagonista del plato, simplemente rociada con pimienta negra recién molida y servida con unos brotes tiernos de ensalada. También casa estupendamente con el tomate maduro. Deliciosa!!
La utilización de burrata es opcional en esta receta, incluso podríamos sustituir la burrata por queso mozarella si nos resulta imposible comprar burrata.
Os voy a poner la elaboración de cada una de las "partes" de esta receta por separado y luego os explicaré el emplatado. Os parece? :)
La pasta
Ponemos a hervir la pasta en abundante agua hirviendo con sal gorda durante quince minutos. Los sacamos con una espumadera del agua y los dejamos sobre un paño de algodón limpio.
Es conveniente, calculando los tiempos, poner la pasta a hervir justo para que la tengamos al menos tibia al emplatar, así contribuirá a que no tomemos el plato demasiado frío.
Pesto genovese
A continuación os dejo un resumen para su confección pero si tenéis un rato os aconsejo que visitéis el enlace que os pongo para la elaboración de la salsa dos lineas más arriba. Allí hay algún que otro detalle de su elaboración que puede resultaros interesante. Pinchad en el nombre de la salsa si queréis visitar esta receta.
Pesto genovese
A continuación os dejo un resumen para su confección pero si tenéis un rato os aconsejo que visitéis el enlace que os pongo para la elaboración de la salsa dos lineas más arriba. Allí hay algún que otro detalle de su elaboración que puede resultaros interesante. Pinchad en el nombre de la salsa si queréis visitar esta receta.
- Lavamos y secamos la albahaca.
- Hacemos la salsa pesto genovés triturando en un vaso con la batidora eléctrica durante unos segundos (10/12) el aceite de oliva, las hojas de albahaca fresca, los piñones, un pellizquito de sal y un diente de ajo.
- Paramos la batidora y mezclamos bien con una cuchara.
- Volvemos a triturar durante otros cinco o seis segundos.
- Ponemos el pesto en un bol y le añadimos el queso removiendo bien el conjunto.
- Dejamos reposar 15/20 minutos el pesto reservándolo en el frigorífico hasta que vayamos a utilizarlo.
Los langostinos o gambones
Ahora tenemos que preparar el "relleno", para ello limpiaremos los gambones o langostinos y les eliminaremos la piel sin quitarles la cabeza ni la cola. El hecho de dejarles la cabeza permite que ésta suelte sus jugos en el aceite aportando muchísimo sabor al plato.
En una sartén con una pizca de aceite bien caliente doraremos en una sartén los langostinos a fuego bien fuerte espolvoreando sobre ellos abundante sal gruesa. Solo queremos que se nos doren por fuera conservándose tiernos y jugosos por dentro.
En una sartén con una pizca de aceite bien caliente doraremos en una sartén los langostinos a fuego bien fuerte espolvoreando sobre ellos abundante sal gruesa. Solo queremos que se nos doren por fuera conservándose tiernos y jugosos por dentro.
Las láminas de calabacín
Lavamos y secamos bien el calabacín. No lo pelamos porque su piel es muy fina y totalmente comestible. Además, nos dará mucho color al plato.
Pondremos a hervir una cazuela con agua y sal gorda y cuando llegue al punto de ebullición introduciremos en ella las láminas de calabacín apenas unos segundos para que se blanqueen. Las enjuagamos rápidamente en agua fría con hielo y las escurrimos. Reservaremos hasta la hora del emplatado.
Hombre, os diría que se puede utilizar también de bechamel de la que venden en tetrabrick, pero para qué os voy a mentir, el resultado no es ni parecido. La única vez que la he probado me ha parecido una salsa que en poco se asemejaba a una deliciosa y delicada salsa bechamel casera. Pero bueno, no siempre se dispone de todo el tiempo que quisiéramos y os lo comento como recurso a tener en cuenta.
Si os decidís a hacerla vosotros mismos (ya veréis como no os arrepentís del ratito que os lleva prepararla cuando disfrutéis en el plato de su delicado sabor!!)
Os remito para su elaboración al enlace salsa bechamel casera que puse en su día. Si queréis ver como la elaboro yo pinchad en el nombre de la salsa y el enlace os llevará a la receta.
Sí os adelanto que precisamos para este plato una salsa bechamel que no sea demasiado espesa para que envuelva el plato. Tenedlo en cuenta cuando la elaboréis.
El emplatado
Al emplatar podemos incorporar una "Burrata " consiguiendo un plato redondo con ello, o, a falta de ello un poco de queso mozzarella.
Emplatamos como nos guste. Yo lo he hecho así:
Sobre el centro del plato he comenzado por poner una lámina de canelón, sobre ella una cucharada de salsa bechamel. He extendido sobre la bechamel un poquito de salsa pesto y he colocado a continuación un par de gambones a los que ya les he quitado la cabeza. Perdonad la calidad de esta foto pero andaba apresurada y salvo que estuviera dispuesta a disfrutar de este manjar a una temperatura demasiado fria no pude entretenerme lo necesario para tomar una foto correcta. La pongo de todos modos por si le ayuda a alguién.
De nuevo otra capa de pasta de canelón, bechamel, pesto y langostino.
Por último, capa de pasta de canelón, bechamel, pesto, un par de láminas de calabacín escaldado.
y la he partido por la mitad sobre un platito. Con unas pinzas de cocina he cogido el interior de una de sus mitades y lo he puesto sobre el calabacín terminando con una pizquita de salsa pesto y sobre la cúpula el último langostino (esta vez con cabeza). Si lo preferimos podemos poner la burrata partida por la mitad al lado de la lasaña, sería otra opción para degustar también su capa externa. Eso ya como prefiráis, a vuestro gusto...
María.