Jengibre encurtido casero para acompañar el sushi

Cuando aprendí a hacer sushi compraba siempre uno de los acompañantes típicos de este plato japonés, el jengibre encurtido.
De todos modos siempre me parecía que estaba pagando un precio exagerado por un producto que no lo valía. Hasta que he aprendido a hacer mi propio jengibre encurtido casero. A continuación os explico como hacer en casa esta receta.
El jengibre encurtido es una raíz que se usa entre bocado y bocado de sushi para limpiar el paladar. Lo podemos encontrar en supermercados y en tiendas de productos orientales casi siempre en láminas, encurtido y con sabor agridulce.Este es el bote de jengibre encurtido que comercializa una de las marcas más conocidas de ingredientes para cocina oriental, "BLUE DRAGON". Lo cierto es que está muy rico el jengibre de esta marca pero ya digo, es caro, excesivamente caro y pudiendo prepararnos nuestro propio jengibre encurtido no veo la necesidad de pagar algo que no lo vale. El jengibre es bastante duro así que hay que cocerlo durante buen tiempo antes de su consumo, de ahí que me haya valido esta vez también de socorrida olla rápida para abreviar el proceso.
Aprovecho esta entrada para comentaros que no es imprescindible cocerlo para consumirlo, puede rallarse directamente, tal como lo adquirís fresco,  sobre ensaladas por ejemplo. Le aporta un sabor muy refrescante. eso sí, ojo con la cantidad que utilizáis ya que es bastante picante.
 
INGREDIENTES:
  • Algo menos de un kilo de raíces de jengibre fresco
  • 2 vasos de vinagre
  • 2 vasos de agua
  • Un poco de sal
  • 400 gramos de azúcar
Este es el aspecto de la raíz antes de cocinarse. Si tenéis la oportunidad de escoger trozos que no tengan excesivas ramificaciones os será más fácil pelarlo luego. También es conveniente que sean cuanto más pequeñas mejor ya que así es más tierno, menos fibroso.

 
  • Lo primero que debéis hacer es pelarlo con ayuda de un pelador de verduras de cuchilla y una cucharilla para acceder a las zonas dónde no podamos hacerlo con el pelador. Conforme vayáis pelando los trozos de raíces id poniéndolas en un recipiente con agua fría.
 
  • A continuación viene la labor más tediosa: cortarlo en láminas lo más finas posibles. Id poniéndo las láminas también en agua fría según vayáis cortándolas, así no se os oxidarán. Yo estoy esperando a ver si me hago con una buena mandolina que me facilite este trabajo. Mientras tanto debo de conformarme con obtener láminas no siempre del mismo grosor. Pero bueno, no deja de ser jengibre encurtido casero, así que, esas cosas tiene lo que se prepara manualmente.
  • Una vez hemos terminado de laminar todas las raíces las pondremos en la olla rápida y las cubriremos con agua. Dejaremos que lleguen a hervir y una vez que lo hagan las volcaremos sobre un colador retirándoles el agua dónde han hervido. Volveremos a cubrirlas con agua fría y las pondremos de nuevo a calentar.  Repetiremos este proceso tres o cuatro veces para eliminar en algo el picor propio del jengibre, así no sabrá tan fuerte cuando lo consumamos.
  • A continuación, las pondremos en la olla rápida por última vez y agregaremos el vinagre, el agua, la sal y el azúcar. Removeremos el conjunto y antes de cerrar la olla comprobamos si nos resulta agradable al paladar las proporciones de vinagre, agua, sal y azúcar. Debe de quedar dulce pero que tras el azúcar vuestro paladar perciba la sal. Si os parece excesivamente avinagrada la mezcla añadir algo más de agua.
  • Cuando suba la válvula contaremos 30 minutos para que se ablande.
  • El siguiente paso es esperar a que la olla rápida se despresurice para abrirla. Comprobad si están blandas las láminas. De estar demasiado duras, volver a cerrar la olla y dadles unos minutos más de cocción. No deben quedar como una patata cocida, deben conservar cierto "crujiente", las debéis de notar un poco al dente.
Ya tenéis vuestro jengibre encurtido casero!! Solo os resta poner las láminas cocidas en un tarro de cristal y cubrirlas con el líquido de cocción. Se conserva en el frigorífico muchas semanas.
Cuando hagáis vuestro sushi casero acompañadlo con este jengibre encurtido, ya veréis como os resulta delicioso. Si os animáis a hacerlo comentadme qué tal os ha salido.

Tosta de pechuga de pavo con queso, miel y hierbabuena

Una tosta de realización sencilla pero de resultado estupendo. Ingredientes que fácilmente tenemos en casa. Lo peculiar? El contraste de la miel y la hierbabuena, un "matrimonio" muy resultón!!
 
INGREDIENTES:
  • Rebanadas de pan tipo "pagés"
  • Queso de untar tipo "Philadelphia"
  • Cualquier tipo de hojas para ensalada
  • Embutido de pechuga de pavo
  • Miel
  • Hierbabuena muy finamente picada (solo las hojas, sin tallos)
ELABORACIÓN
  1. Ponemos en un tostador la rebanada de pan y cuando esté dorada comenzaremos a "decorarla"
  2. Untamos sobre ella un poco de queso tipo Philadelphia.
  3. La cubrimos con cualquier tipo de hoja que tengamos para ensalada (a mí me había sobrado brotes tiernos de una receta que hice ayer y los he aprovechado).
  4. Ponemos unas cuantas lonchas de pechuga de pavo encima.
  5. Rociamos con miel y espolvoreamos con un poco de hierbabuena finisimamente picada.

Almejas a la plancha, una tapa rápida y deliciosa

Sabor puro a mar. No se me ocurre una forma mejor para describir qué siente el paladar al degustar una de las tapas más exquisitas que conozco. Jugosas, tiernas, sabrosas, deliciosas!! Os invito a prepararlas de este modo que no puede ser más fácil ni más rápido.

INGREDIENTES
  • Almejas finas muy frescas
  • Sal
  • Limón
Para el preparado de aceite con ajo y perejil
  • 1 vaso de Aceite de oliva virgen extra
  • Las hojas de unas ramitas de perejil
  • 1 diente de ajo
ELABORACIÓN
  1. Preparad un aceite con ajo y perejil. Para ello tendréis que coger unas ramitas de perejil a las que retiraréis los tallos (solo se utilizan las hojas) y las picaréis lo más finamente que podáis. No lo hagáis con prisas, tomaros el tiempo necesario para que el perejil casi os quede "pulverizado". A continuación picad un diente de ajo también muy fino, muy pequeñito. Mezclar el perejil y el ajo con el vasito de aceite, removed y ya lo tenéis listo para cocinar. Podéis guardarlo en un bote en el frigorífico, os aguantará mucho tiempo. Es ideal para muchas otras preparaciones como para rociar con él cualquier pescado que hagáis a la plancha e incluso un bistec de ternera.
  2. En una sartén bien amplia dónde quepan sin amontonarse ponéis un chorreón de aceite (no mucho) y lo calentáis bien.
  3. Cuando la sartén está bien caliente echáis todas las almejas de golpe las rociáis con un buen chorreón del aceite que tenéis preparado con ajo y perejil, las removéis bien y tapáis rápidamente la sartén con tapadera para evitar las salpicaduras. Si utilizáis una tapadera de cristal podréis ir viendo como se van abriendo sin necesidad de levantar la tapa, así conservará la sartén la humedad del agua que van soltando las almejas al abrirse.
  4. En cuanto las conchas se abran (y eso no tardará casi nada si la almeja está fresca y el fuego lo tenéis bien fuerte) apartáis la sartén del fuego y servís acompañadas de un trozo de limón. No hay más secretos: almeja de calidad fresca y rapidez en al preparación.
Queréis alcanzar el cielo? Mojad una mollita de pan en esa salsita que sueltan las almejas...ya veréis lo rápidamente que lo alcanzáis :)
    CONSIDERACIONES
  • Utilizad para hacer esta tapa una almeja de mucha calidad y frescura.
  • Si compráis la almeja el día anterior a cocinarla guardarla en el frigorífico cubrierta totalmente por un trapo limpio mojado en agua. De todos modos no es conveniente aguardar demasiado para cocinar los pescados y mariscos una vez comprados. Cuánto antes las cocinéis más frescas estarán y mejor sabor tendrá el plato.
  • Unas horas antes de cocinarla poner las almejas en un recipiente dónde quepan holgadas con agua y un poco de sal (lo ideal sería agua de mar pero...yo que vivo en Madrid lo tendría bastante difícil por razones obvias ) No hay que saturar el agua con sal, solo un puñadito. Durante este tiempo expulsarán la arena que tuvieran dentro.
  • En el momento de cocinarlas, las enjuagáis y las escurrís.
  • Es imprescindible que durante el par de minutos que tardan en abrirse el fuego esté al máximo.
  • Las almejas apenas deben estar cocinadas, así estarán jugosas y conservarán su sabor a mar. Deben cocinarse muy poco, de lo contrario endurecen y pierden toda su gracia, por eso no deben cocer mucho. Para ello tenéis que apartarlas del fuego en cuanto abran, sin permitir que sigan concinándose si no queréis que se resequen y el plato se os arruine. No tengáis miedo de que quede cruda, tened en cuenta que el "bichito" no es de gran tamaño, que estamos cocinando con un fuego muy fuerte que proporciona una alta temperatura y que el agua que ellas mismas van soltando produce un vapor caliente que las va cocinando en su propio jugo.
  • Aunque el título de la entrada dice "almejas a la plancha"  He utilizado la palabra plancha  para evitar confusiones y pudiera pensarse que están cocidas. Prefiero hacerlas en sartén porque, salvo que se trate de la plancha de la cocina de un restaurante de características totalmente distinta a una casera, si las hiciéramos en una plancha como las que solemos tener en nuestras cocinas, el agua que van soltando al abrirse se evaporaría y quedarían mucho más secas que cocinadas de esta forma que os propongo. Además de esto, no me gusta el sabor "requemado" del ajo y el perejil en contacto con la plancha muy caliente. Eso sí, una sartén bien amplia para que todas las almejas toquen el fondo del recipiente y rápidamente adquieran la temperatura necesaria para abrirse enseguida.

Ensalada con queso de cabra y vinagreta de miel

Me encantan los brotes tiernos!!! (No solo los "económicos" que veía algún que otro político en plena crisis. Ja! Bueno, aquellos eran "verdes" pero para el caso...)Y esta ensalada me parece deliciosa, fácil de realizar y muy completa. El queso aumenta su sabor calentarlo fundiéndose su interior. Yo la he hecho con brotes tiernos pero puede hacerse con cualquier otro tipo de ensalada, incluso con brotes tiernos de espinacas crudas (es exquisita)
 

INGREDIENTES para dos raciones
  • 1 Bolsa de brotes tiernos (o la cantidad que queráis de cualquier tipo de ensalada)
  • 2 Rodajas gruesas de queso de cabra de rulo
Para la vinagreta:
  • Unas cuantas almendras o avellanas tostadas
  • Sal
  • 2 Cucharada colmada de miel
  • 4 Cucharadas de vinagre de manzana
  • 1 pizca de pimienta negra recien molida
  • 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

ELABORACIÓN
  1. Comenzaremos preparando la vinagreta machando en un mortero unas cuantas almendras o avellanas tostadas pero no tanto que forme una pasta, si no dejando que se aprecien los trocitos.
  2. Agregamos  un poquito de sal, la miel, el vinagre, la pimienta negra y el aceite de oliva virgen extra. Removemos bien el conjunto y reservaremos.
  3. Lavaremos la ensalada y la escurriremos bien o mejor aún, la "centrifugaremos" si tenemos una centrifugadora de verduras. Tened en cuenta que el agua arruina cualquier ensalada, así que escurridla lo mejor que podáis. Ponedla en un bol dónde podáis moverla bien.
  4. Añadiremos la vinagreta (reservando un poco para poner sobre el queso) . Removeremos bien para que la ensalada se impregne por todas partes y la pondremos en los platos en los que vamos a servirla.
  5. En una sartén pondremos unas gotas de aceite y calentaremos. Marcaremos las dos rodajas de queso a fuego fuerte. Cuidado al marcar el queso, se nos puede quemar. Dadle la vuelta con una paleta sin demora para que no se nos quede pegado a ella.
  6. Pondremos encima de cada plato con ensalada una rodaja del queso que acabamos de marcar y rociaremos con una cucharadita de la vinagreta que nos sobró. Serviremos.
No hay que esperar ni un minuto para comerla.
CONSIDERACIÓNES: Un consejo, cuando compréis el queso de cabra en rulo una de dos: o lo hacéis en charcutería con lo que el corte será reciente, o, si compráis la bandeja típica en la que suele venir las rodajas de este queso en las vitrinas frigoríficas de las grandes superficies, cercioraos de que el queso no lleva tiempo cortado. Se aprecia perfectamente por la limpieza del corte, la superficie absolutamente blanca, sin mohos ni zonas serecas, con cierta humedad y ninguna "resquebrajadura" (síntoma inconfundible del comienzo de deshidratación)


Fabada asturiana paso a paso

Si hay un plato de nuestra gastronomía que sea conocido a nivel internacional ese es LA FABADA. Lo escribo en mayúsculas porque es un plato rotundo con la armonía entre ingredientes que solo puede conseguir la sabiduría popular. Es una receta típica de la cocina asturiana elaborada con una variedad de judía blanca propia de la zona, "la faba" (o fabes, en plural), y chorizo, morcilla y cerdo (el compango)
Un plato que si bien lleva su buen tiempo de realización también es cierto que es de los que "se hacen solos" eso sí, precisaremos echarle un ojito de vez en cuando.

Ajos marinados o ajos encurtidos. Un aperitivo delicioso

Hoy os traigo un aperitivo un tanto original. Podréis tomarlos junto con unas aceitunitas acompañados de una cerveza. Ahora estaréis pensando "cualquiera se atreve a comerse un ajo así a pelo..." Pues no, os puedo asegurar que no pican en absoluto!!! De verdad!!! Los de este preparado que os propongo van mejorando según van pasando unos días tras su preparación y van tomándose poco a poco del sabor del líquido en el que se maceran. El sabor va suavizándose en los días siguientes a cocinarlos y cuando llevan dos o tres semanas en el tarro con las especias y el aceite, son una verdadera delicatasem!!

INGREDIENTES:
  • 1 vaso de vino blanco
  • 1 vaso de vinagre manzana
  • 5 cabezas ajo de chinchon
  • 2 cucharadas soperas azúcar
  • un pellizco de sal
  • unos cuantos clavillos
  • 1 cucharadita de orégano
  • unas bolas de pimienta negra
  • 2 hojas de laurel
  • 1 sobre de preparado para pepinillos en vinagre "Muraturi" (si no se logra encontrar, utilizar las especias que contiene el sobre y que especifico abajo)*
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • ELABORACIÓN
    1. Pelar todos los ajos tratando de no producir "heridas" en ellos con el cuchillo ya que al tratarlos después con vinagre pudieran perder el blanco en esas zonas y tornarse ligeramente azulados. No afectaría al sabor pero sí al aspecto.
    2. En una cazuelita poner a calentar el vinagre de manzana y el de vino blanco. Añadir mientras va tomando temperatura: el azúcar, el pellizco de sal, los clavillos, orégano, pimienta negra, las hojas de laurel y una cucharadita del sobre de preparado para pepinillos. Esperar hasta que hierva.
    3. Agregar al líquido todos los ajos.
    4. Esperar a que hierva de nuevo y contar 10 minutos desde este momento.
    5. Escurrir los ajos reservando el líquido de la cocción y enfriarlos rápidamente bajo el chorro del grifo con agua bien fría para evitar que se nos resblandezcan.
    6. Poner los ajos escurridos y enfriados en el bote dónde vayamos a guardarlos y llenar dos tercios del volumen sobrante con el líquido de hervir los ajos.
    7. Agregar el resto del sobre del preparado rumano de especies para pepinillos y terminar de llenar hasta el borde con un buen aceite de oliva.
    8. Dejar macerar al menos un mes antes de consumirlos.

    * NOTA: Preparado rumano para pepinillos en vinagre (marca "Muraturi")
    Contiene: semillas de mostaza, semillas de eneldo, pimienta negra, cilantro,



    bayas de enebro, clavos de olor, hojas de laurel, chile y pimienta de Jamaica.
    Utilicé un sobre de 30g

     

    Tiramisú casero, como hacerlo paso a paso- versión "simplificada"

    Hoy tenía ganas de algo dulce, así que tras preparar las carrilleras me he puesto con este postre de la cocina italiana conocido internacionalmente. Sabía que no iba a tardar demasiado en prepararlo y que mañana disfrutaremos de un delicioso tiramisú que, al llevar ya un día hecho habrá mejorado en sabor y aroma.
    Puede tomarse simplemente frío pero también lo he probado medio congelado, sin llegar a estar duro y puedo asegurar que es delicioso en verano.
    Tengo dos "versiones" de tiramisú, una que dejo para los días como hoy que no tengo demasiado tiempo; otra algo más elaborada y que me permito cuando no hay prisas en mi cocina. Hoy haremos el tiramisú "simplificado" pero no por ello menos delicioso.
     
    INGREDIENTES
    2 huevos enteros
    120 gramos de azúcar
    1 tarrina de queso "Mascarpone"
    300 gramos bizcochos de soletilla
    300 cc café negro bien cargado
    cacao en polvo tipo "Nesquik"
    Ron

    ELABORACIÓN
    1.- Preparamos unos 300 cc de café soluble instantáneo, sin azúcar y le agregamos un chorro generoso de ron.
    2.- Separamos las yemas de las claras y reservamos éstas.
    3.- En un segundo bol ponemos el queso mascarpone, el azúcar, las yemas, un poquito de café soluble y si lo deseamos también podemos agregar un chorrito de ron (a mí me gusta más con el licor).
    4.- Montamos las claras a punto de nieve
    5.- Mezclamos bien los ingredientes del bol en el que está el queso. Removemos bien hasta lograr una crema espesa totalmente homogénea.

    6.- Añadimos las claras montadas a punto de nieve mezclando el conjunto con movimientos
    "envolventes", no batiendo, para que no se bajen las claras y la mezcla siga quedando espumosa.

    7.- Ahora cubriremos el fondo de la bandeja con una capa generosa de crema.
    8.- Iremos mojando los bizcochos de forma muy rápida (para no empaparlos evitando así que se nos rompan) y los iremos colocando solapados cubriendo la crema.
    9.- Cubriremos esta primera capa de bizcochos con crema y espolvorearemos sobre ella con un colador un poco de Nesquik.
    10.- Formaremos una segunda capa de bizcochos de la misma forma, bañándolos en el café y colocándolos en dirección contraria a la que los colocamos en la primera capa (así será más difícil que al servir este postre se nos desmonte antes de llegar a ponerlo en el plato).
    11.- Terminaremos cubriendo con crema que también espolvorearemos con Nesquik.
    Deberemos refrigerar el tiramisú por lo menos unas horas antes de consumirlo pero yo no aconsejo tomarlo el mismo día. Está mucho más delicioso si permanece en el frigorífico durante el segundo día de realizarlo. El bizcocho se va empapando con la humedad de la crema y forma y adquiere sus sabores. Hacedme caso, tened paciencia, la espera se verá recompensada con creces!!!

    Carrilleras de cerdo ibérico en salsa

    No cocino esta carne con demasiada frecuencia pero reconozco que de vez en cuando las veo tras el cristal del mostrador de la carnicería y si tienen un aspecto impecable me entran ganas de cocinarlas. Es una carne tierna, melosa... ya sabéis que es el músculo del lateral de la mandíbula del cerdo (o ternera). Y por si fuera poco, tiene un precio muy razonable.
    En este caso vamos a cocinar carrilleras de cerdo pero la receta la podéis aplicar exactamente igual en el caso de que se tratara de ternera.
    Como hago siempre que puedo ahorrarme un tiempo utilizo mi olla rápida (a ver si saco un rato y os pongo una entrada de la que yo tengo porque creo que a la hora de adquirir una olla de este tipo son varios los aspectos a tener en cuenta antes de decidirnos).
    Veréis la fotografía sin la guarnición porque este plato será la comida de mañana. Y es que, como muchas carnes en salsa, las carrilleras me gustan más de un día para otro. Mañana agregaré unas simples patatas fritas, o un poco de puré de patata o quizás haga arroz blanco para compañarlas. De cualquier forma quedan bien.


     


    INGREDIENTES para tres raciones
    • Aceite de oliva virgen extra
    • 6 carrilleras de cerdo ibérico
    • sal
    • pimienta negra molida
    • Un puñadito de harina
    • 2 dientes de ajo
    • 1 cebolla de tamaño pequeño
    • 2 zanahorias no muy grandes
    • 1/2 pimiento rojo grandecito
    • 1/2 vaso de brandy (de los de agua)
    • 1/2 vaso de agua
    • 2 hojas de laurel
    • 2 ramas de perejil
    • 1/2 cucharadita rasa de nuez moscada
    • 1 cucharadita colmada de "Hierbas provenzales"
    ELABORACIÓN
    Si el carnicero no os retira la "telilla" que cubre una de las caras de las carrilleras hacedlo vosotros antes de cocinarlas. Primero porque no es agradable encontrársela cuando comamos la carne y segundo porque esta capa que recubre la carrillera, al entrar en contacto con el aceite caliente se encoge rápidamente haciendo que la pieza "se rize" adoptado una forma no demasiado bonita.
    Con un cuchillo bien afilado no cuesta hacerlo y merece la pena que las piezas de carne queden bien planitas sobre la olla cuando estemos cocinándola
    1. Lavamos las carrilleras con agua fría y las secamos con papel de cocina.
    2. Mientras ponemos a calentar en la olla rápida un chorro generoso de aceite de oliva virgen extra vamos salpimentando las carrilleras y las pasamos por harina sacudiéndoles el exceso.(Podrían hacerse sin este rebozado pero encuentro que la salsa queda más trabada).
    3. Cuando el aceite está bien caliente doramos en él las carrilleras por los dos lados. No se trata de cocinarlas ahora, tan solo de "sellar" la superficie exterior. Cuando veamos que están doradas por ambas caras las apartamos del aceite y las reservamos.
    4. En ese mismo aceite echamos para que se doren dos dientes de ajo picados bien pequeñitos.
    5. En cuanto comiencen a adquirir color agregamos la cebolla finamente picada, así como el pimiento y las dos zanahorias también cortados pequeñitos.Dejamos que el conjunto se rehogue unos minutos y la verdura vaya ablandando un poco.
    6. Al ver que la verdura está pochada añadiremos al guiso el medio vaso de brandy. Subiremos el fuego durante un minuto o dos para que reduzca.
    7. Agregamos a continuación el perejil, el laurel, la nuez moscada y las hierbas provenzales. Removemos bien.
    8. Por último metemos en la salsa las carrilleras que teníamos reservadas y les damos una vuelta para que se impregnen bien por todos lados.
    9. Cerramos la olla rápida y a partir de que la válvula asome contamos 15 minutos. Con este tiempo es más que suficiente para que queden tiernas y en su punto. El tiempo es algo variable en función del tamaño de las carrilleras. Con diez minutos es suficiente si son pequeñas.
    10. Al despresurarse la olla la abrimos, sacamos las carrilleras tratando de retirarles cualquier resto de verdura que lleve adherido y pasamos la salsa por un chino o simplemente por la batidora.
    11. Devolvemos la salsa ya batida a la olla y añadimos la carne.
    Ya las tenemos listas para servirlas como queramos. Acompañadas de patatas, de arroz hervido o de un puré de patata.
    Si no habéis probado nunca esta carne os aconsejo que prepareis unas carrilladas de esta forma, comprobareis que es un bocado delicioso!!!

    Paté de queso tipo "Philadelphia", magro y mermelada de piña

    Desde que hace ya tiempo las campañas publicitarias de determinado aperitivo inundaron nuestros televisores, todos comenzamos a conjugar un verbo que no corresponde a nuestro idioma, DIPEAR...Pues eso que ahora se llama así y de toda la vida ha sido "untar" es lo que podemos hacer con esta preparación. Una idea para tener en cuenta cuando todo son prisas o sencillamente no nos apetece cocinar. Este paté es de lo más rápido, pero sobretodo es sabrosísimo.
    Es la primera vez que lo preparo y debo de agradecer la idea a una chiquita muy joven que resultó ser una acompañante muy agradable y que amenizó mi viaje cuando el otro día me trasladaba de Ceuta hacia Madrid. Muchas gracias, Fátima!!



    INGREDIENTES:
    1 Tarrina de queso crema tipo "Philadelphia" (200 gramos)
    1 Lata de magro de cerdo cocido (220 gramos aproximadamente)
    Mermelada de piña (con tropezones) Mejor de "La vieja fábrica"
    ELABORACIÓN:
    Más fácil imposible!!
    1. En un bol aplastamos bien con un tenedor el magro de cerdo cocido, tratando de desmenuzarlo bien y de deshacerlo.
    2. Agregamos el queso tipo Philadelphia y con el tenedor también removemos a la vez que aplastamos la mezcla hasta obtener una crema homogénea pero que conserve un poco de "textura".
    3. Yo me he servido de un aro de emplatar pero podéis simplemente colocar la mezcla sobre el plato tratando de que tenga un aspecto apetitoso. Cubriremos con una capa generosa de mermelada de piña y...ya!!! Cuántos minutos? Pocos. Verdad?
    Podemos servir este paté con galletitas saladas o mini biscotes. Al gusto.

    Tortilla española (Tortilla de patata)

    Muy cuajada, jugosa, con cebolla, sin ella, alta o baja, caliente, tibia...hay tantas tortillas como cocineros. Incluso se establecen verdaderos debates sobre si debe o no llevar cebolla, si es más o menos exquisita en función de la temperatura..Pero digan lo que digan, la mejor, de nuestra madre. A que sí? Le pasa a la tortilla de patata (Tortilla Española), a la paella, a las croquetas y le pasa a todo aquello que hemos comido mil veces en nuestra vida y que por tanto hemos tenido la oportunidad de comparar con la nuestra, la de nuestra casa, aquella que desde chicos nuestra madre nos preparaba.
    Esta receta evidentemente no es la receta para la mejor tortilla del mundo porque esa, la mejor del mundo, es la que hace vuestra madre. Esta receta y forma de hacerla, solo es la mía.

    ´"Tomatá" de la abuela Andrea (mi abuela) - Salsa de tomate frito casera

    Todos tenemos grabados en la memoria, aunque haya pasado mucho tiempo, algunos recuerdos de aromas relacionados con la cocina en nuestra niñez. El olor que desprendía el de la salsa de tomate friéndose sobre unos anafres al lado de la lumbre en la que cocinaba mi abuela, en una sartén enorme de hierro; una sartén de esas de antes, negras como la noche...que "criaban" con los años una capa gruesa exterior, es para mí uno de los más delicioso. Aquel aroma que venía de más allá del corral dónde estaba mi abuela, me anticipaba el placer infinito que sentía cuando ella me permitía mojar una mollita de pan cuando el tomate estaba ya casi a punto...La segunda mollita me costaba más conseguirla pero a veces lo lograba!! jeje. Ay!!! Qué delicioso estaba aquel tomate frito!!!
    Esa receta pasó a mi madre y de mi madre a mí. Evidentemente yo ya no cocino sobre anafres al lado de una lumbre, lo hago en una olla rápida magnífica y quizás no sea exactamente igual pero puedo asegurar que ahora, mientras escribo esta entrada llega hasta mi ordenador desde la cocina un aroma delicioso y esta vez no voy a mojar dos mollitas de pan. Mojaré muchas más!!! Son los recuerdos y los placeres como estos los que luego nos hace cocineros a algunos y acabamos por sentir que la cocina es una laboratorio perfecto para ofrecer amor a los nuestros. Porque sin ese ingrediente... nada sale bien.
    Vale ya de nostalgias!! A por la receta..
    Siempre me ha dado una pereza horrible hacer salsa de tomate en una sartén. Seguro que habréis "padecido" alguna vez en vuestros antebrazos las salpicaduras del tomate ardiente que ha llegado a vuestros brazos desde la sartén. A que sí.
    Bueno pues yo, desde que tengo una magnífica olla rápida de la que en otra entrada os hablaré, no me cuesta nada ponerme con este plato que además me sale en cantidad suficiente para congelar y tener siempre a mano una estupendísima salsa de tomate casero. Sin ensuciar, sin engorrosos procedimientos, sin tardar una eternidad...
    Por qué pienso que esta receta es especial? Pues no solamente porque sea de mi abuela. Encuentro que esta salsa sabe especialmente rica por un aspecto algo peculiar: los pimientos que frío en el aceite antes de comenzar a hacer el tomate. Quién no ha probado un trocito de pan mojado en el aceitito dónde se han frito pimientos? No es absolutamente delicioso? Pues eso tiene mi salsa, el aceite de haber frito un kilo de pimientos rojos en él. Además, cuando está terminada la salsa agregar estos trozos de pimientos fritos en ella, y darles un par de minutos dentro antes de apartar la salsa del fuego, os aseguro que la hace también especial.
    INGREDIENTES
    • 1 vaso de aceite de oliva virgen extra
    • 3 pimientos rojos grandes (Aprox. 1 kilo)
    • 3 ó 4 dientes de ajo
    • 1 cebolla bien gorda
    • 2 hojitas de laurel
    • 2 ramitas de perejil
    • Unas bolitas de pimienta negra molida
    • 2 botes de kilo de tomate natural triturado de estupenda calidad
    • 1 ó 2 cucharadas de azúcar

    ELABORACIÓN:
    1. Calentamos en la olla rápida el aceite y una vez caliente añadimos los pimientos limpios, secos y cortados en octavos.
    2. Dejamos que se frian lentamente en el aceite, los retiramos y los reservamos.
    3. En el aceite doramos los dientes de ajo laminados.
    4. A continuación añadimos la cebolla bien picadita y dejamos que lentamente vaya pochándose sin olvidarnos removerla de vez en cuando para que no se pegue.
    5. Será el turno ahora de las ramas de perejil, las hojas de laurel y las bolitas de pimienta.
    6. Por último añadimos el contenido de los dos botes de tomate natural triturado y un poco de sal. Cuidado porque luego, al freir, se intensifican los sabores!!!
    7. Cerramos la olla rápida y a partir de que tenga la presión necesaria para que asome la válvula calculamos 20 minutos.
    8. Esperamos a que se despresurice y abrimos la olla.
    9. Añadimos los pimientos fritos que teníamos reservados. Rectificamos de sal y añadimos una o dos cucharadas de azúcar. Dejamos cocinar los pimientos en la salsa apenas un par o tres de minutos, el suficiente como para que se mezclen los sabores pero no se deshagan los pimientos. Apartamos del fuego.
    ALGUNAS CONSIDERACIONES
    • No hago esta salsa con tomate natural porque si usamos un tomate de bote bueno queda igualmente estupenda, ahorrándonos mucho tiempo en pelar, cortar, escurrir...Además, lo he intentado muchas veces que he visto tomates que tenían una apariencia preciosa y luego para mi decepción en su interior no había más que agua, la carne era escasa con lo que me salía una tacita de tomate apenas.
    • Por qué reservo los pimientos una vez que los tengo fritos y no los dejo durante la elaboración de la salsa? Porque si se dejan junto con el tomate mientras se fríe los pimientos pierden esa textura deliciosa que les caracteriza y a mí me gusta cuando tomo esta salsa encontrarme "verdaderos" trozos de pimientos frito y no trozos de pimiento que parecen "cocidos".
    • La cantidad de agua que contenga el tomate es inversamente proporcional a la calidad de la salsa. Es decir, si usamos latas con tomate triturado que contenga mucha agua la salsa no nos quedará densa y espesa. Cuando abramos la olla tendremos la desagradable sorpresa de encontrar dentro no una salsa de tomate con cuerpo si no una especie de sopa espesa que nada tiene que ver con una salsa de tomate frito de calidad (Me ha pasado una vez que usé unos botes de una marca que ahora no recuerdo). Antes de hacer esta salsa tendréis que encontrar una marca que comercialice tomate triturado denso, espeso, sin mucha agua.
    • Si veis que el tomate que habéis comprado al tomar una cucharada no hace montoncito arriba y queda plana, querrá decir que contiene demasiada agua y no habrá más remedio que colar previamente el tomate a través de un colador de malla muy finita apretando contra sus pareces. Lo que os quedará en el colador será verdadera pulpa de tomate y el tiempo de realización será muy inferior que si tenemos que cocer y cocer el tomate hasta que ese agua se evapore. En este caso, quizás saquéis poca pulpa y os veáis obligados a utilizar más de dos botes.
    • Por lo anteriormente explicado puede decirse que la calidad de las latas de tomate natural triturado es DETERMINANTE para el resultado de esta salsa.
    • Ojo con las salpicaduras de tomate cuando estéis en los últimos dos o tres minutos tras agregar los pimientos fritos. No cocinéis nunca el tomate con la olla sin tapa. Aunque en estos últimos minutos no la usamos como olla rápida si no como olla normal, hacedlo con tapa. Yo uso una tapadera de cristal de 28 cm de diámetro que se adapta perfectamente a mi olla evitándome así salpicaduras y que toda la encimer quede de pena de manchas..
    • Generalmente es necesario añadir a la salsa una o dos cucharadas de azúcar porque los tomates suelen tener un sabor un tanto ácido. Así que dependerá de la acidez que tengan los que hemos utilizado la cantidad de azúcar necesaria. Si nos agrada esta acidez no le añadimos el azucar. A mí, personalmente me gusta añadírsela porque queda más suave de sabor, pero sobre gustos...
    • Esta salsa puede servir para acompañar pasta de cualquier tipo. Unos tallerines con un poco de esta salsa y un poquito de queso rallado quedan deliciosos. También puede añadirse carne o trocitos de pollo. En ese caso se agregarían con la cebolla, para que se doren y se cocinen un poco antes de añadir el tomate.


    Licor de café casero

    Esta entrada es solamente para la gente con paciencia. Estar esperando tres meses para degustarlo reconozco que no está al alcance de todos. Llevo años haciéndolo y llegar a los tres meses sin, con la "excusa" de ver como va, ir tomando de vez en cuando el culillo de una copa... no lo logré nunca hasta que di con el sistema: No dejarlo cerca de la cocina. Ponerlo en un lugar fresco y oscuro delante del que yo no pasara más que de vez en cuando. Esta vez lo almacenaré en mi garaje que es como el Polo Norte pero con lavadero,  moto y muchos más cachivaches de los que yo quisiera jejeje No podré probarlo antes de tiempo porque tendría que acordarme de coger una copilla y la verdad, no suelo llevarme copillas cuando voy a poner la lavadora que está allí :) 
    Las primeras veces que elaboré este licor lo hice como suele ser habitual, con los ingredientes que indico pero no con el sistema por el que opto ahora. Me explico. Al principio disolvía previamente en un poco de agua el azúcar y luego, cuando se enfriaba el almíbar, se lo agregaba al licor junto con el resto de ingredientes.
    El sistema tenía una pega para mí y es que me gusta servir este licor en vasitos de chupitos congelados rellenos con la botella que guardo en el congelador también. Qué ocurría al tener agua? Pues sencillo, que se congelaba y para servir los chupitos tenía que sacar la botella previamente. Lo solucioné no haciendo el almíbar y agregándole solamente el azúcar sin agua.
    Si preferís hacerlo con el azúcar ya disuelto no hay problema. Ponéis el azúcar en una cacerola y le agregáis el agua necesaria para humecerla bien pero no más...ya veréis que con poca es suficiente. La lleváis a ebullición despacio removiendo de vez en cuando. Cuando el azúcar está disuelta en el agua dejáis enfriar y ya podéis usarla en el licor.
    Con mi sistema el azúcar tarda algo más en disolverse en el alcohol pero al final lo hace. Prefiero tener que remover más veces al día, sobretodo al inicio pero poder meter sin miedo la botella en el congelador y que no se me forme un bloque de hielo.
    Vamos a por el licor...
    INGREDIENTES (Para litro y medio de orujo)
    1,5 litros de buen orujo. También lo he hecho con buen aguardiente de mi tierra (Extremadura) hecho por mi padre que en paz descanse y debo decir que me salió igualmente exquisito.
    750 gramos de azúcar "glas"
    50 gramos de café torrefacto
    100 gramos de café normal
    2 ó 3 palitos de canela en rama
    La piel de un limón
    La piel de una naranja
    ELABORACIÓN:
    Es preferible hacerlo con más cantidad de orujo pero yo hoy no disponía de más. Ya que nos ponemos lo ideal sería hacer unos cinco litros.
    Antes de seguir os cuento que guardé el bote de cristal tamaño XL que véis en las fotografías. Contenía en su día aceitunas gordales y fue un acierto no tirarlo porque luego le di mucho servicio. En las tiendas de lo que llamamos chinos venden botes de cristal de buen tamaño, ahí podéis adquirir uno si no contáis con uno adecuado. Debe ser amplio, de boca ancha para facilitar el meter los ingredientes y también a la hora de remover el licor.
    Por lo que hace al azúcar os aclaro que yo nunca compro azúcar glas. La hago yo porque me parece que la que venden en los supermercados tiene un precio abusivo. La pulverizo en la Thermomix y antes de tener este robot en mi cocina lo hacía en un pequeño molinillo de café normal y corriente que tenía reservado solo para este menester. Tardaba más porque tenía que ir poco a poco ya que no cabía la cantidad necesaria de golpe...pero bueno, solo era cuestión de algo de paciencia.
    Ahora sí, paso a paso...no puede ser más sencillo:
    1. Pulverizo el azúcar y la convierto en azúcar glas.
    2. Muelo los granos de café torrefacto pero sin llegar a un molido fino que luego me dificultaría a la hora de colar el licor. No sé si se aprecia en las fotografías pero se ven trocitos de café, no polvo.
    3. Pelo el limón y la naranja tratando de llevarme con la piel la menor cantidad posible de parte blanca que luego le da un sabor amargo al licor.
    4. Ahora solamente resta poner el orujo en el bote dónde vayamos a elaborar el licor, agregar el azúcar glas, los dos tipos de café, las dos pieles y las ramitas de canela..
    5. Movemos el conjunto (yo lo he hecho con un palito de los chinos que dejo metido en el bote para facilitarme las cosas y así cuando me acuerdo de moverlo tengo el palillo a mano) No aconsejo dejar ningún instrumento de metal dentro del licor. Ponemos el recipiente en un lugar fresco y oscuro pero del que nos acordemos, eh? Pensad que hay que removerlo alguna vez.
    Y ahora el último ingrediente al que hacía referencia al inicio de la entrada: la paciencia...Remover cada día durante la primera semana. Luego ya de vez en cuando, cuando nos acordemos...
    Tendrán que pasar tres meses para que os pegue la fotografía del último paso que falta en la elaboración: el colado a través de un filtro de papel para cafeteras o una simple gasa escrupulosamente limpia y reservada solo para ese fin. Así que hasta que ese tiempo transcurra...aquí dejamos el licor de momento.


    "Sopa de Nadal amb galets farcits" - Sopa de Navidad con galets rellenos

    A que parece que lleva mucho trabajo rellenar los galets? Pués no, no cuesta nada si nos ayudamos de una manga pastelera o un simple bolsa de plástico. Esta sopa es la típica que se sirve en las mesas catalanas el día de Navidad. De todos modos yo, que no soy catalana, no la he reservado nunca para esta ocasión. Hoy por ejemplo os la presento aprovechando que había hecho Escudella i carn d´olla y me quedaba caldo que he aprovechado para la cena de hoy elaborando esta rica sopa catalana.
     
    Aclararé que es conveniente tener en el frigorífico desde el día anterior el caldo que vamos a utilizar para poder desgrasarlo. Ya sabéis que la grasa que contienen los caldos, al enfriarse, se solifica en la parte superior formando una película endurecida que es muy fácil eliminar. No por ello restaremos sabor alguno al caldo, la grasa solo aporta calorías, la calidad del caldo queda intacta sin ella.
    También debo decir que como en casa solo somos dos y lo que se suele necesitar de relleno es tan poco para unos 20/22 galets que vienen a ser dos raciones, no me merece la pena preparar este relleno únicamente para hacer esta sopa. Lo que hago es reservar una parte de la "Pilota" cuando hago la escudella en un taper pequeñito bien hermético y la guardo en el frigorífico. Al día siguiente relleno los escasos 22 galets que preciso para dos.

    INGREDIENTES
    Para el relleno de los galets (para 8/10 personas)
    • 1 diente de ajo
    • Un poco de perejil picado
    • Miga de pan de "pagés"
    • Leche entera
    • 1 huevo
    • Sal
    • Pimienta negra molida
    • 125 carne de cerdo picada
    • 125 carne de ternera picada
    • Un poquito de harina
    ELABORACIÓN:
    
    En un cuenco picamos el diente de ajo bien pequeño así como las ramitas de perejil. Desmigamos las rebanadas de pan de pagés y agregamos un chorreón de leche.
    Iremos aplastando con un tenedor todos los ingredientes bien revueltos. Añadiremos el huevo, la sal y la pimienta negra molida y mezclaremos bien el conjunto.
    Por último trabajaremos la carne picada con el resto de ingredientes que tenemos en el cuenco. Puede hacerse con un tenedor pero a mí, que no me importa nada mancharme las manos en la cocina, me gusta hacerlo manualmente porque creo que queda más homogéneo.
    Es conveniente que no quede una mezcla excesivamente dura y compacta. Es preferible que quede algo más blandita para que al cocer esté jugoso el relleno.
    Lo ideal es utilizar una manga pastelera pero yo tenía la mia utilizándose con otra receta que estaba preparando y eché mano de una simple bolsa de congelados de las de tamaño pequeño que están hechas de un plástico más fuerte que las corrientes y que además pueden cerrarse herméticamente por arriba evitando que al apretar la bolsa el relleno se nos salga por arriba.
    Como podéis apreciar en la fotografía corté un pizca la punta, no mucho. Tened en cuenta que no conviene que el agujero quede de un diámetro superior al de la "boca" del galet porque de ser así se nos ensuciarian al rellenarlos.
    Ya veis lo sencillo que es. Un galet en la mano derecha y meter la "boquilla" de la bolsa en él. Apretamos un poquito y rellenamos todo el interior de la pasta.
    Aquí tenéis todos los galets rellenos ya. No suele salirse el relleno de los galets pero por si las moscas, a mí me gusta "sellar" el relleno con una chispita de harina corriente. Pongo un puñadito en un plato pequeño y simplemente voy "mojando" la boca del galet sobre el plato de harina.
    Tendremos el caldo hirviendo y echaremos los galets. Los dejamos coceer a fuego no muy fuerte para evitar que se nos rompan. Removemos de vez en cuando. Prefiero no concretaros del todo los tiempos porque dependerá mucho de la marca de pasta que utilicéis, del tamaño de los galets y por supuesto del gusto de cada uno. A mí no me gustan "al dente" así que los hiervo bastante. No he medido exactamente los minutos pero creo que se han llevado casi 30.
    Esto es todo. Lo que os decía al inicio, parece una sopa de larga elaboración pero podéis ver que no, que lo que parece más dificultoso que es el relleno de los galets no lo es...
    En fin, espero que os guste si os animáis a hacerla.

    Escudella i carn d´olla - Cocido catalán

    Cada zona de España tiene su cocido, el puchero malagueño, el cocido madrileño, la escudella catalana, el pote gallego... Tienen muchas semejanzas entre ellos en su elaboración  y también son comunes los ingredientes que podrían diferenciarse en tres grupos: carnes, verduras, legumbres y en ocasiones, pastas. La "escudella catalana" es un cocido delicioso, de esos que reconfortan el cuerpo y que te deja como nueva con estos fríos del invierno.
    Cualquier cocido se trata de una cocción lenta partiendo de agua fría en la que se introducen primero las carnes y huesos, luego las legumbres y más tarde las verduras. De todos ellos además del plato principal, suele hacerse con el caldo sobrante una sopa.
    Pero aún teniendo semejanzas cada uno de los cocidos que tenemos en España tiene sus peculiaridades dado que se adaptan a los productos de la zona. Incluso de una localidad a otra o de una familia a otra, hay pequeñas diferencias.
    Hoy quiero traeros un plato extremadamente frecuente en la mesa de las familias catalanas, se trata de lo que ellos llaman "Escudella i carn d´olla".
    Empecemos por detallar los ingredientes que precisaremos. Debo aclarar que resido en Madrid y que como es lógico no siempre se encuentran todos los ingredientes propios de otra zona, así que esta mañana cuando fui a la compra no encontré butifarra negra, por eso veréis que os la incluyo en los ingredientes pero que no aparece en las fotografías.
    Yo hago los cocidos en olla rápida pero como siempre os digo, sin ella también es posible cocinar este plato armándose de algo más de paciencia.

    INGREDIENTES
    Carnes y huesos
    • 1/4 de gallina o pollo
    • 1 trozo de tocino de papada
    • 1 trozo de costilla de ternera
    • 1 trozo de morcillo de ternera
    • 1 butifarra blanca
    • 1 butifarra negra
    • 1 punta de pecho de cordero
    • 1 trozo de careta de cerdo
    Legumbres y pastas
    • Garbanzos (puestos en remojo la noche anterior)
    • Fideos gorditos o galets
    Verduras
    • 1 patata bien gorda
    • 1 cuantas zanahorias
    • 1 rama de apio
    • 1 puerro
    • Col
    Para la "Pilota" (Pelota)
    • 1 diente de ajo
    • Un poco de perejil picado
    • Miga de pan de "pagés"
    • Leche entera
    • 1 huevo
    • Sal
    • Pimienta negra molida
    • 1 poco de carne de cerdo picada
    • 1 poco de carne de ternera picada
    • Un poquito de harina

    ELABORACIÓN
    1. La noche anterior habremos puesto en remojo los garbanzos. Es mejor en agua tibia con un puñadito de sal.
    2. Para cualquier tipo de cocido necesitaremos una olla alta y bien amplia, de por lo menos 8/10 litros. De lo contrario no tendrá espacio suficiente para albergar las carnes y verduras y no podremos obtener demasiado caldo. Pensad que lleva muchos ingredientes y que en total ocupan un buen volumen. En el fondo de esta olla pondremos todas las carnes y huesos (excepto las butifarras y la "pilota"). Llenaremos la olla con agua fría y un poquito de sal y la llevaremos a ebullición. Con la sal hay que tener cuidado, es mejor, si nos hemos quedado un poco cortos, salar luego algo más el caldo que pasarnos desde el inicio, así que ahora, de entrada ponemos sal pero con mesura.
    3. Cuando lleva unos minutos hirviendo retiramos la espuma que se va formando el la superficie con un cucharón y la desechamos. De momento mantendremos al olla abierta, sin tapa.
    4. Mantenemos el fuego bastante vivo durante los diez o quince minutos primeros para que el caldo comience a "trabar". Durante este tiempo veremos que vuelve a flotar en la superficie más impurezas que deberemos retirar.
    5. Pasados los primeros 10/15 minutos primeros bajamos el fuego y tapamos la olla rápida. Esperamos a que adquiera presión y a partir de este momento contamos media hora larguita.
    6. Cuando la olla rápida se ha despresurizado la abrimos, puede que durante esta primera media hora ya se hayan ablandado suficientemente algunas carnes, por ejemplo el pollo. Si es así, lo retiramos ya que de permanecer en el caldo durante la cocción de las verduras y garbanzos terminaría deshecho.
    7. Ahora será el momento de añadir  al caldo los garbanzos metidos en una malla para que luego sea fácil extraerlos y no se mezclen con las carnes. Y si decido cocer la patata entera, como utilizo una de gran calibre, la echo junto con los garbanzos porque sé que no se me me va a deshacer. Caso de decidir utilizar la patata pelada y troceada la dejaría para el final, cuando los garbanzos ya estén casi cocidos.
    8. Volvemos a cerrar la olla y contamos 25/30 minutos a partir de que haya adquirido presión. De todos modos, insisto, los tiempos de cocción dependerán de la olla rápida que utiliceis y de la calidad de los ingredientes. En la mía con este tiempo es suficiente.
    9. Mientras tanto vamos preparando la "Pilota".
      En un cuenco picamos el diente de ajo bien pequeño así como las ramitas de perejil. Desmigamos las rebanadas de pan de pagés y agregamos un chorreón de leche.
    10. Iremos aplastando con un tenedor todos los ingredientes bien revueltos. Añadiremos el huevo, la sal y la pimienta negra molida y mezclaremos bien el conjunto.
    11. Por último trabajaremos la carne picada con el resto de ingredientes que tenemos en el cuenco.  Puede hacerse con un tenedor pero a mí, que no me importa nada mancharme las manos en la cocina, me gusta hacerlo manualmente porque creo que queda más homogéneo.
    12. Miraremos si la mezcla de carne nos ha quedado "manejable" como para formar una gran albóndiga, que eso es lo que es la "Pilota", una albóndiga, pero que en lugar de darle forma redondeada suele hacerse algo alargada. En el caso de que veamos que la mezcla está demasiado blanda con añadir una pizquita de pan rallado solucionaremos el problema. Si es lo contrario y falta liquido podemos agregar otro huevo o un chorro de leche.
    13. Una vez tengamos la pilota formada la enharinaremos ligeramente y la reservaremos.
    14. Transcurridos los 25/30 minutos de cocción de los garbanzos volveremos a abrir la olla rápida y sacaremos de ella todas las carnes y huesos. A estas alturas ya estarán perfectamente cocidas. Las carnes yo las pongo en un recipiente dónde quepan sin apretujar y las cubro con parte del caldo caliente. Así no me hacen "costra" y se mantienen calentitas.
    15. A partir de aquí uso la olla rápida como olla normal, con una tapa de cristal que tengo de la misma medida de la olla y así evito una evaporación excesiva del caldo. ¿Por qué no termino la cocción de todo con olla rápida? Pues porque creo que el "cuerpo" que tiene que tener "La escudella" se adquiere mejor con una cocción tradicional y porque cada verdura tiene su tiempo y la olla es demasiado rápida y no me permite comprobar el grado de cocción de cada verdura y es muy fácil pasarse. 
    16. Así que voy echando las verduras por tiempos, primero las ramas de apio, el nabo y la patata cortada grandecita (si no he decidido añadírsela entera con piel junto con los garbanzos como hago muchas veces).
    17. Cuando veo que casi están las verduras es el turno de las butifarras y la pilota (ésta con cuidado para que no se nos parta ya que pesa un poquito y si la dejamos jugosita tenderá a doblarse). Tened en cuenta que tanto butifarra como pilota no tardará más que unos minutos en hacerse ya que están compuestas de carnes picadas y el proceso de cocción es muy rápido. 
    18. En este momento ya tendremos preparada el caldo base de la escudella y la "carn d´olla". Nos habrá sobrado más caldo de que vamos a precisar. Lo reservaremos para el día siguiente o lo congelaremos sacándolo de la olla.
    19. Sólo nos resta hervir los galets. Se trata de una pasta en forma de caracol. Los hay de distintos calibres, suele usarse unos bastante grandecitos. Ya véis el tamaño de los de la fotografía comparándolo con el tenedor. Una ve cocida la pasta serviremos la sopa y luego las verduras con las carnes.
    NOTA. En mi localidad me ha sido imposible encontrar Galets. He tenido que buscar en Hipermercados en Madrid y los he localizado en Carrefour. No sé si los hay en todas épocas del año o ahora los tienen por acercarse la Navidad. Si no os resulta posible adquirirlos pueden sustituirse por macarrones de gran tamaño o cualquier otra pasta que no sea pequeña. Vuestra "escudella" no hablará catalán pero estará igualmente rica jejeje
     
    A partir de aquí podremos elaborar distintos platos cuyas explicaciones iré colgando en sucesivas entradas:
    • La escudella i carn d´olla suele servirse con el caldo y la pasta (galets) primero y por otro lado las carnes y verduras. Es costumbre que cada comensal se sirva las carnes que guste, las acompañe en su plato con parte de las verduras y riegue el conjunto con un chorrito de aceite de oliva.
    • Pero también puede hacerse lo que en Cataluña llaman "Escudella barrejada" (Escudella mezclada) (No estoy segura de que en catalán se escriba así, disculpadme si no lo he escrito bien) Es decir, con todos los ingredientes troceados y mezclados dentro del caldo (Carnes verduras, legumbres y pasta). En este caso en lugar de galets es habitual utilizar fideo gruesecito.
    • Incluso en Navidad es típico que se tome "Sopa de Nadal amb galets farcits" - Sopa de Navidad con galets rellenos.