INGREDIENTES
- Almejas finas muy frescas
- Sal
- Limón
- 1 vaso de Aceite de oliva virgen extra
- Las hojas de unas ramitas de perejil
- 1 diente de ajo
- Preparad un aceite con ajo y perejil. Para ello tendréis que coger unas ramitas de perejil a las que retiraréis los tallos (solo se utilizan las hojas) y las picaréis lo más finamente que podáis. No lo hagáis con prisas, tomaros el tiempo necesario para que el perejil casi os quede "pulverizado". A continuación picad un diente de ajo también muy fino, muy pequeñito. Mezclar el perejil y el ajo con el vasito de aceite, removed y ya lo tenéis listo para cocinar. Podéis guardarlo en un bote en el frigorífico, os aguantará mucho tiempo. Es ideal para muchas otras preparaciones como para rociar con él cualquier pescado que hagáis a la plancha e incluso un bistec de ternera.
- En una sartén bien amplia dónde quepan sin amontonarse ponéis un chorreón de aceite (no mucho) y lo calentáis bien.
- Cuando la sartén está bien caliente echáis todas las almejas de golpe las rociáis con un buen chorreón del aceite que tenéis preparado con ajo y perejil, las removéis bien y tapáis rápidamente la sartén con tapadera para evitar las salpicaduras. Si utilizáis una tapadera de cristal podréis ir viendo como se van abriendo sin necesidad de levantar la tapa, así conservará la sartén la humedad del agua que van soltando las almejas al abrirse.
- En cuanto las conchas se abran (y eso no tardará casi nada si la almeja está fresca y el fuego lo tenéis bien fuerte) apartáis la sartén del fuego y servís acompañadas de un trozo de limón. No hay más secretos: almeja de calidad fresca y rapidez en al preparación.
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CONSIDERACIONES
- Utilizad para hacer esta tapa una almeja de mucha calidad y frescura.
- Si compráis la almeja el día anterior a cocinarla guardarla en el frigorífico cubrierta totalmente por un trapo limpio mojado en agua. De todos modos no es conveniente aguardar demasiado para cocinar los pescados y mariscos una vez comprados. Cuánto antes las cocinéis más frescas estarán y mejor sabor tendrá el plato.
- Unas horas antes de cocinarla poner las almejas en un recipiente dónde quepan holgadas con agua y un poco de sal (lo ideal sería agua de mar pero...yo que vivo en Madrid lo tendría bastante difícil por razones obvias ) No hay que saturar el agua con sal, solo un puñadito. Durante este tiempo expulsarán la arena que tuvieran dentro.
- En el momento de cocinarlas, las enjuagáis y las escurrís.
- Es imprescindible que durante el par de minutos que tardan en abrirse el fuego esté al máximo.
- Las almejas apenas deben estar cocinadas, así estarán jugosas y conservarán su sabor a mar. Deben cocinarse muy poco, de lo contrario endurecen y pierden toda su gracia, por eso no deben cocer mucho. Para ello tenéis que apartarlas del fuego en cuanto abran, sin permitir que sigan concinándose si no queréis que se resequen y el plato se os arruine. No tengáis miedo de que quede cruda, tened en cuenta que el "bichito" no es de gran tamaño, que estamos cocinando con un fuego muy fuerte que proporciona una alta temperatura y que el agua que ellas mismas van soltando produce un vapor caliente que las va cocinando en su propio jugo.
- Aunque el título de la entrada dice "almejas a la plancha" He utilizado la palabra plancha para evitar confusiones y pudiera pensarse que están cocidas. Prefiero hacerlas en sartén porque, salvo que se trate de la plancha de la cocina de un restaurante de características totalmente distinta a una casera, si las hiciéramos en una plancha como las que solemos tener en nuestras cocinas, el agua que van soltando al abrirse se evaporaría y quedarían mucho más secas que cocinadas de esta forma que os propongo. Además de esto, no me gusta el sabor "requemado" del ajo y el perejil en contacto con la plancha muy caliente. Eso sí, una sartén bien amplia para que todas las almejas toquen el fondo del recipiente y rápidamente adquieran la temperatura necesaria para abrirse enseguida.
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