Aperitivo de alcachofas a la plancha con salsa y tomates deshidratados

No se trata del típico plato de alcachofas hervidas para comer con cuchillo y tenedor. Es más bien un aperitivo. Un platillo para comer con los dedos. Muy adecuado para poner en el centro de la mesa en una cena informal y comer entre amigos. Ir arrancando de una en una las hojas exteriores y mojándolas en la salsa para comer la poquita carne que hay en la parte inferior es una delicia. Y conforme vas quitando hojas y te acercas al corazón ¡la cosa va mejorando! El bocado central es tu premio por comerlas con paciencia.Te lo digo siempre, que tengas paciencia...jeje


¿Qué te parece si comenzamos? ¿Tienes todo preparado? (mise en place, se llama mise en place ¡Que lo sepas!) Pues a ello...
Umm espera, ¡una curiosidad! ¿Sabías que las alcachofas son flores? ¿No te han regalado nunca un ramo de alcachofas? Jeje 
Ahora en serio. Sí, la alcachofa (Cynara scolymus) es una flor. Bueno más bien son lo que en botánica se llaman capítulos florales. Las verdaderas flores (flósculos) son esos pelillos desagradables al paladar y que normalmente retiramos al cocinarlas. Estas diminutas flores están sostenidas en el receptáculo (ese tierno corazón que es lo que realmente nos apasiona, al menos a mí) y estas florecillas están protegidas por unas brácteas (lo que nosotros los cocineros mucho menos dados a complicarnos la vida que los hortelanos y jardineros llamamos hojas). 
Siendo como son parientes de los cardos no nos extrañará que haya variedades de alcachofas con hojas armadas hasta los dientes con espinas en su punta o que cuando ya está terminando la temporada (de otoño a primavera), tengamos que andar con cuidado al comprarlas y descartar las que tengan hojas que pinchen al tacto y que demuestra que ya están duras ya que está más próximo el momento en que los flósculos de color violeta emerjan desde su corazón y la alcachofa adopte el aspecto de una preciosa flor.

RECETA DE APERITIVO DE ALCACHOFAS A LA PLANCHA


INGREDIENTES
  • 4 Alcachofas grandes, a ser posible
  • 1 Limón
  • Sal
  • Agua
  • Mahonesa
  • 1 yogur natural
  • Pimienta negra
  • Eneldo fresco
  • 4 ó 5 Tomates deshidratados
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Mantequilla


ELABORACIÓN DEL APERITIVO DE ALCACHOFAS

  1. Limpia las alcachofas según las fotografías. Elimina tan solo las diminutas hojitas pegadas al tallo. Con una puntilla pela el tallo y elimina su extremo.
  2. Corta con unas tijeras el resto de hojas exteriores.
  3. Corta con un cuchillo de sierra la parte superior de la flor (sí, ahora ya lo sabes, la alcachofa es una flor)
  4. Mete inmediatamente las alcachofas limpias en agua con sal y el zumo de medio limón para que no se oxiden (Si tienes perejil sustituye el limón, yo no tenía)
  5. Pon sobre las alcachofas un peso para que queden hundidas durante la cocción y deja que se cuezan una media hora (depende de la dureza y tamaño de las alcachofas).
  6. Una vez hervidas las alcachofas (no se trata de que estén del todo blandas, luego terminaremos de hacerlas en la plancha) ponlas bocabajo sobre una rejilla para que se escurran y eliminen la mayor cantidad posible de agua.
  7. Mientras se escurren las alcachofas prepara la salsa. En un bol pon unas cucharadas de mahonesa, agrega un yogur natural (si quieres que la salsa tenga algo menos de calorías), una pizca de sal, un poco de pimienta negra y una cucharada colmada de eneldo fresco picado. Remueve bien.
  8. Pon en un tazón con agua los tomates deshidratados. Mételos en el microondas dos minutos a máxima potencia. Saca y comprueba que estén hidratados. De no estarlo, repite otros dos minutos. Escúrrelos e incorpora a la salsa.
  9. Parte longitudinalmente las alcachofas. Con una cucharilla elimina la base los pelillos y esas hojitas diminutas que los rodean y que están duras al paladar.
  10. Pon a calentar la plancha y pinta las alcachofas con aceite de oliva ayudándote de una brocha de cocina.
  11. Ponlas boca abajo hasta que se doren a fuego medio. Dales la vuelta y mete en el hueco central un pequeña nuez de mantequilla. El calor licuará la grasa y ayudará a enternecer el corazón (oh, quedó poético y todo) dándoles además un delicioso sabor. Pincha la base con un tenedor para comprobar que están blanditas.
  12. Espolvorea con pimienta negra y algo de sal y coloca en la bandeja de servir rociadas si lo deseas con eneldo fresco y acompañadas de la salsa. ¡Y a disfrutar de inmediato antes de que se enfríen!

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