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Lasaña de gambones al pesto genovés con "burrata", calabacín blanqueado y salsa bechamel. Un plato de auténtico lujo!!!

De lujo. Así es este plato. Os aconsejo que probéis a hacerlo un día en el que dispongáis de tiempo y ganas. No es que sea excesivamente laborioso pero sí, lleva su tiempito hacerlo. Aprovechando el tiempo que nos ofrecen las mañanas de los domingos me he puesto hoy con este lujazo de plato, hoy que no ando tan atareada como suelo estarlo. Meteos en la cocina, poneos el delantal y disfrutad con su elaboración!! Relajados, sin prisas.. es como se disfruta entre fogones. Si programáis los tiempos y aprovecháis la confección de uno de los elementos mientras se va cocinando otro.. no será tanto el tiempo que os lleve su preparación. Vuestros invitados no se decepcionarán con este plato y nosotros, los cocineros, tampoco ajajja
Venga, os dejo esta receta que es del grupo de las de "para quedar como un rey" Porque de verdad que es así, la presentación; el tipo de ingredientes que lleva; la preparación de los distintos elementos que componen el plato..simple pero cuya combinación da por resultado un plato de altura. A ver si os gusta..
INGREDIENTES (Para dos raciones)
  • 6 Láminas de canelones de sémola de trigo duro (tipo "El Pavo")
  • Sal
  • AOVE
  • 10 Gambones o langostinos
  • 1 calabacín pequeño
  • Agua para las cocciones
  • 10 gambones o langostinos de buen tamaño
  • 1  "Burrata "(opcional) Queso cremoso italiano de una textura deliciosa
  • Unas láminas de sal maldon si usamos burrata
Para la salsa Pesto genovese (sale una taza de unos 200 cc)
  • Un puñado de albahaca fresca (solamente las hojas, sin tallos)
  • 90 gramos de AOVE
  • Un puñado de piñones (unos 45 gramos aproximadamente)
  • 1 pellizquito de sal
  • 1 Diente de ajo pequeño
  • 25 gramos de queso parmesano rallado
Para la salsa bechamel
  • 50 gramos de harina
  • 50 gramos de mantequilla
  • 1/2 litro de leche
  • Sal
  • Pimienta negra recién molida
  • Nuez moscada

ELABORACIÓN:
El broche de "suntuosidad" lo aporta a este plato la utilización de un ingrediente que no es fácil de encontrar en España:  "Burrata " (del italiano "burro", es decir, mantequilla y es que este queso es muy cremoso y mantecoso)
Se trata de un queso típicamente italiano y que de momento no es fácil adquirir aquí en España. Yo encontré el otro día en Carrefour en un expositor de productos italiano, así que rápidamente me vino a la cabeza la posibilidad de hacer completa esta receta con la que estamos hoy y aunque ya tenía previsto el menú de algunos días por delante, como se conserva bastante tiempo en el frigorífico dentro de la caja en la que viene pues me traje una pensando en esta preparación.
Es un queso que a mí me parece precioso!! Es también original porque tiene dos texturas, la externa más sólida y bastante gruesecita y un interior cremoso. Como os decía la burrata es un saquito de mozzarella relleno de crema de leche y mozzarella deshilachada. Se comercializa dentro de cajitas de plástico en las que va la burrata con suero en el que debe conservarse hasta su utilización. A la hora de su utilización, se corta la cuerdecita que la ata por arriba y se parte por la mitad. Al abrirse revela su delicioso interior. Ummm...qué corazón tan bonito, tan cremoso.. 
La burrata puede consumirse como acompañamiento o como protagonista del plato, simplemente rociada con pimienta negra recién molida y servida con unos brotes tiernos de ensalada. También casa estupendamente con el tomate maduro. Deliciosa!!
La utilización de burrata es opcional en esta receta, incluso podríamos sustituir la burrata por queso mozarella si nos resulta imposible comprar burrata.
Os voy a poner la elaboración de cada una de las "partes" de esta receta por separado y luego os explicaré el emplatado. Os parece? :)
La pasta
Ponemos a hervir la pasta en abundante agua hirviendo con sal gorda durante quince minutos. Los sacamos con una espumadera del agua y los dejamos sobre un paño de algodón limpio.
Es conveniente, calculando los tiempos, poner la pasta a hervir justo para que la tengamos al menos tibia al emplatar, así contribuirá a que no tomemos el plato demasiado frío.
                                                                       Pesto genovese
A continuación os dejo un resumen para su confección pero si tenéis un rato os aconsejo que visitéis el enlace que os pongo para la elaboración de la salsa dos lineas más arriba. Allí hay algún que otro detalle de su elaboración que puede resultaros interesante. Pinchad en el nombre de la salsa si queréis visitar esta receta.
  • Lavamos y secamos la albahaca. 
  • Hacemos la salsa pesto genovés triturando en un vaso con la batidora eléctrica durante unos segundos (10/12) el aceite de oliva, las hojas de albahaca fresca, los piñones, un pellizquito de sal y un diente de ajo.
  • Paramos la batidora y mezclamos bien con una cuchara. 
  • Volvemos a triturar durante otros cinco o seis segundos.
  • Ponemos el pesto en un bol y le añadimos el queso removiendo bien el conjunto.
  • Dejamos reposar 15/20 minutos el pesto reservándolo  en el frigorífico hasta que vayamos a utilizarlo. 
Los langostinos o gambones
Ahora tenemos que preparar el "relleno", para ello limpiaremos los gambones o langostinos y les eliminaremos la piel sin quitarles la cabeza ni la cola. El hecho de dejarles la cabeza permite que ésta suelte sus jugos en el aceite aportando muchísimo sabor al plato.
En una sartén con una pizca de aceite bien caliente doraremos en una sartén los langostinos a fuego bien fuerte espolvoreando sobre ellos abundante sal gruesa. Solo queremos que se nos doren por fuera conservándose tiernos y jugosos por dentro.
Las láminas de calabacín
Lavamos y secamos bien el calabacín. No lo pelamos porque su piel es muy fina y totalmente comestible. Además, nos dará mucho color al plato.
Pondremos a hervir una cazuela con agua y sal gorda y cuando llegue al punto de ebullición introduciremos en ella las láminas de calabacín apenas unos segundos para que se blanqueen. Las enjuagamos rápidamente en agua fría con hielo y las escurrimos. Reservaremos hasta la hora del emplatado.
Hombre, os diría que se puede utilizar también de bechamel de la que venden en tetrabrick, pero para qué os voy a mentir, el resultado no es ni parecido. La única vez que la he probado me ha parecido una salsa que en poco se asemejaba a una deliciosa y delicada salsa bechamel casera. Pero bueno, no siempre se dispone de todo el tiempo que quisiéramos y os lo comento como recurso a tener en cuenta.
Si os decidís a hacerla vosotros mismos (ya veréis como no os arrepentís del ratito que os lleva prepararla cuando disfrutéis en el plato de su delicado sabor!!)
Os remito para su elaboración al enlace salsa bechamel casera que puse en su día. Si queréis ver como la elaboro yo pinchad en el nombre de la salsa y el enlace os llevará a la receta.
Sí os adelanto que precisamos para este plato una salsa bechamel que no sea demasiado espesa para que envuelva el plato. Tenedlo en cuenta cuando la elaboréis.
El emplatado
Al emplatar podemos incorporar una "Burrata " consiguiendo un plato redondo con ello, o, a falta de ello un poco de queso mozzarella.


Emplatamos como nos guste. Yo lo he hecho así: 
Sobre el centro del plato he comenzado por poner una lámina de canelón, sobre ella una cucharada de salsa bechamel. He extendido sobre la bechamel un poquito de salsa pesto y he colocado a continuación un par de gambones a los que ya les he quitado la cabeza. Perdonad la calidad de esta foto pero andaba apresurada y salvo que estuviera dispuesta a disfrutar de este manjar a una temperatura demasiado fria no pude entretenerme lo necesario para tomar una foto correcta. La pongo de todos modos por si le ayuda a alguién.

De nuevo otra capa de pasta de canelón, bechamel, pesto y langostino. 
Por último, capa de pasta de canelón, bechamel, pesto, un par de láminas de calabacín escaldado.
y la he partido por la mitad sobre un platito. Con unas pinzas de cocina he cogido el interior de una de sus mitades y lo he puesto sobre el calabacín terminando con una pizquita de salsa pesto y sobre la cúpula el último langostino (esta vez con cabeza). Si lo preferimos podemos poner la burrata partida por la mitad al lado de la lasaña, sería otra opción para degustar también su capa externa. Eso ya como prefiráis, a vuestro gusto...
Aquí está el plato: De lujo. Eh!! Pues el paladar supera la vista.. 
María.
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Como se hace la "salsa pesto alla genovese" Pesto a la genovesa (Salsa italiana a base de albahaca fresca, piñones, aceite, ajo y queso parmesano)

En otro ocasión os explicaré como hago yo la "Salsa pesto rosso" siciliana (la que lleva en su elaboración tomates secos) hoy nos dedicaremos a preparar una deliciosa salsa pesto genovese. Una salsa de sabor rotundo y delicioso que es el acompañamiento de infinidad de platos entre los que figura por supuesto las pastas italianas.
En la elaboración de muchos platos existen ingredientes que frecuentemente podemos sustituir por otros, no es el caso de la albahaca fresca. El sabor de esta hierba fresca es tan especial que os aconsejo encarecidamente que no intentéis sustituirla por la albahaca seca que se suele vender el bote. Ambos aromas y sabores no se parecen en nada en absoluto. Dejad para otra ocasión la realización de esta salsa si no disponéis de la albahaca fresca. De verdad!!
Es cierto que no siempre tienen a la venta en las verdulerías manojos de albahaca. Yo suelo encontrar en cajitas de plástico, junto al perejil y la hierba buena, en grandes superficies como Carrefour o en Mercadona.
Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de confeccionar esta salsa es el encarecimiento de la misma dependiendo de qué tipo de piñón utilicemos. Aunque hay varias variedades de pinos que producen piñones comestibles, en España se conocen y se comercializan fundamentalmente dos: El piñón procedente de Pinus Pinea y el que procede de la variedad Pinus Koraiensis. Tened en cuenta que son muy distintos en dos aspectos. Seréis vosotros los que tendréis que decidir la elección entre ambos, con sus ventajas y sus inconvenientes.
El más alargado (a la izquierda de la fotografía situada más abajo), más grande y de mucha mejor calidad por el aroma y sabor es el piñón que procede del Pinus Pinea. Al que llamamos "Piñón blanco español" y que exportamos al resto del mundo. Sin duda se trata de un piñón de extraordinaria calidad. Eso sí, exageradamente caro!! Yo, desde aquí quiero hacer una defensa a ultranza de los productos españoles cuando éstos son de mucha más calidad que otros y que muchas veces son poco conocidas sus ventajas o son poco valorados. Así que he optado por elaborar este pesto con nuestro piñón blanco español.
El otro, el que conocemos como "Piñón chino" (a la derecha de la foto situada más abajo) proviene de las piñas del Pinus Koraiensis. Es mucho más pequeño, redondo y mucho menos aromático. La única ventaja es la sustancial diferencia en cuanto a precio. Mucho más barato que el primero, sin duda!!
El resto de ingredientes es de fácil localización.
Vamos con el pesto genovés..
INGREDIENTES: (Para una taza de unos 200 cc)
  • Un puñado de albahaca fresca (solamente las hojas, sin tallos)
  • 90 gramos de AOVE
  • Un puñadito  de piñones (45 gramos aproximadamente)
  • 1 pellizquito de sal gorda
  • 1 Diente de ajo pequeño
  • 25 gramos de queso parmesano rallado

ELABORACIÓN:
Lavamos y secamos la albahaca. 
  1. Hacemos la salsa pesto genovés triturando en un vaso con la batidora eléctrica durante unos segundos (10/12) el aceite de oliva, las hojas de albahaca fresca, los piñones, un pellizquito de sal gorda y un diente de ajo. Utilizaremos sal gruesa porque ayuda a mantener la albahaca durante varios días sin perder su color verde.
  2. Paramos la batidora y mezclamos bien con una cuchara. Volvemos a triturar durante otros cinco o seis segundos.
  3. Ponemos el pesto en un bol de cristal y le añadimos el queso parmesano rallado en el momento removiendo bien el conjunto. Nunca utilizaremos el pesto en un cuenco de acero inoxidable porque provocaría que la albahaca perdiera el color y se tornara gris. Lo mezclamos a mano porque en la batidora el queso se quemaría y haría pelotitas. 
  4. Dejamos reposar 15/20 minutos el pesto reservándolo  en el frigorífico hasta que vayamos a utilizarlo
Y ya tenemos listo nuestro pesto casero para utilizarlo en la elaboración que precisemos. Como habéis visto rápido y fácil pero sobretodo, nada que ver en sabor a lo que venden como tal en botes que dios sabe lo que llevará dentro!! Disfrutad de su aroma..os encantará.
María.
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Higaditos de pollo en salsa con arroz de guarnición

Hay alimentos que en ocasiones, por baratos, se desprecian un poco. Sí, esta podría calificarse como una receta para la crisis sin que por ello resulten menos apetitosos que otros platos mucho más caros. Lo higaditos de pollo son efecto bastante baratos si los comparamos con las carnes de primera pero no por ello resultan una preparación que no sea un verdadero lujo. Qué ricos están los higaditos de pollo fritos con su salsa!! La verdad es que no son necesarios grandes dispendios para degustar un plato sabroso y estupendo. Tienen un sabor delicado rodeado por una salsita bien gustosa. Los acompaño siempre con arroz blanco porque creo que es lo que mejor les va para hacer un plato redondo.
INGREDIENTES (Para 3 raciones):
  • 1/5 kg de higaditos de pollo
  • 1 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • Pimienta negra recién molida
  • 1 Hoja de laurel
  • Una ramita de tomillo
  • Una guindilla (opcional)
  • 1 cucharadita de hierbas provenzales
  • Sal
  • AOVE
  • 1 vasito de un buen vino blanco seco
  • Un vaso escaso de agua.
  • Unas hojas de perejil bien picadas
  • Agua, sal, un diente de ajo y arroz para la guarnición

ELABORACIÓN:
  • Lo primero es limpiar a conciencia los higaditos con agua y un chorro de vinagre de vino blanco. Enjuagarlos varias veces en esta mezcla para eliminar cualquier sabor y olor. Escurrirlos bien. Suelen venir con el corazón que yo personalmente elimino porque no me gusta la textura fibrosa. Pero a quién le guste no hay problema en cocinarlos con ellos. Se eliminan las partes blancas, los nervios y las grasas que veamos. Los partimos en trocitos y los reservamos espolvoreados con sal.
  • En una sartén ponemos algo de aceite y doramos en él los dientes de ajo fileteados.
  • Agregamos la cebolla cortada bien finita cuando los ajos adquieran un color dorado. Y pochamos lentamente a fuego bajo hasta que ablanda totalmente.
  • Añadimos entonces los higaditos troceados y los freímos aumentando la potencia del fuego para que reduzca la humedad de la cebolla y los higaditos puedan dorarse.
  • Incorporamos el vasito de vino blanco seco y dejamos que reduzca un poco. Pondremos las especias (las hierbas provenzales, el laurel, la pimienta negra molida en el momento y si nos gusta un poquito picantes es el momento de ponerle una guindilla entera para que luego sea fácil de retirar antes de servirlos.).
     
  • Cuando el vino ha reducido añadimos un poco de agua, rectificamos de sal y dejamos cocer con la sartén tapada, al menos 20 minutos bajando un poco el fuego, para que la salsa vaya trabando y los higaditos se ablanden. Removeremos de ve en cuando.
  • Mientras iremos preparando el arroz que servirá de guarnición.
  • Emplatamos espolvoreando el conjunto con un poquito de perejil bien, bien picadito.
A mí me gusta refreír un diente de ajo en una pizca de aceite antes de incorporar el arroz y el agua. Le da un gusto rico y lo hace más sabroso.
María.
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Spaghetti con la auténtica salsa carbonara

La tradicional salsa "Carbonara" no tiene mucho que ver con lo que aquí en España entendemos por tal. Hoy os animo a que preparéis unos espaguetis con la auténtica salsa carbonara, que por supuesto no lleva nata líquida. Tienes sus normas y sus trucos que hay que seguir si queremos que nos quede en su punto. Pero no llevéis cuidado, es realmente fácil de preparar.
INGREDIENTES (Para 2 raciones)

  • 100 gramos de espaguetis de sémola de grano duro
  • 40 gramos de queso parmesano
  • 75 gramos de panceta curada o beicon (ahumado o no)
  • 2 yemas de huevo (a temperatura ambiente)
  • 2 cucharadas de aceite virgen extra
  • Sal gorda (Para hervir la pasta)
  • Sal fina (Para la salsa)
  • Pimienta recién molida

ELABORACIÓN
  1. Ponemos a calentar una buena cantidad de agua en una olla amplia. Nada de chorros de aceite ni de hojas de laurel...agua y sal. Sin más. Tenemos que tener en cuenta que la pasta dobla su volumen una vez cocida así que tendrá que ser bastante cantidad de agua. Cuando hierve agregaremos un poco de sal gorda y la pasta. Removeremos enseguida para que la pasta no se pegue y dejaremos cocer con la olla abierta para controlar el agua. Los minutos que debe hervir dependen de cómo nos gusta la pasta y del tamaño de ésta. En general la pasta seca debe cocer entre 5/15 minutos. Lo de que esté "al dente" es totalmente cultural. A mí personalmente no me gusta al dente así que la cuezo hasta que la pasta está a mi gusto, que suele ser algún minuto más de lo que indican la instrucciones del envase. Para que fueran al dente estos espaguetis deberían cocer entre 8/11 minutos.
    Podríamos utilizar los huevos enteros pero es preferible usar únicamente las yemas porque la carbonara queda mucho más cremosa. En realidad aquí se ha introducido el uso de la nata líquida para disimular el sabor de la clara cruda que no a todo el mundo agrada.
  2. A mí personalmente me gusta mucho más con las yemas solamente. Bien, sigamos. Separamos las claras de las yemas y ponemos éstas en un bol al que agregaremos el queso rallado en el momento, la pimienta negra recién molida y la sal (Si usamos panceta salada no poner sal ya que la aporta la panceta).
     Batiremos el conjunto enérgicamente hasta que quede una pasta suave y homogénea. Este punto es importante para que cuando metamos la pasta esta crema esté bien cremosa. Reservaremos.
  3. Mientras se cuece la pasta, en una sartén con una pizca de aceite, doramos la panceta cortada en tiritas finas. Lo haremos a fuego bastante fuerte para que se dore y no cueza. Ese es uno de los secretos de la carbonara, el punto crujiente de la panceta. (En realidad lo que los italianos utilizan es el "Guanciale", una especie de careta de cerdo curada a la pimienta).
  4. Una vez hervida la pasta la escurriremos a través de un colador reservando un poquitín de agua de la cocción.
  5. La pondremos en la sartén dónde estamos dorando la panceta. Removeremos bien para que la pasta se impregne del sabor de la panceta. Y dejaremos cocinar a fuego bastante fuerte durante aproximadamente un minuto.
  6. No debemos olvidarnos de echar junto con los espaguetis un par de cucharadas del agua de cocción en la sartén. Es la manera de que la pasta siga liberando almidón y forme con la panceta una salsa cremosa y de que los ingredientes amalgamen bien sus sabores. Al echar los espaguetis y las dos cucharadas de agua la panceta perderá su crujiente pero al rato, al reducir, volverá el crujiente. Iremos removiendo bien mientras se cocinan los dos ingredientes juntos.
  7. De forma inmediata, en cuanto tenemos la panceta y espaguetis listos los volcamos sobre el bol dónde tenemos las yemas batidas con el queso y batimos enérgicamente enseguida. Es importantísimo este detalle porque haciéndolo así las yemas no cuajarán si no que espesarán la salsa y formarán una crema deliciosa en la que el huevo no está cuajado, típica de la tradicional carbonara.
  8. Servimos inmediatamente. Esta salsa no tiene espera...y nuestra hambre, tampoco así que, buen provecho!!

María.

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Risotto de setas

Lo que diferencia fundamentalmente un risotto bien elaborado de otras preparaciones con arroz, es, creo...la textura. Esa suavidad cremosa que tiene es exquisita!!! Con el grano firme en su interior pero blandito por fuera..ummm
Conseguir esta textura no es nada difícil si seguimos unas poquitas reglas. Ahora os cuento.

INGREDIENTES (para 4 personas)
  • 75 gramos de mantequilla
  • 1 cebolla gordita
  • 1 bote de setas deshidratadas (de unos 15 gramos aprox.)
  • 250 gramos de arroz redondo
  • 100 cc de vino blanco seco
  • Unas hebras de azafrán
  • Pimienta negra molida
  • 750 cc de caldo de carne o verdura (a poder ser casero)
  • El agua del remojo de las setas (1/4 de litro larguito)
  • Sal
  • 75 gramos de queso rallado tipo Parmesano o Grana Padano

CONSEJOS SOBRE LOS INGREDIENTES:
  • Os diría que utilizarais unas hebras de azafrán para aromatizar este risotto. Hacedme caso, merece la pena aunque sea un poquito más caro que el colorante alimentario.
  • Lo mismo os digo de la mantequilla, dejad la margarina para otras preparaciones.
  • Por lo que hace a las setas podéis usarlas frescas si las tenéis, claro. Pero si no es temporada y tenéis deshidratadas en casa, saldrá estupendo con ellas. Yo uso un surtido en bote de 15 gramos de la marca Ferrer que adquiero en Carrefour (imagino que los venden en otros establecimientos) y me van muy bien. Tienen mucho aroma y se rehidratan perfectamente.
  • Las setas deshidratadas pueden rehidratarse en agua caliente pero la temperatura del agua, aunque recortará el tiempo de remojo,  sacrificará parte del aroma y sabor. Por eso yo prefiero utilizar siempre agua fría. Tardan un poco más que en caliente pero a cambio conservan mejor su aroma y al final se trata solo de un rato más.a.
  • La cantidad de agua que necesitaremos para estos 15 o 20 gramos de setas no será mucho más de un cuarto de litro (quizás un poquito más).
  • Aprovecho en este guiso el agua de remojo de las setas porque es muy aromática y le aporta sabor al arroz. No pongáis mucho más del cuarto de litro de agua porque luego nos sobrará para utilizarlo en el guiso y será una pena tirarlo. Tiene que haber líquido suficiente para que las setas floten sin dificultad pero no una cantidad excesiva, ya digo.
  • Cuando las setas están totalmente hidratadas se cuelan reservando el líquido en el que han hecho el remojo.
ELABORACIÓN DEL RISOTTO:
  1. Pondremos la mitad de la mantequilla a calentar en la cacerola.
  2. Cuando esté caliente añadiremos la cebolla finamente picada y dejaremos que se poche lentamente removiendo el conjunto de vez en cuando.
  3. A continuación añadiremos el arroz mezclándolo bien con la cebolla y la mantequilla en la que se ha frito para que se impregne bien. Lo haremos a fuego muy bajo para evitar que el arroz se nos tueste.
  4. Luego es el momento de añadir las setas escurridas y de que estén un par de minutos rehogándose. Moveremos el guiso con frecuencia para que no se pegue.
  5. Añadiremos ahora el vino que tendremos templado para no bajar la temperatura de golpe y esperaremos a que sea absorbido completamente por el arroz.
  6. Echaremos las hebras de azafrán disueltas en una pizca de caldo caliente.
  7. Añadiremos los 750 cc de caldo hirviendo y removeremos con una espátula de madera mezclando bien todos los ingredientes.
  8. No añadiremos más líquido en tanto no veamos que ha absorbido todo. Durante el primer cuarto de hora comprobaremos que el arroz tiene líquido suficiente y que no ha espesado todavía pero según van pasando los minutos será necesario que estemos más atentos y que removamos constantemente si no queremos que se agarre al fondo de la cacerola.
  9. A partir del cuarto de hora aproximadamente iremos añadiendo poco a poco el cuarto de litro del agua en el que se han remojado las setas. Este agua también debe estar totalmente hirviendo. Añadiremos un chorrito, removeremos y esperaremos a que sea absorbida por el arroz...de nuevo otro chorrito de agua...y así hasta terminarla o casi.
  10. Sobre los 25 minutos el arroz ya comenzará a estar tierno por fuera. Lo probaremos y si vemos que la parte exterior está tierna aunque su "corazón" esté algo firme, rectificaremos de sal si es preciso y lo apartaremos del fuego.
  11. Será el momento de agregar el queso rallado y el resto de la mantequilla que tenemos reservada. Removemos bien logrando una mezcla homogénea y dejamos reposar unos minutitos antes de servir.
 REGLAS QUE HAY QUE CUMPLIR SI QUEREMOS UN BUEN RISOTTO
  • Cualquier caldo que se agregue al arroz debe estar bien caliente. En el caso del caldo tendrá que estar hirviendo. Incluso el vino lo templaremos un minuto en el microondas antes de agregarlo al guiso.
  • Si añadimos líquidos templados o fríos al arroz, debido al contraste de temperatura, la cocción se interrumpiría y el grano quedará duro por dentro y deshecho por fuera.
  • A la hora de agregar sal al inicio del guiso, al igual que el caldo que utilizamos, tenemos que tener en cuenta que éste se irá evaporando , por tanto la concentración de sal irá en aumento según se va cocinando el arroz, no usaremos por ello caldos excesivamente salados.
  • No es apropiado para este plato el arroz de grano largo y mucho menos el arroz evaporado. Utilizaremos siempre arroz de grano corto y redondo.
  • El tiempo que suele tardar en cocerse el arroz en este tipo de preparación es de unos 25/30 minutos, algo superior al de un arroz cocido en un líquido claro. Durante los primeros 10/15 minutos el medio en el que está cociendo el arroz aún está muy claro pero al estar removiendo constantemente y no estar tapado, se produce una rápida evaporación que densifica el caldo no tardando mucho. De ahí que al tener que ablandarse los últimos minutos en un caldo que ya esté espeso, le cueste más penetrar en el grano.
  • Durante todo el proceso de elaboración no utilizaremos nunca el fuego fuerte, lo haremos siempre con un fuego suave.
  • A los 25 minutos deberemos probar el arroz y en cuanto que comprobemos que está blandito por fuera pero con cierta "firmeza" en su interior, retiraremos la cacerola del fuego y lo dejaremos reposar unos minutos.
  • No agregaremos la mantequilla que tenemos reservada ni el queso rallado hasta haber retirado el fuego el guiso. Cuando lo hagamos removeremos bien el conjunto y lo dejaremos en reposo apenas unos minutos para servirlo a continuación.
Esta es una receta que sale estupenda. Ya me contaréis si habéis tenido alguna duda o dificultad y trataré de ayudaros en la medida de lo posible. Buen provecho.