Cómo hacer foie mi-cuit de pato en terrina cocinada al Baño María

Hoy, prepararemos una receta clásica dónde las haya de  la cocina francesa: unas terrina de foie mi-cuit que no es más que un hígado de pato fresco o congelado que previamente hemos desvenado y que, tras su maceración durante algunas horas hemos sometido a cocción en este caso al Baño María.

Como os comentaba en los artículos de estos días he comprado a buen precio foie de pato fresco envasado al vacío y que era preciso desvenar. Dedicamos al proceso de desvenado una entrada que podéis consultar si no sabéis como hacerlo.

Tras la limpieza de venas del hígado de pato lo hemos tenido desde anoche en maceración. Los ingredientes y el proceso de maceración también podéis consultarla en su entrada correspondiente.
Hoy es cuando realmente haremos la o las terrinas, es decir, hoy cocinaremos el hígado y lo pondremos a reposar. Es aconsejable que no se deguste inmediatamente incluso que pasen un par de días antes de ofrecerlo en al mesa. Los sabores de esta exquisitez se asientan y la preparación queda mucho más redonda.
Es decir, el proceso sería:
- Desvenado y limpieza, inmediatamente después:
- Macerado en el que estará toda la noche. A la mañana siguiente:
- Cocción al Baño María y reposo en el frigorífico durante al menos dos días.
Formas de preparar las terrinas de foie hay muchísimas, nosotros nos hemos decantado por una cocción muy suave al baño María lenta y a temperatura nada alta que impedirá pasarse en la temperatura a la que se cocine el hígado y que daría al traste con su delicioso sabor.
Hay quién prefiere hornear el foie e incluso quién envuelve el hígado ya macerado en film plástico formando una especie de "caramelo" y lo cuece directamente en agua. Nosotros, ya digo, esta vez hemos optado por este sistema que a continuación os explico. 
Esta mañana temprano, tan pronto nos hemos levantado hemos sacado el foie que teníamos macerándose bien tapado con film del frigorífico y lo hemos dejado un rato para que se atemperara y fuera más fácil de manipular.
Mientras tanto hemos preparado el recipiente dónde teníamos pensado cocinar la terrina y el resto de utensilios que precisábamos.
Forraremos con dos láminas de film plástico el interior de la terrina para que no entre agua durante la cocción al Baño María.

Iremos tomando trozos de la bandeja dónde estaba el hígado macerándose y los iremos poniendo en el interior de la terrina. Una capa sobre otra. Hasta terminar con el foie.

Los sobrantes de la lámina plástica los cerramos hacia el interior poniendo especial cuidado de que no quede ninguna parte del foi sin cubrir.

Tomamos una bandeja de horneado que sea algo profunda y ponemos cierta cantidad de agua caliente.
A continuación introducimos la terrina con el foie dentro en el interior de la bandeja con agua y terminamos de llenar con agua caliente la bandeja exterior hasta que veamos que llega más o menos a un tercio del alto de la terrina de foie.

En esta cocción como es un Baño María tan suave y tan poca temperatura el agua no llegará a hervir a borbotones así que no habrá que tener tanto cuidado de que llegue a entrar en el interior de la terrina.
Taparemos el conjunto (bandeja y terrina) con otra lámina de film para que se forme vapor y la temperatura sea más homogénea.

Meteremos el conjunto en el horno que tendremos precalentado a 80 grados y lo tendremos cociéndose por espacio de 50 minutos aproximadamente.

Los tiempos son algo orientativo dado que depende del grosor que alcance el foie dentro de la terrina y del grado de cocción que nos guste dar a la preparación. A nosotros no nos gusta demasiado crudo pero tampoco tan cocido que pierda la gracia.
Una vez trascurrido el tiempo veremos que la capa superior de la terrina aparece llena completamente de la grasa amarillenta totalmente líquida por efecto del calor. Ese detalle nos da indicio de que el foie está hecho: hay como un centímetro de grasa disuelta por encima.

Sacamos la terrina del horno y la depositamos en la encimera. Practicamos con las tijeras de cocina una pequeña hendidura en la película plástica que recubre el interior de la terrina para permitir que la grasa salga por ese pequeño agujero.

Con sumo cuidado y sosteniendo por encima la preparación  para que no resbale, inclinamos la esquina de la terrina sobre otro recipiente al que dejamos caer la grasa sobrante.
Un consejo: Ni se os ocurra tirar esta grasita!! Esperad a que enfríe y solidifique en el recipiente y tapadlo bien con film plástico para que no entre aire. Se os conservará en el frigorífico bastante tiempo. Será un ingrediente para preparar exquisitos bocados. A ver si pasan estas Fiestas y ando menos liada como para poneros una entrada sobre este tema.

Formamos con papel de aluminio una especie de "tapa" de medidas muy ligeramente inferiores al perímetro de nuestro recipiente y lo cubrimos la terrina con él. Debe ser ligeramente más pequeño para que pueda bajar con el peso que le pondremos luego encima.

Sobre esta especie de tapa ponemos algún tipo de objeto de parecidas medidas y con cierto peso para que presione sobre la terrina y facilite que la grasa vaya saliendo hacia el exterior del hígado y luego sea más fácil retirarla.
Si nos parece que el peso del objeto que hayamos usado es poco, ponemos encima un tetrabrick por ejemplo.

Dejamos la preparación en reposo en un lugar fresco y seco durante unas doce horas. No lo metáis inmediatamente en el frigorífico porque la grasa se solidificará demasiado rápido. Debemos dar algo de tiempo para que "haga efecto" el peso que hemos puesto sobre la terrina y que la grasa salga en su mayoría hacia el exterior. Pasadas unas horas podemos introducirlo en el frigorífico ya para que repose al menos un par de días.
A la noche lo pondremos de nuevo en nuestro frigorífico dónde permanecerá 48 horas tomándose su tiempo antes de que lo degustemos o lo usemos para otras preparaciones
El proceso de elaboración de nuestro foie mi-cuit ha finalizado. Ahora resta el reposo y a partir de aquí podrá ir a la plancha, servido como ingrediente de otras recetas o simplemente presentado sobre una bandeja para untar sobre pan u otro tipo de tostadas.
Insistimos en no consumirlo como en algunos lugares dicen a las doce horas, hacedlo pasado más tiempo. El paté se conserva perfectamente en el frigorífico bien tapado y cubierto por la grasa al menos ocho días así que no hay tenemos plazo de sobra.
Terminaremos el desmoldado de nuestra terrina cuando haya pasado el tiempo de reposo.
Si solo vais a usar de momento una parte del foie mi-cuit sacadlo del frigorífico y se debería retirar la porción que necesitemos y retirar el sobrante lo antes posible al frigorífico bien tapado por al grasa y el film plástico para evitar cambios de temperatura que irán en detrimento del sabor y de la conservación de foie que os sobrarán.
Por el contrario, si necesitáis usarlo completo y no está previsto que sobre tened en cuenta que las tajadas de foie se cortan inmediatamente antes de su degustación (siempre con cuchillo bien afilado y jamás con hoja de sierra) para evitar que una vez cortadas se oxiden y el sabor se vea afectado. De modo que deberemos sacar la terrina completa con tiempo suficiente de que se ponga a temperatura ambiente un rato antes de que tengamos pensado servir la comida.
Incluso así el desmoldado será mucho más fácil porque la grasa exterior se habrá ablandado ya al tomar la temperatura ambiente.

Quitad la tapa que le hicimos de papel de aluminio y levantad hacia fuera de la terrina los sobrantes de film plástico que están sobre la superficie.

Tomad los extremos de estas láminas de film y con cuidado intentad desmoldar el foie. Si vemos que la grasa que puede haber entre el film y el interior de la propia terrina nos dificulta el sacarla, enfocando el chorro de aire de caliente de un simple secador de pelo distribuyéndolo por el exterior de los laterales durante un momento sin insistir demasiado en un mismo punto, veréis como enseguida la grasa se ablanda y podemos desmoldar con toda facilitad nuestra terrina.

Depositadla sobre una superficie totalmente plana (no un plato ni una bandeja) para que nos facilite el corte de las rebanadas.

Según como tengáis pensado servir la terrina y si no la cortáis completa deberíamos pulir un poco la superficie exterior.
Tal fácil como poner a calentar un cazo con agua y cuando hierva meter en él el cuchillo de corte o la espátula con la que alisemos.

El calor del metal fundirá ligeramente la grasilla de la superficie de foie dándole un aspecto brilloso y liso mucho más bonito.

A partir de aquí será vuestra imaginación o las necesidades de las recetas que elaboréis con este manjar la que os indicará cómo ir colocando las rebanadas.

Se puede servir de infinidad de maneras. A mí, personalmente me gusta con pan tierno y blanco cortado en rebanaditas y unos granos de sal Maldon y pimienta negra recién molida sobre las tajadas de foie. Un sorbito de un vino dulce y tras él que el foie se funda en la boca...Así es ...simplemente "Bocatto di Cardinale"!! 

Pero también podéis usar panes más crujientes, incluso tostado si os gustan y acompañar las tajadas de foie de mermeladas, frutos secos, etc.

Para degustarlo un vino que tienda a dulce es el que nos parece más adecuado pero eso dependerá de cada paladar.

Espero que os haya gustado esta estupenda receta. Un saludo amigos y seguid disfrutando de estas Fiestas y de vuestro amigos y familiares!! :)

Foie de pato fresco (o foie gras) Cómo macerarlo.

Para cualquier tipo de preparación posterior, sea en una clásica terrina, sea para otros platos dónde intervenga el foie lo habitual es dejarlo en maceración durante unas horas.
Los ingredientes de este "adobo" pueden ser muy diversos, lo normal es que se componga de licores que sean bastante aromáticos (vino moscatel, un buen Oporto, un Armagnac o un coñac..) y de especias como pimienta negra, clavo, canela o nuez moscada, además de sal y azúcar. 

También los tiempos de maceración pueden variar dependiendo de la intensidad del aroma que pretendamos. Hay quienes lo tienen apenas tres horas y hay quienes, lo tienen toda la noche. En mi caso así será, estará macerándose en el frigorífico hasta mañana en que lo cocine.
Si hemos adquirido nuestro foie fresco envasado al vacío o ultracongelado es muy habitual que no venga limpio de venas, sobre el procedimiento de desvenado es sobre lo que trataba el artículo anterior que podéis consultar pinchando en el vínculo.
Ahora se supone que lo que tenemos entre manos es un hígado graso de pato ya limpio de venas y que deberemos macerar.
Vamos con los ingredientes y en seguida explicamos el proceso que es lo más simple y fácil.
INGREDIENTES:
  • Un foie de pato entero desvenado (Hígado graso fresco de pato) de unos 500/700 gramos aproximadamente
  • Una pizca de sal
  • Una pizca de pimienta negra recién molida
  • Un poquito de azúcar moreno

Especias opcionales:
  • Una pizca de nuez moscada
  • Una pizca de canela en polvo
  • Una copita muy escasa de un buen Oporto
  • Una copita muy escasa de Coñac bueno.

Finalmente y aunque en la fotografía de los ingredientes aparecen la canela yo no se la he puesto, temía que resultara excesivamente especiado y he preferido renunciar a ella. Pero si os gusta su aroma, no lo dudéis, es una especia magnífica para esta preparación.
En cuánto a la nuez moscada y la canela aunque las venden molida, le pasa lo que al resto de especias, que siempre es preferible molerlas en el momento en que vamos a cocinar. El aroma es sin duda muy superior.
Por cierto, aprovecho para mostraros unos ralladores que adquirí hace ya tiempo y con los que estoy contentísima!! Funcionan de maravilla!! Son de la marca Microplane. Los tengo en dos tamaño, uno más grande para cuando, necesito rallar queso, chocolate o cuando hago bizcochos y necesito usar exclusivamente la parte más externa de la piel del limón y es increíble!! Con suavidad casi "lima" la piel y no te llevas nada de la parte blanca. El otro es en tamaño pequeño y lo uso por ejemplo en preparaciones como hoy dónde tengo que rallar nuez moscada y preciso de un instrumento más pequeño. funciona igualmente de maravilla para rallar jengibre o ajos. Fijaos en el tipo de superficie que tienen. Además de su perfecto funcionamiento lo mejor es que no se adhieren a los pequeños orificios los alimentos y su limpieza es de lo más fácil. Por cierto, no recibo comisión alguna por hablar de esta marca :) Simplemente me gustan y por eso hablo bien de su funcionamiento.


Extendemos ambos lóbulos ya limpios como decimos, con la parte exterior hacia abajo.
Con las yemas de los dedos vamos presionando por todo el área para formar pequeños hoyitos y facilitar así que el marinado penetre bien. 

El hígado es bastante absorbente de manera que aunque inicialmente los líquidos y especias están en la superficie pronto penetrará su aroma hacia el interior.
Salpimentamos el foie y a continuación si nos gusta la nuez moscada y que tenga un ligerísimo aroma de canela incorporamos estas especias. 


A continuación rociamos con ambos licores toda la superficie del foie y levantamos un poco el hígado para que especias y licores penetren entre la bandeja el foie.


Por último espolvoreamos un poco de azúcar moreno. Vemos el aspecto del foie una vez extendidos sobre él los ingredientes:
Tapamos inmediatamente con un film plástico de cocina y dejamos la bandeja en el frigorífico entre seis y doce horas mientras se macera nuesto foie, dependiendo de lo aromático que lo queramos.
Yo lo dejaré en maceración hasta mañana temprano en que lo cocinaré.
A partir de aquí tenemos ya el producto listo para cocinarlo de muchas formas distintas, desde la clásica terrina de foie de la que os pongo una receta en el siguiente artículo a otras preparaciones igualmente exquisitas.
Un saludo y Felices Fiestas de nuevo.

El foie de pato fresco (o foie gras). Cómo desvenarlo paso a paso.

El producto que vamos a preparar y dejarlo listo para la realización de exquisitas recetas como la clásica preparación de terrina de foie o  deliciosos Tatins de foie y manzana flambeada y cuyas recetas os explicaremos en unos días, es considerado con toda razón como un verdadero artículo de lujo culinario. Si bien es verdad que su precio nunca es barato, éste dependerá en buena medida del momento de su adquisición, evidentemente si lo compramos en un momento de "temporada alta" como son las Fiestas Navideñas pagaremos por él un precio casi prohibitivo pero si lo compramos ultracongelado o como yo el otro día, encontramos una oferta de este producto envasado al vacío y fresco... aunque no voy a decir que sea barato, desde luego los 36 € el kilo que pagué nada tienen que ver con el precio habitual de escándalo que el foie tiene en fechas destacadas.

Se trataba de piezas con un aspecto impecable, con fecha de caducidad con bastantes días por delante pero me parecía muy justo dejarlo hasta el fin de semana próximo que es cuándo tengo pensado hacer las preparaciones que comento arriba así que lo congelé. En caso de haberlo hecho durante esta semana hubiera aguantado en el frigorífico unos días perfectamente envasado.

Me cercioré de que no tuvieran manchas y que al tacto estuvieran firmes, sin abolladuras y cedieran a la presión de los dedos y por supuesto que el envase no estuviera ni ligeramente abierto por parte alguna.
Tanto si se encuentra fresco envasado al vacío como si lo adquirimos congelado o lo congelamos nosotros mismos, es imprescindible que durante el transporte hasta casa se haga en bolsas térmicas que preserve la temperatura ya que se trata de un artículo sumamente delicado y que debe conservar el frío en todo momento.
Para quien lo encuentre en una gran superficie o en un comercio de confianza con buena calidad y precio pero con fecha de caducidad que no alcance al momento en que se desee cocinar informarle que es un producto que se puede congelar perfectamente si contamos con un buen congelador que alcance menos de 20 grados bajo cero. Eso sí, es imprescindible introducirlo en él sin demora una vez estemos ya en casa y conservarlos hasta el día anterior a comenzar su preparación.
A la hora de descongelarlo deberíamos sacarlo del congelador el día anterior y ponerlo en el frigorífico durante 24 horas para que vaya descongelándose muy despacio. 
El día que queramos comenzar su preparación deberemos sacarlo del frigorífico con dos horas de antelación para que adquiera la textura ideal para su manipulación en el desvenado.
Tanto si es descongelado como envasado al vacío hasta el momento en que realmente comencemos a quitar las venas del hígado del pato la pieza deberá estar en todo momento cubierta con el plástico en el que viene o envuelto en film de cocina para preservarlos del aire que produce fácilmente su oxidación y que redunda negativamente en la calidad de la preparación.

Puestos a pedir, lo ideal además de encontrarlo en fechas fuera de temporada congelados sería encontrar el producto desvenado pero lo cierto es que el foie no viene siempre totalmente listo para comenzar a usarlos en las preparaciones culinarias así que debemos realizar nosotros esta limpieza de las pequeñas venitas que recorren los dos lóbulos del hígado.

La primera vez que nos enfrentamos a esta tarea puede provocar cierta inseguridad pero ya veréis que no es nada que no esté al alcance de cualquiera y que realizaremos con facilidad.
Tenemos, como hemos dicho arriba, el foie sacado del frigorífico una hora o dos antes de comenzar a limpiarlo (si estaba congelado el día anterior lo pusimos ene l frigorífico para que se descongelara como hemos comentado). Por supuesto que estará tapado con el film que trae en el envase o si lo hemos extraído de él, envuelto en film plástico de cocina para que no se oxide.
Comprobaremos que la textura es la ideal para trabajarlo, deberá ser bastante dúctil a la presión de los dedos. Si estuviera demasiado duro aún por efecto del frío del frigorífico lo dejaremos sobre la encimera un rato más envuelto en film.
Es mejor forrar la bandeja o tabla de corte dónde trabajemos con film para que sea más fácil luego mover el foie a la bandeja de maceración.


Vemos que el hígado presenta una forma casi cilíndrica pero si lo miramos con atención veremos una "línea" ondulada que lo recorre casi verticalmente, se trata de la unión de ambos lóbulos de los que se compone. Uno más grande que el otro.
Con suavidad pero con firmeza separaremos ambos lóbulos, sin miedo, agarrando con cada mano uno de ellos y tirando en direcciones contrarias.

Comenzaremos por trabajar el lóbulo grande situándolo con la parte externa hacia abajo.
He realizado un montaje con Photoshop en el que he dibujado aproximadamente el trazado que siguen las venas en ambos lóbulos para que se tenga una idea más o menos de cual es su recorrido. Tendremos en cuenta que a poca profundidad hay unas venas cuyo trazado lo dibujo en color rosa y que algo más abajo están las venas más profundas con un recorrido algo distinto.

Teniendo esta imagen como un punto de referencia aproximado y valiéndonos de nuestro tacto comenzaremos a retirar las venas por la parte superior, por dónde están unidos ambos lóbulos.


Con un cuchillo practicamos una pequeña hendidura apartando un poco la carne del hígado un poco a cada lado de la misma. Enseguida veremos el inicio de las venas, más gruesas en esta zona. Agarrando el comienzo de ellas con uno de los dedos de la otra mano iremos metiéndolo por debajo de ella haciendo el mismo recorrido que vamos notando que tiene y despegando a la vez la carne de la vena que seguimos sosteniendo con los dedos de la otra mano.


Es un trabajo meticuloso y que conviene hacer lentamente para no romper los pequeños tubitos que constituyen las venas. Es más fácil ir "siguiendolas" a tacto teniendo agarrado su comienzo y tirando levemente de él que buscarlas entre la carne del hígado que a fuerza de ir retirándolas cada vez estará más rota y se dificultará el que las encontremos más si al menos como es mi caso, no tenemos demasiada experiencia en ello.
Veis en esta fotografía que se trata de pequeños "hilos" y que conviene que no nos llevemos demasiado hígado adherido a ellos por razones obvias.

Antes de terminar el trabajo con este lóbulo grande nos cercioraremos de que no quedan restos de venitas y en caso de que así sea las retiraremos incluso ayudándonos de unas buenas pinzas de cocina.

Haremos lo mismo con el otro lóbulo, con el pequeño. Este es algo más difícil porque el trazado que recorren las venas es algo más sinuoso y ramificado pero nada que no esté al alcance de cualquiera que tenga un poquito de paciencia :)

En este punto tendríamos nuestro foie perfectamente limpio y listo para aplicarle la preparación que decidamos. Sea la que sea conviene que no se demore demasiado. 
Como hemos puesto nuestro foie sobre una lámina de film plástico de cocina no tendremos dificultad alguna para darle la vuelta y dejar la parte externa hacia arriba si la preparación lo exige.
Lo ideal es que la preparación que pensemos aplicarle sea inmediata pero si por el motivo que fuera tuviéramos que retrasar la misma un rato es aconsejable que envolvamos a conciencia con film de cocina los dos lóbulos para que no penetre aire ninguno y que los reservemos en el frigorífico.
Nosotros hemos procedido al macerado inmediatamente y el proceso que hemos seguido os lo explicamos en el siguiente artículo que podéis consultar pinchando AQUÍ.
Se trata de una maceración con especias y licores durante unas horas que ayudarán a que nuestro foie tome los aromas de estos ingredientes y que ayudarán a que la terrina de foie y los Tatins de foie y manzana flambeada que pensamos preparar con ellos resulten exquisitos.

Ensalada de pimientos asados al horno de mi madre

A mi madre le encanta hacer ensalada de pimientos asados al horno. Siempre que ve pimientos de la suficiente calidad para este fin los compra y hace este riquísimo plato.
En invierno y en verano. En cualquier época del año los pimientos asados al horno son la base de exquisitas ensaladas que pueden ser absolutamente simples o mucho más "regias". Dependerá de los ingredientes que incorporemos a ella.

Crema de patatas con el puré que sobra - Cocina de aprovechamiento

En esta cocina no se tira nada!! jeje Ayer tomamos un pollo asado con ciruelas que acompañamos con un delicioso puré de patata hecho en la thermomix y calculamos mal de manera que nos sobró bastante. Echar al cubo de la basura un puré tan rico me parecía un pecado así que lo aproveché como hago cada vez que me sobra, hice una deliciosa cremita de patata que nos sirvió como primer plato de la cena de anoche. Podéis comprobar con qué poca complicación preparamos esta reconfortante crema de patata.

Cuando veo que va a sobrar puré solo saco de la thermomix lo que preciso y lo que sobra lo deja en el vaso y lo conservo en el frigorífico hasta que elaboro la crema.

Cuando ya es hora casi de comer conecto la thermomix y echo en el vaso sobre el puré algo más de medio litro de caldo de pollo.

  • Dejo que el caldo se caliente un poco antes de triturar: Programo 2 ó 3 minutos, temperatura 100 grados, velocidad muy bajita. 
  • A continuación de estos minutos cierro la tapa del vaso y durante un minuto trituro la crema a velocidad máxima.
  • A continuación calenté la mezcla durante cinco minutos a velocidad bajita y temperatura de 100 grados.


Mientras la crema se calienta bien freí en aceite de oliva virgen extra unas rebanaditas de pan que serían el acompañante de esta reconfortante cremita que fue de perlas en una noche fría de invierno como la ayer.

En poco más de cinco o diez minutos se tiene un estupendo primero y de paso se aprovecha comida sobrante. Creo que es una buena idea!!