Cómo hacer "English muffins" caseros paso a paso (Tiernos y esponjosos panecillos para los desayunos ingleses)

Aunque coincide en el nombre con los muffins americanos, estos english muffin (también conocidos como breakfast muffin o muffin de desayuno) nada tienen que ver con los anteriores. Son unos panecillos con apenas azúcar. Muy blanditos y tiernos y que se utilizan frecuentemente en el Reino Unido como desayuno tostados y acompañados de mermelada y mantequilla o con ingredientes salados como beicon, aguacate, etc.

En EE,UU forman parte del famoso brunch neoyorquino, huevos benedictinos (eggs Benedict) que se acompañan con deliciosa salsa holandesa.
Estos english muffins están realizados con levadura fresca (también pueden hacerse con levadura de panadería) por lo que se hace necesario los correspondientes amasados y levados. Eso si, no valdría los polvos de hornear tipo Royal, esos son para masas batidas como para hacer bizcochos, madalenas, etc.
La levadura fresca suele venderse en pack de dos unidades. Una especie de "cubitos" que encontraréis en las estanterías de los alimentos refrigerados del super. Esta levadura en teoría puede congelarse pero lo cierto es que puede perder parte de su poder así que yo aconsejo comprarla sin conservar. Dura algún mes (no muchos, claro) guardada en el frigorífico.
Su elaboración no es complicada pero sí, es larga. Para qué negarlo? Y hay que tener paciencia en los tiempos de espera. Aunque hay que pensar en estos días de confinamiento que si algo nos sobra es precisamente eso, tiempo!
Por qué no hacer una preparación que en otro momento de normalidad no nos meteríamos? Es un buen momento. No debemos salir de casa, podemos cuidar sin ningún problema de la masa mientras leva... animaos! Ya veréis como no os arrepentís y haréis un magnífico desayuno con ellos o podréis servirlos acompañando un té o una merienda más contundente.
El tiempo que utilizaremos en su preparación es largo. Tiene dos levados (en azul)  y unos cuántos cortos tiempos de reposo (en rojo)

INGREDIENTES (Para 8 ó 9 muffins de 7/8 cm de diámetro)
  • 350 g de harina común o mejor (175 g de harina de fuerza y 175 grm. de harina común)
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 cucharada de azúcar
  • 115 grm. de leche calentada (tibia)
  • 115 grm. de agua calentada (tibia)
  • 9 grm. de levadura fresca 
  • 2 cucharadas de mantequilla sin sal

PREPARACIÓN DE LA MASA 

1.- Mezcla de elementos líquidos:
Mezclamos  leche y agua y los calentamos en el microondas hasta que estén tibios (unos 35º) a continuación agregamos 
Empezamos disolviendo un poco de azúcar en la mezcla de agua y leche y a continuación echamos la levadura desmenuzada. Movemos bien hasta disolverla completamente.
Dejamos reposar esta mezcla de leche y levadura unos 10/15 minutos para activar la levadura.
Cuando pase este tiempo añadimos las dos cucharadas de mantequilla ablandada. Removemos y reservamos.
2.-Mezcla de elementos secos con los líquidos.
En un bol de cristal bien amplio echamos la harina común y la de fuerza tamizadas a través de un colador. En un lado ponemos la cucharadita de sal y en el otro las dos cucharadas de azúcar. Removemos bien el conjunto.
Volcamos sobre los elementos secos la mezcla de leche, levadura y mantequilla. Removemos con espátula o una cuchara hasta que los elementos estén mezclados. Resultará una mezcla seca y pegajosa. Es lo normal. Tranquilos!

Dejamos que esta mezcla repose en el bol cinco minutos para que las partículas de harina se impregnen bien de la humedad.

Volcamos la mezcla sobre la tabla de amasado o la encimera y comenzamos a amasar. Tratad de utilizar solo las puntas de los dedos recogiendo la masa en los extremos y echándola hacia el centro. Así por todo su perímetro. Se nos pegará completamente a los dedos. Vamos bien! Es normal! Seguid amasando. Paciencia... ya veréis que cuando llevéis unos 10 minutos comienza a no pegarse tanto ni a las manos ni a la tabla. No caigas en la tentación de agregar más harina!! Simplemente sigue amasando.
Seguimos amasando, ahora recogemos entre los dedos y nuestra palma una porción de masa, la estiramos hacia fuera del centro del conjunto un poco (sin romperla) y volvemos a colocarla hacia la parte central. Giramos el conjunto un poco y hacemos igual. Estiramos parte de la masa y volvemos a recogerla hacia la zona desde la que iniciamos el estirado.
Veremos que la masa cada vez se torna más lisa y suave. Cuando llevemos unos 15/20 minutos amasando formamos una bola con la masa utilizando las dos manos con las que recogemos la masa hacia abajo y hacia el centro.
Aceitamos mínimamente el bol y colocamos la bola de masa en su fondo pintándola también con una pizca de aceite impregnado en una brocha de repostería.
PRIMER LEVADO: Cubrimos con un paño limpio el bol y dejamos reposar hasta que duplique su tamaño.

El tiempo de reposo dependerá fundamentalmente de la temperatura de la cocina. Estos días hace frío y de no pasado el tiempo de levado en la cocina hubiera tardado mucho más. Se puede situar cerca de una fuente de calor suave. Pero ojo! no ardiendo! simplemente confortablemente tibio. 
Esta mañana tenía la chimenea puesta al mínimo y como el aire caliente sale de ella por la parte superior, he situado la masa a una altura que no le diera directamente el aire caliente pero que estuviera más tibia que en la cocina.
Ha tardado algo más de dos horas en duplicar su tamaño! Paciencia!... el levado es fundamenta y es lo que permitirá luego que los panecillos tengan huecos y la masa resulte esponjosa, tierna y suave. Así que ya sabéis, no hay que tener prisa a la hora de hacer estos muffins!
Por fin a las dos horas largas había duplicado su tamaño. La he llevado a la cocina cuidando de no retirar el trapo de cocina en el camino y que no le diera ninguna corriente de aire.

Volcamos la masa levada sobre la tabla y la desgasificamos recogiendo con las puntas de los dedos la masa hacia el centro. Veremos que su volumen decrece al salir de ella los gases que ha formado la levadura durante el levado.
Formamos una bola con la masa desgasificada y dejamos que se relaje reposando cinco minutos.


A continuación llega por fin el momento de estirar la masa con rodillo. Formaremos una superficie de unos 1,5/2 cm de grosor. vamos cortando los muffins y situándolos sobre una bandeja en la que habremos rociado un poco de sémola de trigo muy, muy fina.
Con un aro de emplatar o un cortador de galletas (incluso un vaso)

Espolvoreamos su superficie también con sémola y cubrimos la bandeja con el trapo limpio.
SEGUNDO LEVADO: Si hemos llevado antes la masa para el primer levado junto a una fuente de suave calor, volvemos a hacer lo mismo. Veremos que los muffins van creciendo hacia arriba. No es necesario que dupliquen su tamaño, con media hora de reposo bastará.
Como veis la masa ha necesitado dos levados (además de los correspondientes reposos cortos) La primera justo después de que se hayan amasado veinte minutos los ingredientes. La segunda cuando tengamos los muffins cortados y colocados en una bandeja antes de pasarlos por la sartén.

COCIDOS EN SARTÉN Y HORNEADO POSTERIOR (Opcional)
Precalentaremos el horno a 180ª calor por arriba y por abajo, sin ventilador. Así lo tendremos dispuesto cuando hayamos pasado los muffins por la sartén.
Necesitaremos una sartén o plancha bien amplia dónde quepan todos los muffins o hacerlos en dos tandas. Tiene que ser con superficie antiadherente. Calentamos la sartén y la engrasamos con un trocito de mantequilla embadurnando bien sus laterales y fondo con una brocha.
En cuanto que metamos los muffins cerramos la cacerola con una tapadera. Así conservaremos en su interior mucho mejor el calor y la humedad que desprende la masa ayudará a que queden bien tiernos y que la masa no se reseque en absoluto.

Esperamos a que se doren por un lado. Yo he tardado unos 5/6 minutos a fuego mínimo pero este tiempo puede aumentar o decrecer ligeramente dependiendo del recipiente que usemos para dorarlos.
Abrimos la tapa, los volteamos y esperamos otros cinco o seis minutos para que se doren por el otro lado.
Deberemos tener el horno caliente ya. Según los saquemos de la sartén los colocamos en la bandeja de hornear que tenía sémola sobre el papel de horno que la cubría. Metemos la bandeja al horno a 180º en la zona media baja.


Dejamos que se horneen durante 10 minutos. Hay quienes no realizan este horneado. Yo prefiero hacerlo porque me garantiza que aunque los muffins hayan quedado gorditos (que es como me gustan a mí) su interior está perfectamente cocido. No da trabajo ninguno y esperar diez minutos más con el tiempo que llevamos esperando, no representa nada!
Cuando transcurran los diez minutos de horneado vamos sacando los muffins y los colocamos sobre una rejilla para que puedan enfriarse también por abajo.
Esperaremos al menos media hora antes de abrirlos. No lo haremos calientes para conservar la textura de su suave miga. Si los cortamos calientes, los centros de los muffins parecerán algo pastosos.



CÓMO SE CONSUMEN
La forma ideal de mantener los agujeritos y recovecos de la masa es pinchando su perímetro con los dientes de un tenedor (mejor que con la sierra de un cuchillo que deformaría la esponjosa miga y eliminaría parte de los agujeritos, penetrando peor la mantequilla a la hora de consumirlos.


Ahora ya podemos consumirlos. Partidos por la mitad, tostados y con un poco de mantequilla y/o mermelada resultan exquisitos! Pero también acompañados con ingredientes salados como beicon, huevos o aguacate.

CÓMO SE CONSERVAN LOS MUFFINS
Podemos almacenar estos muffins ingleses? Si os sobran, sí, claro! En un recipiente hermético duran perfectamente un par de días a temperatura ambiente y llegará a cuatro o cinco si los metemos en el frigorífico.
Se pueden congelar los muffins?

SE PUEDEN CONGELAR?
Una vez totalmente fríos meter en una bolsa plástica hermética y los introducimos en el congelador. A la hora de consumirlos sacamos las unidades que necesitemos y los llevamos al refrigerador durante la noche para que se descongelen totalmente durante la noche. Por la mañana ya podremos abrirlos y dorarlos y prepararlos como nos apetezca.

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