Se me ocurrió ayer. Había llamado con mi madre como hago cada día y hablando de lo que hablamos todos en estos tiempos de coronavirus y soñando con el día que esto haya pasado, yo le dije que íbamos a hacer una comida todos juntos alrededor de mi mesa. Y que todos, sin faltar ninguno de nosotros, estaríamos sentados a ella. Que no lo dudara, que no faltaremos ninguno de nosotros. Y ella, pobre mía, con 87 años, dijo que a ver si era verdad...
En realidad yo no puedo beber alcohol porque estoy medicándome pero os aseguro que en cuanto ganemos a nuestro enemigo común pienso tomarme un chupito (cortito ajajja) de este licor de café para celebrar nuestra victoria.
Tarda para estar en su punto, cerca de tres meses. Yo espero que mi mesa se llene con mi gente mucho antes y aunque el licor no esté todo lo maduro que podría, nos va a saber a gloria porque levantaremos nuestras copas con este licor tras el postre con la alegría de estar todos juntos de nuevo.
Compré estas botellas de aguardiente justo antes del Estado de Alarma y la verdad, al declararse, se me quitaron las ganas de hacer licor. Pero ayer pensé que no. Que ni hablar! Todo lo contrario! Que tenía el aguardiente y que no había ninguna razón para no preparar el licor con el que celebraremos que hayamos podido salir airosos de este horror, porque sin duda! Saldremos todos juntos de esto!
Ya colgué hace unos años una entrada con la receta de licor de café pero hoy quiero repetirla con un par de pequeñas variantes.
Entonces no hice un almíbar para incorporar el azúcar. Simplemente lo agregué como hago siempre y sale riquísimo. Pero dado que soy optimista (quiero serlo!) y pienso que este infierno no va a durar tanto como necesita el licor para madurar, el incorporar el almíbar va a mejorar bastante el licor si afortunadamente podemos tomarlo antes de los tres meses.
Al introducir agua en la mezcla del licor no sé qué tal congelará. La receta anterior no tenía agua y por tanto se podía congelar con toda confianza de que el recipiente no se rompiera o la mezcla no se estropeara. Aunque todo sea dicho, los entendidos en este licor no aconsejan tomar ningún licor congelado. Todo lo más bien fresquito, en chupitos previamente congelados si se quiere para que esté casi, casi helado.
En segundo lugar en esta ocasión voy a hacer este licor incorporando un poquito de chocolate negro. He usado el que tenía en la despensa. Uno de para postres y no ha sido en mucha cantidad, unos 120 gramos.
Entonces no hice un almíbar para incorporar el azúcar. Simplemente lo agregué como hago siempre y sale riquísimo. Pero dado que soy optimista (quiero serlo!) y pienso que este infierno no va a durar tanto como necesita el licor para madurar, el incorporar el almíbar va a mejorar bastante el licor si afortunadamente podemos tomarlo antes de los tres meses.
Al introducir agua en la mezcla del licor no sé qué tal congelará. La receta anterior no tenía agua y por tanto se podía congelar con toda confianza de que el recipiente no se rompiera o la mezcla no se estropeara. Aunque todo sea dicho, los entendidos en este licor no aconsejan tomar ningún licor congelado. Todo lo más bien fresquito, en chupitos previamente congelados si se quiere para que esté casi, casi helado.
En segundo lugar en esta ocasión voy a hacer este licor incorporando un poquito de chocolate negro. He usado el que tenía en la despensa. Uno de para postres y no ha sido en mucha cantidad, unos 120 gramos.
Estos son los ingredientes que se precisan:
- 3 litros de aguardiente de al menos 40º
- 500 litro de agua
- 1 kg. azucar molida
- 150 grm. café normal (si es en grano, mejor)
- 1 palito canela
- 120 gramos chocolate negro
- Piel de 1 limón
- Piel de 1 naranja
El licor de café (por cierto muy típico en Galicia) se hace con buen aguardiente. Del mejor que podamos conseguir. Hasta hace unos años yo lo hacía con el aguardiente que hacía mi padre. Tenía una viña que cuidaba amorosamente y sacaba su vino de pitarra y su aguardiente de ella. Tras su muerte, las botellas que había dejado listas duraron unos años pero...todo tiene su fin. Así que ahora lo hago con el aguardiente que puedo comprar en el super.
Antes de comenzar, quitamos la piel al limón y a la naranja tratando de retirar solo la parte externa y no llevarnos con el cuchillo nada de la blanca. Molemos el café si lo tenemos en grano.
Antes de comenzar, quitamos la piel al limón y a la naranja tratando de retirar solo la parte externa y no llevarnos con el cuchillo nada de la blanca. Molemos el café si lo tenemos en grano.
A continuación preparamos un almíbar simplemente poniendo a hervir el agua en un cazo al que incorporamos el azúcar y removemos hasta que quede perfectamente disuelta. Dejamos que hierva a fuego lento durante unos diez minutos para que se haga el almíbar. Cuidado! Fuego mínimo! Y remover de vez en cuando. Ojo con no dejar que se suba la espuma y rebose! y cuidado también con las salpicaduras. Es terrible lo que queman y el dolor que producen...
Cuando estén próximos los diez minutos incorporamos el chocolate troceado. Removemos despacito y suavemente hasta que veamos que el chocolate se ha deshecho en el almíbar. Dejamos que enfríe completamente antes de usarlo.
El recipiente que nos valdrá deberá ser preferiblemente de cristal y suficientemente amplio para albergar todos los ingredientes y tener algo más de holgura para poder remover el licor sin que rebose por los bordes.
Ya casi lo tenemos listo! Ahora nos queda incorporar el aguardiente al bote y agregar el café ya molido, el palito de canela y las pieles de cítricos y remover a conciencia con unas varillas o cuchara con mango largo para alcanzar al fondo del bote.
Una vez frío el almíbar lo incorporamos al licor y removemos bien. Ya lo tenemos!
Lo ubicaremos en un lugar oscuro y sin cambios de temperatura. Una despensa por ejemplo es un buen sitio porque suelen ser frescas y no muy frecuentadas por lo que la temperatura no cambia tanto como puede hacerlo en la cocina.
Movemos el conjunto para que todos los ingredientes se mezclen bien. (No aconsejo dejar ningún utensilio de cocina metálico dentro del licor). Hala! A la despensa a esperar el gran día!!
Durante unos diez días deberemos recordar removerlo a diario, luego ya, cuando nos acordemos, de vez en cuando.
Hace años no colaba el licor hasta que había macerado al menos dos meses pero la última vez que lo hice lo colé al mes y el resto de tiempo lo dejé que siguiera haciéndose otros dos meses. Eso ya a vuestra elección. Creo que hay muchos que incluso a los 10/12 días ya lo cuelan.
Para filtrar el licor:
- Cuando haya transcurrido el tiempo (al menos 10 días) primero colaremos el licor a través de un colador de malla fina y
- haremos un segundo filtrado con una simple gasa o tela fina escrupulosamente limpia y reservada solo para ese fin.
Hay que tener paciencia pero de eso tenemos desarrollado mucho estos días. Verdad? Ahora a esperar a que el tiempo haga su trabajo. Lo ideal son tres meses aunque espero, deseo, anhelo que sea mucho, mucho menos!! jejeje
Bueno, pues aquí está mi licor de café (futuro licor). Llenará nuestras copas espero que prontito...A vuestra salud, amigos! :)
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