Albóndigas de merluza en salsa

Las albóndigas están ricas casi siempre pero si además son de pescado, están aún mejor. Son más ligeras que las de carne y por tanto llenan mucho menos. A mí me gusta hacerlas de merluza o cualquier otro pescado blanco que tenga a mano, que no tenga demasiadas espinas. Estas están hechas con una merluza fresquita, fresquita. Dejándolas cocer tiempo suficiente en la salsa quedan muy jugosas. Si puedes esperar hasta el día siguiente para degustarlas ganarás mucho. Como todos los guisos los sabores se asientan cuando la elaboración pasa un buen tiempo de reposo.

Puedes agregar guisantes a la salsa o pasar esta por el pasapuré si no te gusta ver la cebollita en ella. En realidad es una receta muy fácil de adaptar a nuestros gustos y en cuanto trabajo...bueno, pues lo mismo son un poquito entretenidas pero de una sentada te haces varias raciones si sois pocos en casa.

LA RECETA DE LAS ALBÓNDIGAS DE MERLUZA 


INGREDIENTES

Para las albóndigas:

  • 400 gr. de merluza limpia
  • 100 gr pan del día anterior
  • 150 cl leche entera
  • 1 huevo
  • 1 diente de ajo
  • Hojas de perejil
  • Sal
  • Pimienta negra molida
  • Aceite de oliva virgen extra para freír 
  • Harina de trigo normal para rebozar

Para la salsa:

  • aceite de oliva extra virgen
  • 1 Diente de ajo
  • 1 Cebolla
  • Nuez moscada
  • 1 Vasito de vino blanco seco
  • 500 ml caldo de pescado o fumet
  • sal
  • Un poco de perejil picado


ELABORACIÓN DE LA RECETA DE ALBÓNDIGAS DE MERLUZA


  1. Pon a remojar en la leche el pan cortado en cachitos.
  2. En un bol amplio bate el huevo e incorpora la sal, el diente de ajo y el perejil muy picaditos.
  3. El pescado deberá estar limpio y libre totalmente de espinas y pieles. Puedes picarlo a cuchillo o triturarlo en el accesorio picador que normalmente viene con la batidora de mano. En todo caso no debes convertir el pescado en un puré. Te debe quedar con textura y verse pequeños trocitos. Es mejor dar dos o tres golpes cortos al hacer funcionar la picadora que hacerlo de manera continuada. Comprobar la textura y triturar un par de segundos más si fuera preciso.
  4. Una vez picado el pescado incorpora al bol junto con el pan y leche. Remueve a conciencia con un tenedor y si hay algún tropezón de pescado demasiado grande aplasta con el tenedor.
  5. Ve formando pequeñas bolitas con la mezcla, pásalas por harina y sacude bien el sobrante.
  6. Pon a calentar abundante aceite de oliva virgen extra y fríe las albóndigas. Hazlo mejor en dos tandas para que te queden holgadas y puedas cambiarlas de posición para que se doren por igual por todas partes.
  7. Según se doren ve sacándolas y déjalas escurrir el sobrante de aceite sobre papel absorbente. Reserva.
  8. Prepara a continuación la salsa. Filtra el aceite de haber frito las albóndigas para eliminar los restos de harina demasiado quemada. Pon unos 50 cc en la sartén limpia y dora en él el diente de ajo bien picadito.
  9. Agrega en cuanto se dore la cebolla cortada finita. Baja el fuego al mínimo, tapa la cazuela y deja que se poche muy lentamente. Remueve de vez en cuando. En aproximadamente 10/15 minutos tendrás la cebolla blandita y transparente. 
  10. Agrega el perejil picado y el vino. Sube el fuego al máximo y deja que se evapore un poco durante un par de minutos. Agrega el caldo de pescado y deja cocer tapado 15 minutos removiendo de vez en cuando.
  11. Añade las albóndigas que tenías reservadas, remueve bien, tapa y deja cocer unos 15 minutos. La harina de las albóndigas ligará la salsa y según vaya evaporándose se irá espesando. Comprueba que está a tu gusto y si prefieres la salsa más espesa deja cocer unos minutos más cuidando de que no se pegue las albóndigas al fondo. Rectifica de sal antes de apartar del fuego. 
  12. Si te gusta la salsa muy finita puedes apartar las albóndigas, pasar la salsa a un vaso y triturarla con la batidora de mano para luego regresar todo a la cazuela.

CONSEJOS SOBRE LA RECETA DE ALBÓNDIGAS DE MERLUZA


  • Puedes utilizar merluza o cualquier pescado blanco. Procura que no sea con mucha espina para facilitarte las cosas a la hora de limpiarlo.
  • No conviertas en puré el pescado al triturarlo. Si dejas tropezones pequeños tendrán una textura mucho más rica y jugosa.
  • Conviene que las albóndigas queden bien impregnadas de la salsa. Para ello debe hervir un buen rato en ella. No hagas bolas demasiado grandes, así te ahorrarás algo de tiempo al cocerlas en la salsa.
  • He visto que hay quien no enharina las albóndigas al freírlas. Yo prefiero hacerlo así porque la harina del rebozado ayuda a trabar la salsa.
  • Estas albóndigas mejoran aún más si añades en los últimos minutos de cocción un puñado de almejas o incluso de chirlas. Si piensas hacerlo así ten cuidado con la sal, las almejas al abrir salarán bastante la salsa.
  • Como casi todos los guisos estas albóndigas están mucho más ricas al día siguiente de cocinarlas. Tapa la cazuela y cuando enfríe totalmente mete en el frigorífico y ten paciencia hasta el día siguiente. ¡No seas agonías!

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