"Escalibada" (Ensalada catalana de verduras asadas)

La escalibada es un plato muy típico de la cocina catalana. En realidad tradicionalmente las verduras se asan al rescoldo de una buena lumbre pero a falta de ello en el horno puede salirnos una deliciosa ensalada de verduras asadas.
Es importante, como casi siempre, que la materia prima sea buena. Los pimientos rojos de los de piel fina y "cuero" gordito, que son los que dan más carne y son más dulces, las cebollas tardan en hacerse así que yo las pongo chiquitas. La cabeza de ajos que sea grande, de dientes de buen tamaño y a poder ser de "Chinchón" una variedad que aquí en Madrid se adquiere muy fácilmente en cualquier verdulería. Los tomates maduros y carnosos...y por supuesto, un aceite de oliva virgen extra que no falte.

Puchero malagueño

Se trata de un plato que en invierno se hace con mucha frecuencia en Málaga.
Las cocineras malagueñas cuando hablan de cómo les ha quedado el puchero dicen "rico, rico y…blanco, blanco!!" Es un caldo mucho menos denso que el de un cocido. Cuanto más blanco mejor, producto de haber agregado a él los huesos blancos salados y el unto. Como a la gente le gusta el tono blanquecino de este caldo no le ponen morcilla ni chorizo.
El puchero malagueño es muy "versátil", quiero decir que puede servirse de varias formas y hacer con él distintos platos. Se trata de un caldo "base" que la gente en Málaga tiene siempre a mano. Se compone de carnes, garbanzos, si se desea verduras (patata, puerro, zanahoria...).
Entre los aviós del puchero, además hay que agregar los que convierten este puchero en genuinamente malagueño: los huesos de caña, los trocitos de corteza (piel) y  costilla salados y el cachito de "unto". No puede faltar la ramita de hierbabuena fresca que se añade cuando el plato ya está servido, jamás durante la cocción ya que se pierde completamente su aroma.
Este lo voy a utilizar para tener caldo preparado para hacer sopas pero también pueden hervirse en él un puñado de arroz que puede ir acompañado de otro puñadito de judías verdes y patata y tendremos con ello un delicioso primero de cuchara.
Otra forma típica de servir este plato en Málaga es con la famosa "pringá". Primero se sirve la sopa que puede ser de picadillo o simplemente de fideos finos, luego los garbanzos con las verduras (patata, zanahoria, col…al gusto) y luego las carnes que no se comen del modo habitual si no aplastadas todas juntas con un tenedor y acompañadas de pan. Deliciosa!!

A estas formas de utilizar el caldo podemos añadir lo que llaman "berza", es decir, un potaje de col rizada al que al final se le agrega un sofrito en aceite de oliva de cebolla y ajo picado , comino y pimentón.

Tarta de queso al horno

Hay dos tipos de tartas de queso, las que necesitan horneado y las que no. No sabría decir cuales me gustan más. Son distintas en su textura, en su sabor... quizás suele dar más pereza las que llevan horneado pero merece la pena invertir el par de minutos que nos lleva preparar el molde porque en realidad el tiempo de precalentado del horno lo aprovechamos para ir preparando la tarta y el del horneado... pues eso, podemos hacer mientras tanto lo que nos apeteza.

 
INGREDIENTES:
* 3 Huevos
* 3 Yogures naturales
* 2 vasitos de yogur llenos de azúcar (200 gramos)
* 1 vasito de yogur lleno de harina (3 cucharadas soperas bien colmadas)...
1 Sobre de levadura en polvo tipo Royal
* 2 Tarrinas de queso tipo Philadelphia (de 200 gramos cada un)
* Un par de cucharadas de harina para enharinar el molde
* Un chorrito de aceite de oliva virgen extra para aceitar el molde
* Unas cucharadas de mermelada de albaricoque (o de otra al gusto) para decorar la tarta.
 
1.- Como solo tardaremos unos minutos en tener lista la tarta para hornearla, lo primero que tendremos que hacer es ir precalentando el horno a unos 180º
2.- Ahora prepararemos el molde rociándolo con un chorrito de aceite. Con una servilleta de papel los embadurnaremos bien extendiendo el aceite por todo su interior, sin olvidarnos de las "ranuritas" que tenga. Así eliminaremos el sobrante de aceite y dejaremos únicamente una fina película.
A continuación echaremos en el molde aceitado un par de cucharadas de harina. Moveremos bien el molde para que la harina se distribuya por todas partes y lo sacudiremos bocabajo para eliminar el sobrante. Ya tenemos listo el molde con una fina película de harina pegada por el aceite que hemos puesto anteriormente y que impedirá que la tarta se adhiera a él durante el horneado además de facilitará su extracción una vez cocida.
3.- Procederemos a continuación a mezclar con una batidora o un robot de cocina todos los ingredientes (Excepto la mermelada de albaricoque)
Los batiremos todos juntos durante el tiempo preciso para que quede una mezcla muy poco espesa y sin grumos, totalmente homogénea.
4.- Echaremos la mezcla en el molde enharinado.
Como hemos puesto a precalentar el horno mientras hemos preparado la tarta ahora ya estará listo para que la metamos en él.
5.- Hornearemos a esta temperatura de 180º DURANTE LA PRIMERA MEDIA HORA SOLO CON CALOR POR ABAJO. Esto es para evitar que se forme una costra en la parte superior que impediría que la fuerza de la levadura que contiene la mezcla fuera suficiente para hacer subir la tarta.
El calor por abajo irá cociéndola sin endurecer la parte superior.
Miraremos de vez en cuando como va la cocción y si comprobamos que la tarta aún teniendo solo calor por abajo, se está dorando, la cubriremos con un trozo de papel Albal para impedir que se queme.
Pasada la media hora la tarta deberá haber subido un poco y por arriba aún no estará dorada.
Las temperaturas y los tiempos en los hornos siempre son variables dado que cada uno de nuestros hornos tienen su propia "personalidad". Lo mejor es disponer de un horno con distribución del calor por aire pero a falta de él (como es mi caso) será más que suficiente uno de los habituales como este que os muestro.
Pasada la media hora primera, pincharemos la tarta con un palilllo para comprobar el estado de cuajado que tiene.
Si vemos que está muy blanca aún por arriba y que casi toda ella está bastante líquida, alargaremos un poco la media hora de calor solo por abajo.
6.- Si por el contrario comprobamos que la primera media hora ha sido suficiente para que la tarta ya esté casi cuajada por los bordes y que únicamente el centro permanece líquido, PONDREMOS A CONTINUACIÓN CALOR SOLO POR ARRIBA DURANTE UNOS 15 MINUTOS MÁS APROXIMADAMENTE.
No dejaremos de vigilar la coccion, incluso podemos situar la bandeja del horno en una ranura inferior para que el calor superior no la queme tan rápidamente y permita que se vaya cociendo sin quemarse.
7.- Ya tenemos la tarta cuajada, dorada y lista para decorar. Finalmente extenderemos por arriba unas cucharadas de mermelada de albaricoque o de cualquier otro sabor que nos guste. Podemos hacerlo con la misma cuchara o ayudándonos de una brocha de cocina.
 
La dejaremos enfriar antes de consumirla. En invierno está rica sin meter en el frigorírico; en veramo si la queremos fresquita podemos refrigerarla pero cubriéndola con film de cocina para que no se reseque por arriba.
 
 

"Caramelos" de jengibre (confitado o "escarchado")

Estos son unos "caramelos" que a mí me parecen deliciosos pero que reconozco que quizás sean un tanto peculiares y puede que no a todo el mundo les parezcan de sabor agradable. Quiero aclarar que no tienen el sabor dulce típico de estas golosinas. Están hechos con jengibre y si lo habéis probado preparado de otras formas o rallado crudo en ensalada sabéis que tiene un sabor peculiar, picante, refrescante...muy aromático. A mí me encanta!!!
Ah!! Por cierto...existe la creencia de que el jengibre es un "elixir sexual" jejeje
Ahora en serio, es una planta utilizada por sus múltiples propiedades medicinales.
El jengibre es una raíz tuberosa utilizada como condimento especialmente en la cocina oriental. Esta raíz es la que, encurtida, se usa para acompañar el Sushi. En esta ocasión no lo voy a encurtir, voy a hacer una especie de "caramelos" confitándolo.


Trataremos de comprar un jengibre lo más tierno posible. Este que hay en el plato no es del más pequeño, pero no había otro.
Procurad elegir las porciones más lisas y con menos nudos para facilitar el proceso de pelado.
Estos son los "caramelos". Quiero aclarar que no tienen el sabor dulce típico de estas golosinas. Están hechos con jengibre y si lo habéis probado preparado de otras formas o rallado crudo en ensalada sabéis que tiene un sabor peculiar, picante, refrescante...muy aromático. A mí me encanta!!!
Ah!! Por cierto...existe la creencia de que el jengibre es un "elixir sexual" jejeje
Ahora en serio, es una planta utilizada por sus múltiples propiedades medicinales, eso sí es cierto.
INGREDIENTES:
  • Jengibre fresco (800 gramos)
  • Agua
  • Azúcar (unos 400/500 gramos).
Solo eso.
Esta mañana he comprado casi, casi 800 gramos de jengibre al peso (fácil de encontrar en grandes superficies, en ocasiones ya embasado en la típica bandeja de porexpán).
Estos casi 800 gramos se han quedado en tan solo 560 una vez pelado. Hay que pensar que se desperdicia bastante al tener que pelar tanta protuberancia y que muchas veces resulta imposible retirar todas las pieles y durezas si no es cortando algún trozo.


 Con un pelaverduras y ayudándonos del filo de un cuchillo pequeño bien afilado y de una cucharilla de postre pelaremos totalmente las raíces e iremos poniéndolas en agua mientras terminamos de pelarlas todas.

Una vez terminado de pelar cualquier resto de piel adherida a las raíces las retiraremos del agua y las cortaremos en daditos volviéndolas a dejar en remojo durante una hora.

Transcurrida esta hora, sacamos los trozos y los echamos a una cacerola con agua hirviendo, cuando el agua vuelva a hervir, dejarlo cocer durante 4 minutos.
Pasados los cuatro minutos de cocción, escurrirlo y remojarlo con agua fría. REPETIR ESTA OPERACIÓN DE COCCIÓN Y ENJUAGUE 4 VECES. De esta manera se "rebaja" un poco el sabor picante típido de esta planta.
Como debemos repetir el proceso 4 veces, una forma de acelerarlo es ir calentando más agua para tenerla preparada para la siguiente cocción.
Para preparar el amíbar. Poner en la cacerola un litro de agua fría con el azúcar. Llevarlo a ebullición a fuego lento removiendo con una cuchara de madera hasta que el azúcar esté completamente disuelta.
Cuando empiece a hervir echar el jengibre y dejarlo cocer suavemente durante 1 y 1/2 horas removiendo a menudo.
Durante este tiempo el almíbar irá espesando poco a poco y el jengibre se ablandará lentamente. En todo caso es un almíbar clarito, ya que de lo contrario, si fuera espeso, el jengibre no llegaría a ablandarse.
El punto de dureza que deseamos depende de nuestro gusto. No es conveniente dejarlo demasiado duro pero tampoco tan blando que se haga puré. Debe quedar algo crujiente.
Pasado este tiempo ponerlo todo en un cuenco dejarlo enfriar y taparlo con un film, dejarlo en la nevera durante 24 horas. Escurrir bien el jengibre, dejarlo secar bien sobre papel de cocina durante algunas horas, pasarlo por azúcar y guardarlo en un bote hermético.
Estos caramelos se conservan bien durante bastante tiempo metidos en una caja metálica de galletas, bueno, en realidad no da tiempo de que se estropen. Están tan ricos!!!

Ropa vieja - para aprovechar las sobras del cocido

Un plato para la "crisis". Aquí no se tira nada!!! Con la carne que nos sobra del cocido podemos aprovecharla para hacer esta sabrosa receta.  
En algunas casas gusta tanto que cuando se prepara el cocido se tiene en cuenta aumentar en algo los ingredientes precisamente para que sobre bastante para hacer este plato.
En cada cocina se prepara de una forma, unos ponen patatas fritas, otros no. A mí me gusta encontrarme las patatitas fritas pequeñitas junto con el resto de ingredientes pero ya digo, no siempre se añaden.

 Ya digo que se hace difícil decir los ingredientes con exactitud, dependerá del día. Unas veces sobrará chorizo y mucho pollo; otros no quedará casi tocino pero sí mucha ternera... lógicamente la cantidad de garganzos también variará. En este caso yo he utilizado estos ingredientes

INGREDIENTES
  • 2 Dientes de ajo
  • 1 Cebolla
  • 1 Pimiento verde
  • Un poco de tomate frito
  • Sal
  • Pimienta negra
  • Pimentón de la Vera
  • Sobras del cocido
  • Patatas
  • Aceite de oliva virgen extra 
(garganzos, pollo, ternera, tocino, chorizo...)

 
Antes de comenzar a cocinar deberemos limpiar de pieles y huesos las carnes que sobraron del cocido y las trocearemos en cachitos más o menos grandes según nuestro gusto. Las reservaremos.
En una cacerola amplia ponemos unas cucharadas de aceite de oliva virgen extra y cuando esté caliente agregamos los dos dientes de ajo troceaditos muy pequeños.
Esperamos a que se doren y agregamos la cebolla cortada. Le damos unos minutos para que se ponche un poco tras la cual añadiremos el pimiento verde tronceado.
Cuando están hechas las verduras añadimos un poco de sal, pimienta negra y una buena cucharada de pimentón de la Vera. Sin esperar demasiado para evitar que el pimentón se queme y resulte de sabor desagradable, añadiremos las carnes y garbanzos. Removeremos bien el conjunto para que se impregnen todos los sabores.
Mientras se van friendo las verduras pelaremos unas patatas y las cortaremos el cubitos para freirlas después en una sartén con abundante aceite de oliva virgen extra. Cuando estén doraditas las apartamos y las reservamos.
Cuando vemos que las carnes están ya rehogadas en las verduras añadiremos las patatas fritas que tenemos reservadas. Rectificaremos de sal y dejaremos que todo se rehogue unos minutos.
A mí me gusta añadir las patatas no demasiado antes de apartar la cacerola del fuego porque encuentro que si las tengo mucho quedan demasiado blandas y se rompen fácilmente al removerlas junto con el resto de ingredientes. Las tengo unos pocos minutos para que se tomen del sabor del plato y lo sirvo.
Están bien rico!!!