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Aperitivo muy sencillo: "Pizzas" de berenjenas al horno con tomate y queso

Las pizzas están realmente deliciosas pero estas "pizzas vegetales" son bastante más saludables y rápidas de hacer. Estas berenjenas al horno con tomate y queso mozzarella pueden ser perfectamente una cena entre amigos, unos entrantes muy fáciles de hacer o un apetitoso aperitivo. No tienen misterio alguno y los ingredientes para prepararlas solemos tenerlos en nuestra despensa o en la nevera.

Una guarnición deliciosa: Chalotas (o cebollitas francesas) glaseadas

Tenía que acompañar un pollo asado al horno y ninguna guarnición mejor que unas chalotas glaseadas. Chalotas (Escalonias) o cebollitas francesas glaseadas son igualmente idóneas para compañar carnes asadas pero también resultan deliciosas con quesos o patés. El glaseado les aporta una textura especialmente melosa, un brillo espectacular y un sabor delicioso.

Alcachofas confitadas en aceite de oliva

Asociamos erróneamente el confitado al mundo de la repostería. Sin embargo el confitado no es más que una técnica de cocina mediante la que se cuece muy lentamente y a baja temperatura un alimento y que además nos sirve para conservarlos durante bastante tiempo en el líquido de cocción (grasa o azúcar). ¿En qué consiste confitar un alimento?

Ensalada campera o ensaladilla de verano

Se llama ensalada campera pero en realidad en verano, casi puede servirse como plato único acompañada de pan y un buen gazpacho. Hay quien la conoce como ensaladilla de verano. Es fácil, sabrosa y nutritiva. En verano es un plato que apetece siempre. Conviene prepararla con tiempo para que los sabores se integren y resulte más sabrosa todavía. Puede hacerse por la mañana para degustarla cuando se viene de la playa (cuando podamos ir, claro) Fresquita está riquísima pero no demasiado fría para que no pierda sabor.

Aperitivo de alcachofas a la plancha con salsa y tomates deshidratados

No se trata del típico plato de alcachofas hervidas para comer con cuchillo y tenedor. Es más bien un aperitivo. Un platillo para comer con los dedos. Muy adecuado para poner en el centro de la mesa en una cena informal y comer entre amigos. Ir arrancando de una en una las hojas exteriores y mojándolas en la salsa para comer la poquita carne que hay en la parte inferior es una delicia. Y conforme vas quitando hojas y te acercas al corazón ¡la cosa va mejorando! El bocado central es tu premio por comerlas con paciencia.Te lo digo siempre, que tengas paciencia...jeje

Ensalada de endivias al Roquefort (Con salsa hecha en frío)

Esperar a que se enfríe una salsa que acompaña a unas endivias que precisamente preparo cuando tengo prisa y no me atrae estar mucho tiempo en la cocina, no me entusiasma. La verdad. Durante años hice esta salsa como la hace todo el mundo, calentando la nata en la que se disuelve el queso y esperando luego a que enfriara antes de ponerla sobre las envidias. Os muestro otra manera de hacerla que no requerirá tiempo de espera ninguno porque no es necesario calentar nada.

Fabes (o judías blancas) con chorizo.

Tiempo ha puse en este blog la receta de la fabada paso a paso. Tuve hace años una compañera en el trabajo más asturiana que el compango, de las que se enfadaba con tan solo mencionar la posibilidad de cocer les fabes en olla rápida (yo también me enfado, lo reconozco, así soy de talibana). Me detalló la receta tan pormenorizada y me hizo tanta advertencia que casi pensé que me la iba a tatuar en el brazo para que no me olvidara de nada. Y no me olvidé nunca más. ¡Cualquiera se atrevía! Puestas así las cosas, en adelante ya nunca varié un solo detalle de sus indicaciones. Lo cierto es que a partir de desvelarme sus secretos me sale una fabada cojo/nuda (¿Así queda menos grosero? No. Ya lo sé).

Pimientos del piquillo rellenos de brandada de bacalao

He hecho muchas veces pimientos con bacalao. Pero una cosa es rellenarlos con la típica mezcla que muchas veces se hace como una bechamel con base de cebolla frita a la que luego se agrega el bacalao y bastante leche y otra cosa es rellenarlos con una brandada de esta categoría. La hice siguiendo la receta que figura en el libro de Joan Roca "Las mejores recetas de mi madre" y de verdad que estos pimientos ya son "otro nivel". No exagero. Ni siquiera les hace falta una salsa demasiado elaborada y trabajosa, llevan en el "corazón" un tesoro tan exquisito que aplicaría aquí también lo de "menos, es más".

Ensalada de lechuga con cuchara. Una receta de la gastronomía Extremeña

Curioso nombre el de esta ensalada extremeña ¿Verdad? El nombre es por razones obvias: ¡Esta ensalada se come con cuchara! Sí, sí, con cuchara...Estoy segura que, salvo que seáis extremeños, no habéis oído hablar nunca de ella.
A veces también se le llama "Lechuga al agua".  Probablemente ya poca gente incluso en Extremadura prepara la lechuga así pero todavía hay lugares dónde se mantiene la tradición. La lechuga así preparada cambia la textura perdiendo algo de crujiente, se "dulcifica". Lo cierto es que resulta refrescante y muy rica. Eso sí, cunde bastante menos que preparada del modo tradicional porque mengua bastante.

La auténtica Ensalada César (Elaborada por el Chef Alex-César Cardini en el Restaurante New Orleans)

Hoy vamos a preparar la que inicialmente se conoció como "Aviator´s Salad"   y que luego pasó a llamarse con el nombre que se la conoce mundialmente, la Ensalada César. No hay comida de origen mejicano más conocida ni que se pida más veces en todos los restaurantes del mundo!
De su origen hay muchas versiones y leyendas. Todas son coincidentes en algo, que fue en Tijuana (Mexico) en el Hotel Caesar’s regentado por los hermanos Cardini (Alessandro y Cesare y no en Italia dónde se creó al comienzo del siglo pasado. Que el "inventor" fuera César o Alessandro es la discusión que todavía hoy existe entre los herederos de ambos. Sea quién sea el inventor, la receta es la que es y no se parece o se parece poco a las ensaladas César que ofrecen la mayor parte de restaurantes hoy en día o que figuran en las recetas que podemos consultar en libros, blogs o páginas web.

Alcachofas a la española

La compra no es fácil en momentos de la gravedad que desgraciadamente estamos viviendo por el Coronavirus pero a veces, aprovechando las pocas salidas que debemos hacer de casa y solo cuando es absolutamente imprescindible, se puede aprovechar para traernos del mercad unas alcachofas si las vemos bien.
Esta semana, los chicos del supermercado de mi localidad me subieron la compra a casa y entre los alimentos que les encargué estaban estas alcachofas. Hay que aprovechar porque aún estamos en temporada de ellas. El mejor momento para su compra es de noviembre a marzo. 
A la hora de elegirlas os aconsejo que no cojáis las de mayor tamaño. Es mejor más medianitas y sobretodo mirad que las puntas de las hojas estén apretadas y no abiertas. Las abiertas suelen pinchar si pasamos el dedo por las puntas. Mirad que estén verdes, sin manchas negras y bien apretaditas.
Ah... y recordad que los tallos con los que suelen venderlas son perfectamente comestibles. No se tiran! Saben y tienen la textura muy semejante al corazón de la alcachofa si se pelan bien.

INGREDIENTES:
  • 4 Alcachofas por persona (aprox.) 
  • 2 ó 3 dientes de ajo
  • 1 Cebolla 
  • 150 grm. de jamón picadito
  • 1 cucharada colmada de harina de trigo normal
  • 1 vasito de vino blanco seco
  • 250 cl de caldo de pollo
  • sal
  • Unas hojitas de perejil

Comenzamos por limpiar las alcachofas separando el tallo de la parte inferior con un cuchillo. Luego  eliminamos las hojas exteriores que son las más duras. Pelaremos la capa exterior de los tallos y practicaremos un corte en la parte inferior de ellos ara eliminar la zona oscura.
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Eliminamos con un corte seco las puntas de las hojas y con una puntilla limpiamos la parte inferior de la alcachofa (dónde se unen las hojas a la base). Cada alcachofa la dividimos en cuatro cuartos.
Ponemos a hervir en agua salada las alcachofas durante unos 20 minutos. Dependerá del tamaño y calidad de ellas.
Mientras laminamos los dientes de ajo y cortamos bien finita la cebolla. 
En el aceite ya caliente echamos los dientes de ajo laminados y removemos con cuidado de que no se quemen. Tan pronto comienzan a tomar color agregamos la cebolla y dejamos que poche a temperatura mínima y con la cazuela tapada. 
Removemos de vez en cuando para comprobar si ya está blandita y transparente.
Mientras tanto cortamos finito el jamón serrano.
Lo incorporamos a la cebolla tan pronto veamos que ésta está transparente y blanda. Rehogamos unos instantes el jamón. No mucho para que no adquiera un sabor excesivamente salado.
Añadimos la cucharada colmada de harina y removemos bien para que no se formen grumos. Dejamos que se haga unos minutos para que el guiso no sepa a harina cruda.
Añadimos el vino blanco seco y subimos el fuego. Cuando transcurra unos minutos y se haya evaporado el alcohol, añadimos el caldo. Agregamos las alcachofas escurridas. Removemos y tapamos el guiso dejando que cueza unos 10/15 minutos.
 Debe quedar una salsita espesa y suave. Si hemos agregado demasiado líquido permitimos que evapore dejando la cazuela destapada. Vigilamos la preparación para que no se nos pegue ya que la harina, al espesar la salsa, puede que provoque algún agarre en la base si no movemos bien. Pero con cuidado de no romper las alcachofas que a estas alturas estarán ya muy blanditas.
Antes de servirlas espolvoreamos unas hojitas de perejil bien picadito. Estas alcachofas no tienen espera!! A la mesa! Calentitas, tiernas y con una salsa deliciosa... Buen provecho!


Cómo preparar deliciosas Berenjenas de Almagro con su aliño

Como cada sábado hemos bajado al pueblo para hacer la compra semanal. Antes de ir al super siempre voy a mi puesto habitual de frutas y hortalizas. En el mercadillo ponen tres o cuatro pero ninguno es como éste. En la calidad de los productos que ofrecen y en el trato que dan al cliente. 
Yo compro en este puesto porque me ofrece todas las garantías. Si ellos me dicen que algo está bueno, lo está. Sin duda. Y cuando está regular también te lo dicen. Quizás por eso, por su buen hacer, es terrible esperar las interminables con clientes a la espera de ser atendidos. Porque igual que yo, tienen muchos clientes que les son fieles y que preferimos tener que esperar en su puesto pero tener a cambio un producto de calidad y ser atendidos con la amabilidad y el agrado con los que ellos lo hacen.

Su clientela está compuesta por gente como yo, a la que le gusta comprar siempre en los mismos sitios. Sí, tengo mis lealtades en este aspecto porque a la hora de comprar me funciona muy bien. Ellos te conocen, saben tus gustos y te ofrecen aunque tú no lo pidas, los productos que esa semana están en sazón o especialmente buenos. Nada que ver con el trato impersonal de un gran supermercado!!
Y por supuesto, en nada se parecen las frutas y hortalizas que exponen en su puesto con las de las grandes superficies.
Aquí se pueden encontrar tomates "de verdad". Me encantan!! Ni perfectos, ni iguales como clones unos a otros... Fijaos en estos que había hoy en el puesto. Maravillosos, eh! Aquí te dan a probar el melón antes de comprarlo y la fruta huele a fruta!!
Hoy me he traído tres quilos y medio de unos tomates Raf de lujo para hacer los gazpachos de la semana. La calidad que encuentro en este puesto jamás me la ofrece uno de esos hiper dónde la fruta y la verdura parece de diseño. Preciosa, eso sí. Pero dura como una piedra y sin sabor alguno!
Esta mañana al bajar iba pensando si habría berenjenas de Almagro. Hace varias semanas que no las traían así que me he llevado una gran alegría al verlas hoy expuestas en una caja.

Quería traerme tres o cuatro kilos pero que fueran todas de tamaño parecido para que la cocción fuera homogénea. Es lo que tiene comprar en sitios así, que te atienden de maravilla.
La chica  que veis de camiseta naranja me las ha escogido estupendamente, todas parejas.
Como os decía este es el puesto de verdura dónde me abastezco de todas las hortalizas que van a mis cazuelas. Me encanta!! No solo el producto que ofrecen a sus clientes si no ellos!! Son una familia, dos hermanos y la madre son los "fijos", los nietos y nietas van cambiando de un sábado a otro.
Admiro a esta señora, con más de ochenta años a cuestas y ahí sigue, al pie del cañón!! Está estupenda. Con una fuerza y trabajando de un modo que me asombra...qué linda es esta mujer!!
Bueno, vamos a las berenjenas de Almagro que es la receta que nos ocupa hoy.
La verdad es que no es fácil encontrarlas. Son productos estacionales que hay que aprovechar a consumirlos cuando están en el mercado. En el caso de esta berenjena empiezan a venderse en julio y hasta octubre están cosechándose.. Ya sabéis que la Berenjena de Almagro (Ciudad Real) tiene Denominación de Origen Protegida
Las berenjenas de Almagro solo tienen una pega y es que tienen que prepararse inmediatamente de comprarlas. Se deshidratan enseguida y se ennegrecen. Así que tras la comida me he puesto a prepararlas sin tardanza.
Lo primero, lavarlas a conciencia y escurrirlas. No suelo hacerlo pero esta vez una vez limpias y según iba quitándoles un poco de rabillo y de la punta de los cálices las he dejado en agua con unas ramillas de perejil por probar si se ennegrecían menos.

A continuación cortadlas un poquito el rabillo. No del todo porque incluso de la piel me como algunas partes.
Ahora las herviremos en agua con un generoso puñado de sal y un buen chorro de vinagre durante unos 15/20 minutos. Dependerá del tamaño que tengan. Cuando las he comprado algo más pequeñas con 15 minutos han bastado.
A las berenjenas les pasa como a las alcachofas, que se ennegrecen así que al hervirlas es mejor que queden totalmente sumergidas en el agua de cocción. Para ello basta poner un plato sobre las berenjenas y un poco de peso encima para que el plato no las permita flotar sobre el agua.
Mientras se cuecen iremos preparando el aliño. que tiene los siguientes ingredientes (para 3 kilos de berenjenas). Perdonad el bote de pimienta que se ha colado en la foto :-)

sal gorda
- 6/7 dientes de ajo
- Pimentón de la Vera dulce (2 cucharadas colmadas)
- Pimentón de la Vera picante (1/2 cucharada)
- Orégano (2 cucharada colmada)
- Cominos (1 cucharada colmada)
- Vinagre de vino blanco (2 vasos o al gusto, a mí no me gustan demasiado avinagradas) 
- Agua (6 vasos de agua) 
- 1 vaso de aceite de oliva virgen extra (de los de caña, escaso) Opcional. Yo prefiero no usarlo pero si se prefiere un aliño con algo más de "cuerpo" puede incorporarse.

En un mortero machacamos los dientes de ajo con un poco de salAgregamos un vaso de agua. Reservamos.
En otro mortero machacamos los cominos, agregamos el resto de especias y el agua después de haber colado los ajos machacados.
Removemos bien el conjunto y lo echamos en un recipiente amplio dónde nos quepa el aliño.
A esta mezcla de especias añadiremos el vinagre, el agua y el aceite (si decidimos usarlo) y mezclaremos bien.
En este momento deberíamos probar el aliño. Si nos gusta más fuerte agregaremos vinagre y si nos gusta más flojito aún (con esta cantidad de vinagre no salen demasiado fuertes) añadiremos algo de agua.
También rectificaremos el punto de sal.
La cantidad de aliño que debemos preparar deberá cubrir totalmente las berenjenas así que tendrá que ser bastante para estos tres kilos. Esto es imprescindible!!
A estas alturas ya tendremos las berenjenas bastante atemperadas. Hay que dejarlas enfríar bastante en el mismo agua de cocción. 
Pasado este tiempo las sacaremos del agua  y las pondremos en una olla bien amplia (o dónde tengamos pensado dejarlas macerar durante unos días).
Cubriremos las berenjenas con el aliño y removeremos bien tratando de no romperlas.
Yo espero tres o cuatro días para empezar a tomarlas. A partir del cuarto ya están buenas pero según pasan los días están más buenas aún!!
Debemos acordarnos de removerlas unas cuantas veces cada día. Ahondar con una cuchara el fondo para que el pimentón que suele depositarse abajo se vuelva a mezclar con el resto de líquido e vaya impregnando las berenjenas de más arriba.
Y eso es todo...A partir de aquí pueden conservarse totalmente cubiertas por aliño en frascos en el frigorífico o en un sitio que no sea demasiado caliente. Aguanta muy bien durante semanas porque al llevar vinagre se conservan sin problema.
Pero no os preocupéis de la conservación. Están tan deliciosas que...os aseguro que terminaréis con ellas antes de lo que pensáis.
Feliz fin de semana.
María.

Cazuela de romanesco al vapor con beicon y cebolla frita

Habéis comprado alguna vez algún alimento exclusivamente por su belleza? Yo sí!! :)
Hace unos días, sobre una mesa junto a otras hortalizas estaban perfectamente colocados una buena cantidad de romanescos. Esa especie de coliflor verde de formas triangulares que se reproducen infinitamente son un híbrido de brécol y coliflor, bonitas hortalizas también, pero ésta mucho más originales y de formas piramidales mucho más extrañas. Me parecieron tan bonitos que no me pude resistir!! El precio que tenían eran tan insignificante que bien hubiera valido la pena pagar un euro tan solo por disfrutar de su belleza unos días sobre una de las bandejas del frutero junto a los limones y manzanas.

Todas las hortalizas de la familia de las brasicáceas me parecen preciosas!! Y es que comemos también con los ojos, no es cierto? Hablando de brasicáceas...os muestro mi pequeño huerto dónde podéis ver antes de cosecharse algunos de mis repollos y coliflores. Qué bonitas, verdad? Este año creo que cultivaré también romanesco... son tan bonitas sus inflorescencias que solo por su belleza merece la pena tenerlos en el huerto.




De todos modos el romanesco no es solo una hortaliza de gran belleza que podemos encontrar ahora a la venta en le mercado, tiene también un delicado sabor y es rica en fibra y vitamina C.

Como la coliflor y el brécol hay que llevar cuidado con su cocción y que esta no se prolongue en exceso ya que se ablanda demasiado a poco que nos descuidemos. A mí me gusta este plato con la verdura un puntito crujiente.
La lástima es que anoche yo iba con prisas en la cocina porque se nos había hecho tarde y tenía que haber refrescado el romanesco bajo el grifo con agua fría para que no perdiera su precioso color antes de introducirlo en el refrito. Otro día será!!
Recordad que la verdura no debería hervirse en exceso si deseamos que pierda buena parte de su sabor y vitaminas. Además, deberíamos acostumbrarnos a tomarla algo menos pasada de cocción de lo que lo solemos tomar en nuestro país. Es mi opinión...
Esta noche he decidido hacerla al vapor para que conservara todo su sabor y he hecho una preparación de los más sencilla que no había probado nunca pero que me ha sorprendido por lo sabroso del resultado y lo fácil de la elaboración.

INGREDIENTES

  • Un romanesco
  • Aceite de Oliva virgen extra
  • 1 cebolla picada finita
  • 2 Dientes de ajo laminados
  • 1 guindilla
  • 2 hojitas de laurel
  • Un poquito de pimienta blanca molida
  • 1 guindilla si os gusta el picante
  • 200 gramos de beicon ahumado.


Os explico los sencillos pasos que he seguido.
He lavado bien el romanesco y le he ido separando los pequeños cogollos que parecen diminutos árboles :) y los he ido colocando en una cazuela con el asiento agujereado especial para cocinar al vapor. La parte blanda de los tronquitos hacia abajo para que les diera el vapor  más directamente desde abajo y se ablandara antes que la parte verde que es mucho más tierna.

En la olla inferior he puesto abundante agua a hervir y la he aderezado con una ramita de tomillo fresca y un puñado generoso de sal.
Cuando estaba el agua bien caliente he puesto la olla del valor sobre la olla con agua y he tapado para que se fuera haciendo. Os aconsejo que de vez en cuando comprobéis con un tenedor si la verdura está lista y a poco que los tronquitos estén crujientes apartad la olla y refrescar la verdura bajo el grifo. Escurridla y seguid con la preparación.

Mientra simplemente he dorado en un poco de aceite un par de dietes de ajo laminados.
He agregado luego una cebolla mediana cortada chiquita y he esperado primero a que poche para luego subir un poco el fuego y que llegara a dorarse un poco.
A continuación he añadido al sofrito el beicon cortado en trocitos no demasiado pequeños, la pimienta blanca, un par de hojas de laurel y una guindilla y he esperado a que el beicon se dorara un poco. Al tratarse de beicon ahumado no necesitaba demasiada cocción así que he trabajado con el fuego bastante alto.
Tiernos ya los cogollos de romanesco solo restaba agregarlos escurridos al sofrito y darles unas vueltas para que todo el guiso se impregnara de los sabores y sobretodo el aroma del beicon.


Y nada más!! Así de sencillo y rápido.